miércoles, 3 de septiembre de 2014

Recibiendo a un Señor Oscuro


Recibiendo al Señor Oscuro
Michael Stern

El siguiente texto es un relato personal del encuentro de Lando Calrissian con Darth Vader

Era uno de esos días increíblemente brillantes y hermosos en los que sabes que algo va a salir mal. Por su puesto, cuando digo que algo sale “mal”, habitualmente me refiero a una pelea en Ciudad Puerto, o el accidente de un coche de las nubes, o a una disputa de sindicatos. Pero cuando me informaron de que había llegado una lanzadera imperial con Lord Darth Vader y un pelotón de tropas de asalto, “uno de esos días” se convirtió en el día que siempre había temido que llegara.
Mientras caminaba por la plataforma de aterrizaje para encontrarme con el Señor Oscuro, no estaba seguro de cómo debía saludarle exactamente. ¿Qué se le decía a alguien así? “¿Está aquí por negocios o por placer?” no me sonaba realmente adecuado. En cualquier caso, esperaba que me llegaran las palabras adecuadas, y deseé que esta sólo fuera alguna especie de visita sin importancia. Sabía que no sería así.
Vader salió por la rampa de acceso y caminó pasando por delante de todo el mundo hasta quedar frente a frente conmigo. Detrás de él, Boba Fett observaba en silencio.
Vader era un hombre gigantesco, si es que realmente era un hombre. Podía sentir el calor que emanaba de su casco al hablar. Sentí una auténtica presión en la garganta.
-¿Es usted Calrissian? –preguntó inexpresivo.
-Lo soy –fue mi única respuesta.
Se tomó unos instantes para examinarme, y parecía como si estuviera mirando directamente mis pensamientos.
-Debo hablar con usted –dijo.
-Por favor, adelante –fue mi petulante respuesta.
Sentí nuevamente la presión en mi tráquea mientras él añadía:
-En privado.
El Señor Oscuro hizo una señal y habló mientras comenzaba a cruzar la plataforma.
-No será necesaria una escolta –siseó. De algún modo, él sabía que yo tenía una escuadra de la Guardia Alada oculta, dispuesta a entrar en acción si era necesario-. Estoy aquí por un asunto personal. Un asunto que puede resultar... mutuamente provechoso.
Estaba tratando de no dejarme intimidar, pero fracasaba miserablemente.
-Suena interesante –fue mi excesivamente despreocupada respuesta-. ¿Por qué no pasa a mi despacho? –Entonces me volví para mirarle de frente-. Puede dejar fuera al cazarrecompensas. Los de su clase me ponen nerviosos.
No sabía cómo iba a reaccionar a Vader ante eso y, para mi sorpresa, esta fue su respuesta:
-Como desee.
Detrás de mí, pude escuchar el sonido de los láseres de muñeca de Fett al activarse, pero ni siquiera me di la vuelta para mirar. Ya habría otro tiempo y lugar para eso.
Después de mi tentativo tanteo inicial, resultaba obvio que Vader estaba dispuesto a hacer ciertas concesiones para conseguir sus fines. Decidí intentar sacar provecho de ello. Aparentemente, Vader había investigado por su cuenta mi pasado, dado que mencionó mi antigua amistad con Han Solo. Había escuchado que habían puesto precio a la cabeza de Han, pero no sabía que el Imperio iba tras él. Ciertamente, ahora el viejo pirata estaba metido en líos hasta las trancas. No ayudaría de nada negar que conocía a Han, así que intenté un enfoque diferente.
-Ese estafador asqueroso y bueno para nada aún tiene grandes deudas conmigo –exclamé. Por supuesto, el movimiento me salió por la culata.
-Bien –respondió el Señor Oscuro-. Entonces, estoy seguro de que tendré su completa cooperación en este asunto.
Sentí que mi corazón se desplomaba cuando el Señor Oscuro me golpeó con su propuesta. Era la vida de un viejo amigo a cambio de la seguridad total. No había trato posible... no tenía ninguna elección en todo el asunto. O accedía a la oferta de Vader, o sus tropas ocuparían Ciudad Nube y Vader obtendría lo que quería igualmente.
Tenía vidas que proteger. Accedí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario