Luke y Gaeriel
Kathy Tyers
De las notas privadas de Voren Na’al.
El comandante Skywalker era reacio a hablar de la senadora Captison,
pero la princesa Leia le recordó (con bastante tacto, creo yo) que cualquier
cosa relevante para los futuros Jedi debería ser registrada por si acaso le
pasara algo a él. Después de prometerle no publicitar ninguna ramificación
personal de este incidente, accedió a hacer declaraciones:
La presencia en la Fuerza de cada
persona es una sensación distinta, como los colores son diferentes a los
sabores... o incluso a otros colores. Lo extraño es que nunca pude sentir con
exactitud la presencia de la senadora Captison. Tenía un efecto peculiar en mi
capacidad de percibir cualquier cosa a través de la Fuerza.
La sensación es difícil de
describir. Su presencia –sé que suena como una locura- parecía hacer la propia
Fuerza más rica, más llena de vida. Si es una habilidad que ella posee, otro
Jedi experimentaría el mismo efecto en su presencia. Si no lo es, entonces debe
ser algún extraño efecto que su presencia en la Fuerza tiene sobre mí.
Algún día, tal vez otro Jedi
pueda investigar el asunto... pero la senadora Captison probablemente tenga
objeciones religiosas.
Consulté a dos estudiosos de Historia de la República, de los cuales la
Alianza sabe que estudiaban en secreto la tradición Jedi. Con independencia uno
del otro, ambos sugirieron la misma hipótesis: que el comandante Skywalker
experimentó el equivalente en la Fuerza a lo que comúnmente se denomina
“química”, la observable pero inexplicable atracción entre dos individuos de la
misma especie. Tal vez la atracción de la Fuerza, como su contrapartida física,
pueda explicarse como un intento evolutivo de perpetuar la especie y los
individuos con tales características.
Encuentro especialmente conmovedor su comentario acerca de la religión
de Gaeriel Captison, el Equilibrio Cósmico. Este parece ser un asombroso caso
de dos jóvenes demasiado recelosos a lanzarse a una relación física cuando sus
situaciones espirituales y políticas lo prohibían. Se nos dice que el amor lo
conquista todo, pero “felices para siempre” es mucho tiempo -¡especialmente
ahora que los humanos precavidos tienen una esperanza de vida de 200 años!- y
algunas relaciones hacen infelices a ambas partes en menos de una década.
La senadora Captison, ahora uno de los líderes del Senado Bakurano, aún
reside en Bakura. La entrevisté brevemente:
Sí, el Senado ha elegido un
representante para la Alianza de Planetas Libres: Josek Haime, de Ciudad Gesco.
El comandante Skywalker me pidió que me presentara para el puesto, pero con mi
entrenamiento y mi inclinación prefiero quedarme en Bakura junto a mi tío, el
primer ministro Yeorg Captison.
Sigo creyendo que los Jedi alteran
el balance del universo por el mero hecho de existir. Dicho eso, deje que
responda directamente a su segunda pregunta: encuentro al comandante Skywalker
perturbadoramente atractivo. Si una persona con sus habilidades amara a
alguien, creo que es posible que un día pudiera llegar a odiarle, y –si hemos
de aceptar sus afirmaciones acerca de en qué se había convertido el Emperador
Palpatine- pensar en esa idea es aterrador. Él me admitió que cuanto más
poderoso en la Fuerza se vuelve un Jedi, más se ve tentado por el lado oscuro.
De modo que aunque los Jedi
alteren el balance de poder del universo, ellos experimentan un balance de
poder propio. Tal vez su destino sea parte del equilibrio del cosmos, y no algo
aparte, después de todo. Pero este es un asunto para mis superiores
espirituales. Por favor, si tiene más preguntas diríjase a un zanaz
cualificado.
Por desgracia, debido a lo limitado de mi estancia en Salis D’aar, fue
incapaz de reunirme en persona con ninguno de los zanazi del Equilibrio
Cósmico.
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