Lepusa |
Según el cristal
con que se mira
Rick D. Stuart
Rick D. Stuart
Extracto del testimonio jurado realizado por Yasil Senerio,
director de una granja en el Sector de la Cresta Norte de Freliq, a un Comité
de Investigación Imperial acerca de la inteligencia lepusana.
Advertí a Jullisa que se
mantuviera alejada de la vía férrea abandonada que cruza el Arroyo Veriss.
¿Pero hizo caso a su padre? Por supuesto que no.
Tal vez viera alguna flor
especialmente colorida creciendo junto al borde de los raíles. Tal vez sólo
quería gatear y mirar hacia abajo por encima del borde de las vías. Por suerte,
Lox y yo estábamos en los campos del norte y escuchamos sus gritos pidiendo
ayuda. Cuando llegamos, estaba colgando de un trozo de lazo roto, muerta de
miedo. Entonces Lox me agarró del brazo y señaló hacia la izquierda. Entonces fue
cuando vi al lepusa.
Era un macho grande y blanco, de
casi un metro de alto. Seguramente tendría la entrada a la madriguera en algún
lugar de la ladera. Saltó sobre el puente y miró desde arriba a Jullisa y al
agua bajo ella. Entonces comenzó a mirar a su alrededor, como si estuviera
buscando algo. Lo siguiente que sé es que estaba excavando en el suelo con sus
patas traseras. Extrajo de la tierra una larga enredadera.
La criatura se inclinó y bajó la
enredadera hasta Jullisa. Luego la izó hasta arriba. En cuanto ella estuvo a
salvo, se escabulló de un salto.
No puedo responder a aquellos que
han dicho que el lepusa es sólo una bestia estúpida. Tienen derecho a tener su
opinión. Pero para mí, ver es creer. Veo a mi pequeña aquí, hoy, en este patio,
gracias a ese denominado “animal estúpido”. Esa es la única prueba que
necesito.
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