jueves, 28 de julio de 2016

Manifiesto, y un cuerno

Manifiesto, y un cuerno
Morrie Mullins

Hace unas pocas semanas, los tarasin aparecieron con la ubicación de un alijo oculto de tesoros –en forma de información- dejado hace más de dos siglos por Reidi Artom. Entre esos tesoros (que continúan siendo estudiados por xenobiólogos, sociólogos y otros académicos de todo tipo) había un documento que fue publicado inmediatamente, a petición de la Madre Kasslan del irstat Vriisan. En ese documento, Reidi Artom explicaba diversos elementos de su filosofía, tanto en lo que refiere a la expansión en su conjunto, como a lo que se refiere a la guerra.
Diferentes fragmentos del manifiesto han despertado reacciones dispares entre el pueblo de Cularin, pero tal vez sus afirmaciones más polémicas tienen que ver con la guerra. Artom escribió lo siguiente:
Es algo curioso que hacemos los seres racionales: tomamos un sector del espacio que no “pertenece” a nadie (o, si está cerca de pertenecer a alguien, se trata de alguien que estaba aquí desde hace eones, antes de que pensáramos siquiera en venir aquí) y discutimos ruidosamente acerca de quién lo controla.
A menudo llamamos a esto “guerra”.
Supongo que no necesito hacer proselitismo de las maldades de la guerra. La gente muere, los supervivientes viven con rabia y odio y una docena de otras emociones dañinas y, si la galaxia cambia, lo hace a peor. Nadie gana.
Dado el estado actual de los asuntos en Cularin, no es sorprendente que varios individuos discrepen con esa afirmación. Notablemente ausentes de la discusión han estado las opiniones de Osten Dal’Nay o Broof Yurdel, comandantes de la Milicia de Cularin. A primera hora de esta mañana, un trío de jóvenes apareció en las oficinas de Holodifusión Central de Cularin y solicitó una entrevista con Yara Grugara. Aunque han solicitado que no se difundan sus nombres, estos tres varones –un humano que pidió que le llamáramos “Mack”, un cereano que se identificó como “Pac”, y un trandoshano que insistió en que nos refiriéramos a él como “Grunt”- están ahora dispuestos para hablar con Yara acerca de sus opiniones sobre lo que Reidi Artom tenía que decir. Hemos concedido esta entrevista porque los tres poseen credenciales que les acreditan como soldados de la Milicia de Cularin.

