Recreo
Rick D. Stuart
El vehículo de batalla acorazado Teklos se detuvo
sólo a unos metros de distancia de la puerta del club. Mientras figuras
enmascaradas salían del interior del gigantesco deslizador, cohetes explosivos
convertían en chatarra las puertas blindadas protectoras. Entre los gemidos de
una docena de sensores de movimiento, los asaltantes, algunos de ellos con
armadura de batalla, avanzaban mientras cañones montados en torretas
proporcionaban fuego de apoyo. Unos cuantos llegaron a la puerta sólo para ser
abatidos por el fuego de represalia.
-¡Entregadnos las carteras! –gritó alguien.
Mientras otros se apresuraban a obedecer, disparos
bláster rojos y verdes comenzaron a brotar desde los balcones y las terrazas
superiores de alrededor.
-Vaya, yo digo que van a lograrlo.
-No seas tonta. ¡Voy a demostrarte que los chicos
sabemos de estas cosas! Les van a acribillar desde cada ventana de la manzana.
-¡Que no!
-¡Que sí!
-¿Qué te apuestas?
-¿Qué tienes?
-Tres paquetes de pastillas de menta y un chip de
vídeo de Rail Vorkan y los Piratas
Espaciales. ¿Y tú?
-¡Tengo mi pata de dejgi de la suerte, y una
holotarjeta de colección del Jefe Zorkiss!
-¡Muy bien!
-¡Trato hecho! Sigo diciendo que la van a palmar.
-Ya veremos. Esperemos que terminen antes de que se
acabe el recreo.
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