sábado, 2 de julio de 2011

El honor de los Jedi (132)

132
-¿Que confíe en ti? -replica Luke-. Dame un motivo.
Erling señala al sable de luz de Luke.
-Tienes más motivos para confiar en mí que en el camino de los Jedi. -Su tono muestra su desdén por la Fuerza, y el piloto rebelde responde instintivamente a la última parte de la frase, sin mostrar siquiera la menor curiosidad por cuáles son los "motivos" de Tredway. El desprecio del aristócrata por las creencias de su padre le irrita tanto que casi supera su habilidad de mantener la compostura.
-Lo dudo -dice Luke amargamente.
Continúan recorriendo el pasillo en silencio. De ven en cuando Erling sugiere girar una esquina. Luke a veces sigue sus sugerencias y a veces las ignora, dependiendo de lo que sus propios instintos le dicen. El transcurso del tiempo enfría la rabia de Luke, y considera pedir perdón al otro hombre. Pero aún no puede romper la tenue paz.
En cualquier caso, finalmente dejan atrás la cavernosa maraña de equipamiento y llegan a una intersección con forma de T. Un pasillo con muros similar al que habían usado para entrar a la instalación subterránea seguía en ambas direcciones.
Desde la derecha, resonaba por el pasillo un zumbido distante de maquinaria. Hacia la izquierda, el pasaje permanece silencioso. Luke comienza a girar a la izquierda.
-¿A dónde intentas ir? -pregunta Erling.
-A una estación de lanzamiento periférica.
Erling señala a la derecha.
-Entonces ve por ahí.
Luke se detiene. No tiene ni idea de dónde está, pero no se le ocurre cómo Erling podría saberlo tampoco. Sus instintos le dicen que gire a la izquierda, lejos del ruido.

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