martes, 14 de octubre de 2014

No tuve ninguna posibilidad

No tuve ninguna posibilidad
Rick D. Stuart

Eran hábiles, eso tengo que reconocerlo. Sabían que tenía un droide de seguridad a bordo, así que tuvieron que encontrar un modo de sortear al viejo D-Mot. Así que uno de ellos crea una imagen holográfica mía. Supongo que usaron un traje de suplantación; ya saben, uno de esos proyectores de holovídeo tridimensional miniaturizados que a veces tienen los cazarrecompensas. Entonces, a última hora de esta mañana dos de ellos llegan tambaleándose a la rampa con lo que parece ser mi figura arrastrándose entre los dos. Comienzan a golpear la compuerta, con la mayor desvergüenza. Convencen al viejo D-Mot de que estoy borracho como un fengrill lucrusiano y de que ellos me están ayudando a volver a casa.
Bueno, D-Mot es un droide bastante lúcido, pero está programado para saltarse ciertas funciones de seguridad si cree que estoy en peligro. Bueno, para abreviar, consiguieron entrar y desactivar a D-Mot. Ahora imaginen mi sorpresa cuando llego a casa esta mañana, cargado de regalos para los niños. Tecleo mi código de acceso, la escotilla se abre, y ahí estoy yo, ¡mirándome a mí mismo cara a cara! En el tiempo que me costó darme cuenta de lo que había pasado, ya tenían mi bláster y todo fue cuesta abajo a partir de ahí. A decir verdad, no tuve ninguna posibilidad...

-Fragmento de la declaración oficial tomada al capitán Raquid Krev,
del carguero Lexus Primal

No hay comentarios:

Publicar un comentario