Fundido de entrada. Yara está sentada en un lado de un plató amplio y despejado. Su lado está bien iluminado, y hace su mejor esfuerzo por sonreír mientras continúa manteniendo un aspecto muy serio. Obviamente, es muy difícil para ella. El lado opuesto del plató no está bien iluminado en absoluto, y vemos tres siluetas sentadas en sillas. En el extremo de la izquierda hay un cuerpo con una cabeza claramente cereana, a su izquierda hay un humano, y en el extremo derecho hay un trandoshano.
Yara: Mack, Pac y Grunt. Tres de los mejores hombres de Cularin. Miembros de nuestra milicia, defensores de nuestros hogares. Hoy aquí, con Yara, para rebatir anónimamente las afirmaciones realizadas por una gran mujer que ya no está viva para defenderse. Bienvenidos, caballeros.
Mack: Gracias. Creo.
Yara: Vayamos directamente al asunto, ¿de acuerdo? Yara tiene entendido que ustedes tres querrían decir algo acerca del recientemente re-descubierto manifiesto de expansión escrito por la gran Reidi Artom, quien, para cuando llegó a Cularin, ya había visitado el doble de sistemas estelares de los que la mayoría de nosotros verá en toda una vida. Oh, y que ustedes hablan en nombre de la Milicia de Cularin.
Pac: Yara, ¿me permite? Ya estoy advirtiendo un patrón en sus preguntas... o, más bien, en sus afirmaciones. En dos ocasiones se ha referido a Reidi Artom como “grande”. No ponemos en disputa que fue una persona muy importante, o que sin ella, Cularin podría no ser lo que es. Usted también parece implicar que estamos aquí para atacarla de algún modo, cuando ciertamente ese no es el caso.
Grunt: Menos cuando se equivoca. Entonces es bastante idiota.
Pac: Cállate.
Grunt: Lo siento.
Pac: ¿Por dónde iba?
Yara: Estaba a punto de confirmarme que están aquí para proporcionar la perspectiva de la Milicia sobre lo que Reidi Artom tenía que decir sobre la expansión y la guerra.
Mack: No tanto sobre la expansión. Mire, la mayoría de eso me pareció bien. Quiero decir, sólo leí una vez esa parte, así que supongo que estaba bien.
Pac: Sus opiniones sobre la expansión son esencialmente irrelevantes, así como su creencia de que la guerra es el resultado de “modas pasajeras”. No sé muy bien de donde se habría sacado esa teoría, pero la encuentro en extremo disparatada. La guerra es el resultado del conflicto, sea ese conflicto natural o artificial, y de la indeseada transformación de ese conflicto en violencia. Y me gustaría añadir que no hablamos por la Milicia en su conjunto. Hablamos por nosotros mismos, como representantes de la Milicia.
Yara: Pero dado que nadie más de la milicia ha hablado, eso significa que hablan por la Milicia en su conjunto... ¿no es así?
Grunt: Sí. Pero sólo porque tenemos razón.
Pac: Ya te he pedido una vez que te calles. Por favor, no hagas que te lo pida de nuevo.
Grunt: Muy bien, no me lo pidas. ¿Puedo hablar ya de por qué Artom es idiota?
Pac se levanta, se acerca al trandoshano, y le da un fuerte golpe en la cabeza. Luego regresa a su asiento.
Grunt: Supongo que eso es un “no”.
Yara: De modo que la posición de la Milicia de Cularin es que Reidi Artom era idiota.
Grunt: Sip.
Pac: Mack, golpéale.
Mack le pega una colleja a Grunt.
Grunt: Auh.
Pac: No, esa no es en absoluto la posición de la Milicia. Esa es la posición de Grunt, pero debe usted entender que Grunt es bastante extremo en su perspectiva. Disfruta luchando con cosas. Pero no deja de representar a la milicia de algún modo, así que por eso está aquí. Tampoco yo la represento del todo, ni Mack. Hay una gran diversidad de opinión dentro de la Milicia de Cularin, y si usted cree que cualquiera de nosotros expresa la “verdad” literal de la opinión de la Milicia, se equivoca.
Yara: Bien. Entonces, Yara está un poco confundida. ¿No se da el caso de que la Milicia cree que la guerra pendiente con Thaere es algo bueno?
Mack: ¿Pendiente? ¡Especie de pantera de arena de cola peluda, usted es quien ha estado informando de las noticias! Ya estamos en guerra. La mayor parte de ella aún está teniendo lugar en el espacio, o lejos de los centros civiles, pero sigue siendo guerra. Y por supuesto que la Milicia cree que es una buena idea. ¡Si no lo creyéramos, no estaríamos luchando!
Yara: De modo que usted habla por la Milicia en su conjunto, entonces.
Pac: (Resignado) Sí, supongo. Pero sólo en ese aspecto.
Grunt: Thaere malo. ¿Puedo decir eso? Thaere muy malo.
Pac: Sí. Eso está bien.
