martes, 4 de noviembre de 2014

Consejo del mercader Pyrron Nox

Consejo del mercader Pyrron Nox
Craig Robert Carey, Pablo Hidalgo

Mantén un ojo abierto cuando trates con bothanos, ese es mi consejo. No hace mucho, preparé un vuelo privado para transportar a Morst Tayl’skar a un planeta llamado Dressel. Dejaríamos allí un cargamento de algún tipo y luego saldríamos disparados antes de que nadie reparara en nosotros.
Por supuesto, no debía hacerse ninguna pregunta. Y, sí, me iba a pagar una suma considerable.
Mantente al tanto de los últimos acontecimientos. Ese también ese mi consejo. No sabía lo que estaba pasando en Dressel, pero debería haberlo sabido. Después de un descenso peliagudo esquivando algunas naves de un piquete imperial, Morsty y yo nos encontramos abriéndonos camino por la superficie del bosque, buscando a alguien.
Los busques y yo no nos llevamos bien. Están llenos de bichos, y de cosas con demasiados dientes. En mi paranoia, pierdo de vista a Morsty. Entonces algo me golpea... con fuerza.
Ese tipo de cabeza arrugada con un parche en el ojo me rodea con el brazo y sujeta un cuchillo en mi garganta. Tiene una mirada enloquecida en su único ojo sano, y susurra “humano” con tanto odio que comienzo a reconsiderar todo el negocio del contrabando y a plantearme un trabajo como contable.
Antes de que pueda pegarme un tajo, el vehículo repulsor de una patrulla de soldados de asalto nos ilumina con su foco y ordena que nos quedemos inmóviles. Entonces Cara-Ciruela lanza su cuchillo y se carga el foco. Saca un pequeño pero impresionante lanzaproyectiles de doble cañón y acaba con ambos soldados exploradores de un solo disparo.
Todo eso fue en menos de cinco segundos. Yo aún estaba tratando de pensar en quién nos había dicho que no nos moviéramos.
Entonces escuché el temblor de unos pies gigantes, y vi uno de esos caminantes de exploración acercándose a nosotros. Cara-Ciruela toma la palanca de control del vehículo repulsor, toma un trozo de cuerda trenzada, y ata los controles. Apunta el deslizador justo a la cabeza del caminante, y acelera a fondo. Me agarra, y saltamos tras un árbol gigante mientras el caminante estalla perdiéndose en el olvido.
Morsty llega corriendo, al escuchar el estrépito. Habla en la lengua de Cara-Ciruela, y le dice algo que le tranquiliza. Cara-Ciruela se presenta como Orrimaarko, líder de una célula de resistencia en Dressel.
No soy muy dado a apostar, pero si alguien me dijera que una especie desorganizada con una tecnología de nivel industrial iba a enfrentarse a una base rebelde, diría que lo seguro es apostar por los imperiales. Es decir, habría dicho eso hasta que vi con mis propios ojos luchar a esos dresselianos. Ya no estoy tan seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario