Manifiesto, y un cuerno
Morrie Mullins
Hace unas pocas semanas, los tarasin aparecieron con la ubicación
de un alijo oculto de tesoros –en forma de información- dejado hace más de dos
siglos por Reidi Artom. Entre esos tesoros (que continúan siendo estudiados por
xenobiólogos, sociólogos y otros académicos de todo tipo) había un documento
que fue publicado inmediatamente, a petición de la Madre Kasslan del irstat
Vriisan. En ese documento, Reidi Artom explicaba diversos elementos de su
filosofía, tanto en lo que refiere a la expansión en su conjunto, como a lo que
se refiere a la guerra.
Diferentes fragmentos del manifiesto han despertado reacciones
dispares entre el pueblo de Cularin, pero tal vez sus afirmaciones más
polémicas tienen que ver con la guerra. Artom escribió lo siguiente:
Es algo curioso que
hacemos los seres racionales: tomamos un sector del espacio que no “pertenece”
a nadie (o, si está cerca de pertenecer a alguien, se trata de alguien que
estaba aquí desde hace eones, antes de que pensáramos siquiera en venir aquí) y
discutimos ruidosamente acerca de quién lo controla.
A menudo llamamos a esto
“guerra”.
Supongo que no necesito
hacer proselitismo de las maldades de la guerra. La gente muere, los
supervivientes viven con rabia y odio y una docena de otras emociones dañinas
y, si la galaxia cambia, lo hace a peor. Nadie gana.
Dado el estado actual de los asuntos en Cularin, no es
sorprendente que varios individuos discrepen con esa afirmación. Notablemente
ausentes de la discusión han estado las opiniones de Osten Dal’Nay o Broof
Yurdel, comandantes de la Milicia de Cularin. A primera hora de esta mañana, un
trío de jóvenes apareció en las oficinas de Holodifusión Central de Cularin y
solicitó una entrevista con Yara Grugara. Aunque han solicitado que no se
difundan sus nombres, estos tres varones –un humano que pidió que le llamáramos
“Mack”, un cereano que se identificó como “Pac”, y un trandoshano que insistió
en que nos refiriéramos a él como “Grunt”- están ahora dispuestos para hablar
con Yara acerca de sus opiniones sobre lo que Reidi Artom tenía que decir.
Hemos concedido esta entrevista porque los tres poseen credenciales que les
acreditan como soldados de la Milicia de Cularin.
Fundido de entrada. Yara
está sentada en un lado de un plató amplio y despejado. Su lado está bien
iluminado, y hace su mejor esfuerzo por sonreír mientras continúa manteniendo
un aspecto muy serio. Obviamente, es muy difícil para ella. El lado opuesto del
plató no está bien iluminado en absoluto, y vemos tres siluetas sentadas en sillas.
En el extremo de la izquierda hay un cuerpo con una cabeza claramente cereana,
a su izquierda hay un humano, y en el extremo derecho hay un trandoshano.
Yara: Mack, Pac y Grunt. Tres de los mejores hombres de Cularin.
Miembros de nuestra milicia, defensores de nuestros hogares. Hoy aquí, con
Yara, para rebatir anónimamente las afirmaciones realizadas por una gran mujer
que ya no está viva para defenderse. Bienvenidos, caballeros.
Mack: Gracias. Creo.
Yara: Vayamos directamente al asunto, ¿de acuerdo? Yara tiene entendido
que ustedes tres querrían decir algo acerca del recientemente re-descubierto
manifiesto de expansión escrito por la gran Reidi Artom, quien, para cuando
llegó a Cularin, ya había visitado el doble de sistemas estelares de los que la
mayoría de nosotros verá en toda una vida. Oh, y que ustedes hablan en nombre
de la Milicia de Cularin.
Pac: Yara, ¿me permite? Ya estoy advirtiendo un patrón en sus
preguntas... o, más bien, en sus afirmaciones. En dos ocasiones se ha referido
a Reidi Artom como “grande”. No ponemos en disputa que fue una persona muy
importante, o que sin ella, Cularin podría no ser lo que es. Usted también
parece implicar que estamos aquí para atacarla de algún modo, cuando
ciertamente ese no es el caso.
Grunt: Menos cuando se equivoca. Entonces es bastante idiota.
Pac: Cállate.
Grunt: Lo siento.
Pac: ¿Por dónde iba?
Yara: Estaba a punto de confirmarme que están aquí para proporcionar la
perspectiva de la Milicia sobre lo que Reidi Artom tenía que decir sobre la
expansión y la guerra.
Mack: No tanto sobre la expansión. Mire, la mayoría de eso me pareció
bien. Quiero decir, sólo leí una vez esa parte, así que supongo que estaba
bien.
Pac: Sus opiniones sobre la expansión son esencialmente irrelevantes,
así como su creencia de que la guerra es el resultado de “modas pasajeras”. No
sé muy bien de donde se habría sacado esa teoría, pero la encuentro en extremo
disparatada. La guerra es el resultado del conflicto, sea ese conflicto natural
o artificial, y de la indeseada transformación de ese conflicto en violencia. Y
me gustaría añadir que no hablamos por la Milicia en su conjunto. Hablamos por
nosotros mismos, como representantes de la Milicia.
Yara: Pero dado que nadie más de la milicia ha hablado, eso significa
que hablan por la Milicia en su conjunto... ¿no es así?
Grunt: Sí. Pero sólo porque tenemos razón.
Pac: Ya te he pedido una vez que te calles. Por favor, no hagas que te
lo pida de nuevo.
Grunt: Muy bien, no me lo pidas. ¿Puedo hablar ya de por qué Artom es
idiota?
Pac se levanta, se acerca
al trandoshano, y le da un fuerte golpe en la cabeza. Luego regresa a su
asiento.
Grunt: Supongo que eso es un “no”.
Yara: De modo que la posición de la Milicia de Cularin es que Reidi
Artom era idiota.
Grunt: Sip.
Pac: Mack, golpéale.
Mack le pega una colleja
a Grunt.
Grunt: Auh.
Pac: No, esa no es en absoluto la posición de la Milicia. Esa es la
posición de Grunt, pero debe usted entender que Grunt es bastante extremo en su
perspectiva. Disfruta luchando con cosas. Pero no deja de representar a la
milicia de algún modo, así que por eso está aquí. Tampoco yo la represento del
todo, ni Mack. Hay una gran diversidad de opinión dentro de la Milicia de
Cularin, y si usted cree que cualquiera de nosotros expresa la “verdad” literal
de la opinión de la Milicia, se equivoca.
Yara: Bien. Entonces, Yara está un poco confundida. ¿No se da el caso
de que la Milicia cree que la guerra pendiente con Thaere es algo bueno?
Mack: ¿Pendiente? ¡Especie de pantera de arena de cola peluda, usted es
quien ha estado informando de las noticias! Ya estamos en guerra. La mayor
parte de ella aún está teniendo lugar en el espacio, o lejos de los centros
civiles, pero sigue siendo guerra. Y por supuesto que la Milicia cree que es
una buena idea. ¡Si no lo creyéramos, no estaríamos luchando!
Yara: De modo que usted habla por la Milicia en su conjunto, entonces.
Pac: (Resignado) Sí,
supongo. Pero sólo en ese aspecto.
Grunt: Thaere malo. ¿Puedo decir eso? Thaere muy malo.
Pac: Sí. Eso está bien.
Yara: Caballeros, creo que deberíamos llegar al meollo de esta
discusión, a algo con más chicha.
Grunt: ¿Chicha? Mmm... chicha.
Mack golpea a Grunt.
Grunt suspira.
Grunt: Thaere malo.
Yara: ¿Qué hay en el manifiesto que encuentran tan discutible como para
venir aquí y solicitar una entrevista en antena?
Mack: Ella nunca luchó una guerra. Quiero decir, con todo el debido
respeto, pero era buena explorando. No era una guerrera, así que no hay modo de
que pudiera entenderlo. La guerra es mucho más complicada de lo que ella hizo
parecer.
Yara: ¿Concretamente?