Yara: Caballeros, creo que deberíamos llegar al meollo de esta discusión, a algo con más chicha.
Grunt: ¿Chicha? Mmm... chicha.
Mack golpea a Grunt. Grunt suspira.
Grunt: Thaere malo.
Yara: ¿Qué hay en el manifiesto que encuentran tan discutible como para venir aquí y solicitar una entrevista en antena?
Mack: Ella nunca luchó una guerra. Quiero decir, con todo el debido respeto, pero era buena explorando. No era una guerrera, así que no hay modo de que pudiera entenderlo. La guerra es mucho más complicada de lo que ella hizo parecer.
Yara: ¿Concretamente?
Mack: Bueno, dijo que no hay ningún ganador en la guerra. Pero en la guerra en su conjunto hay ganadores y perdedores, ¿sabe? Digamos que te encuentras fuera de una cantina y aparece un tipo ebrio de especia y cerveza rodiana y quiere pelear. En ese momento tú no quieres pelear, ¿vale? Pero si peleáis, según su lógica, no gana nadie, porque es sólo violencia. Digamos que no peleas, y el otro tipo viene y comienza a golpearte en la cara. Si no peleas y él te hace papilla, él gana y tú pierdes. Hay un ganador si alguien quiere luchar y otro no, y el ganador siempre es la persona que lucha.
Yara: Algunos afirmarían que la persona que no luchó ganó la batalla moral.
Pac: Las batallas morales apenas importan cuando perder significa que uno acaba convertido en esclavo, o muerto.
Mack: Sí. Lo que él ha dicho.
Grunt: Thaere malo.
Yara: De modo que la guerra está justificada si alguien te está atacando.
Mack: Claro. Supongo que podría decirse que hacer la guerra por la propia guerra está mal, ¿pero quién hace eso? No encontrarás al comandante Dal’Nay o al comandante Yurdel diciendo que deberíamos hacer la guerra sin ningún motivo. Tendrías que ser bastante idiota para querer la guerra sólo porque puedes tenerla.
Yara: Interesante. ¿Qué opinan sobre la afirmación de Artom –dejen que la cite para asegurarme de decirla correctamente- de que “el derecho a “reclamar” un lugar determinado no va en función del poderío militar”, sino que va en función de quién estaba allí antes? ¿Algún comentario?
Pac: Ingenua.
Mack: Idealista.
Grunt: Idiota.
Mack trata de golpear a Grunt, quien le agarra la mano y la vuelve a dejar con mucha delicadeza en el reposabrazos de la silla de Mack.
Grunt: (En voz baja, pero firme) Idiota.
Yara: Bien. ¿Alguien de ustedes quiere gastar más de una palabra –o la misma palabra, repetida dos veces- con respecto a este tema?
Pac: Creo que la palabra “ingenua” lo resume bastante bien. Habla como si hubiera una especie nativa para cada lugar de la galaxia, y que debería darse prioridad a las especies para determinar quién tiene derecho y quien no para estar en un lugar. Su lenguaje implica que en ocasiones –tal vez no siempre- hay una relación simbiótica entre una especie y un lugar, y que esta relación debería ser respetada por las personas que llevan las armas más grandes. Pero aquí viene una primicia: A las personas con las armas más grandes no les importan las relaciones simbióticas y los pueblos indígenas. No les importa si alguien estaba allí antes que ellos. Por eso les llamamos “invasores”: porque llegan a un lugar al que no han sido invitados y se apoderan de él. No hablo sino por mí mismo, pero no me gusta la guerra, y me alisté en la Milicia para evitar que la guerra tenga lugar o, si hay guerra, para estar dispuesto a ayudar a defender mi sistema. No me gusta ir a la guerra, pero lo haré.
Yara: Creo que este es un buen tema con el que terminar. Mack, Grunt... sabemos por qué se alistó Pac. ¿Qué hay de ustedes?
Mack: Para defender Cularin. Es mi hogar. Nunca me ha gustado Thaere, nunca he confiado en ellos, siempre he pensado que tenían algún tipo de plan que desconocíamos. Parece que teníamos razón. Por supuesto, si se me diera la oportunidad, yo los habría invadido primero. Ocupar Agotamiento, tal vez alguna otra de sus estaciones. Pero no es así como han ocurrido las cosas.
Yara: Interesante. ¿Grunt?
Grunt mira a Pac, luego a Mack. Suspira.
Grunt: Thaere malo.
Yara: Bien, eso es lo que yo pensaba. Os habla Yara Grugara, despidiendo la conexión, con un agradecimiento especial a estos representantes anónimos de la Milicia de Cularin por proporcionarnos un contrapunto al perspicaz análisis de una mujer brillante sobre los horrores de la guerra. Buenas noches, Cularin.
Fundido a negro.

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