Nunca puedes fiarte...
Rick D. Stuart
Jarmak solía decir que un verdadero amigo era
alguien que desenfundaría su pistola y te acompañaría por un callejón oscuro si
se lo pedías. Bueno, una noche Jarmak pidió a uno de esos amigos que hiciera
eso y, desde luego, caminaron juntos por ese largo callejón y en el proceso acabaron
matando a cinco de los mejores matones imperiales del prefecto.
Y después de que todo hubiera acabado y Jarmak le
tendió la mano en señal de amistado, ese amigo
va y le coloca unas esposas magnéticas y lo entrega al prefecto imperial a
cambio de cien créditos y un pasaje de segunda clase en un carguero de tercera categoría.
Lo que demuestra que nunca puedes fiarte.
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Gaor
Tembon
Contrabandista,
esclavista, ladrón
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