Mack: Bueno, dijo que no hay ningún ganador en la guerra. Pero en la
guerra en su conjunto hay ganadores y perdedores, ¿sabe? Digamos que te
encuentras fuera de una cantina y aparece un tipo ebrio de especia y cerveza rodiana
y quiere pelear. En ese momento tú no quieres pelear, ¿vale? Pero si peleáis,
según su lógica, no gana nadie, porque es sólo violencia. Digamos que no peleas,
y el otro tipo viene y comienza a golpearte en la cara. Si no peleas y él te
hace papilla, él gana y tú pierdes. Hay un ganador si alguien quiere luchar y
otro no, y el ganador siempre es la persona que lucha.
Yara: Algunos afirmarían que la persona que no luchó ganó la batalla
moral.
Pac: Las batallas morales apenas importan cuando perder significa que
uno acaba convertido en esclavo, o muerto.
Mack: Sí. Lo que él ha dicho.
Grunt: Thaere malo.
Yara: De modo que la guerra está justificada si alguien te está
atacando.
Mack: Claro. Supongo que podría decirse que hacer la guerra por la
propia guerra está mal, ¿pero quién hace eso? No encontrarás al comandante Dal’Nay
o al comandante Yurdel diciendo que deberíamos hacer la guerra sin ningún
motivo. Tendrías que ser bastante idiota para querer la guerra sólo porque
puedes tenerla.
Yara: Interesante. ¿Qué opinan sobre la afirmación de Artom –dejen que
la cite para asegurarme de decirla correctamente- de que “el derecho a
“reclamar” un lugar determinado no va en función del poderío militar”, sino que
va en función de quién estaba allí antes? ¿Algún comentario?
Pac: Ingenua.
Mack: Idealista.
Grunt: Idiota.
Mack trata de golpear a
Grunt, quien le agarra la mano y la vuelve a dejar con mucha delicadeza en el
reposabrazos de la silla de Mack.
Grunt: (En voz baja, pero firme)
Idiota.
Yara: Bien. ¿Alguien de ustedes quiere gastar más de una palabra –o la
misma palabra, repetida dos veces- con respecto a este tema?
Pac: Creo que la palabra “ingenua” lo resume bastante bien. Habla como
si hubiera una especie nativa para cada lugar de la galaxia, y que debería
darse prioridad a las especies para determinar quién tiene derecho y quien no
para estar en un lugar. Su lenguaje implica que en ocasiones –tal vez no
siempre- hay una relación simbiótica entre una especie y un lugar, y que esta
relación debería ser respetada por las personas que llevan las armas más
grandes. Pero aquí viene una primicia: A las personas con las armas más grandes
no les importan las relaciones simbióticas y los pueblos indígenas. No les
importa si alguien estaba allí antes que ellos. Por eso les llamamos “invasores”:
porque llegan a un lugar al que no han sido invitados y se apoderan de él. No
hablo sino por mí mismo, pero no me gusta la guerra, y me alisté en la Milicia
para evitar que la guerra tenga lugar o, si hay guerra, para estar dispuesto a
ayudar a defender mi sistema. No me gusta ir a la guerra, pero lo haré.
Yara: Creo que este es un buen tema con el que terminar. Mack, Grunt...
sabemos por qué se alistó Pac. ¿Qué hay de ustedes?
Mack: Para defender Cularin. Es mi hogar. Nunca me ha gustado Thaere,
nunca he confiado en ellos, siempre he pensado que tenían algún tipo de plan
que desconocíamos. Parece que teníamos razón. Por supuesto, si se me diera la
oportunidad, yo los habría invadido primero. Ocupar Agotamiento, tal vez alguna
otra de sus estaciones. Pero no es así como han ocurrido las cosas.
Yara: Interesante. ¿Grunt?
Grunt mira a Pac, luego a
Mack. Suspira.
Grunt: Thaere malo.
Yara: Bien, eso es lo que yo pensaba. Os habla Yara Grugara,
despidiendo la conexión, con un agradecimiento especial a estos representantes
anónimos de la Milicia de Cularin por proporcionarnos un contrapunto al perspicaz
análisis de una mujer brillante sobre los horrores de la guerra. Buenas noches,
Cularin.
Fundido a negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario