jueves, 25 de marzo de 2010

El honor de los Jedi (99)

99
Luke introduce las coordenadas que le había dado Dena en la computadora de vuelo. Erredós muestra un mensaje informando de que hará falta cerca de una hora para alcanzar las coordenadas a la velocidad máxima de Gideon. Será por los pelos, pero deberían ser capaces de alcanzar el asteroide... suponiendo que no tengan problemas antes.
Mientras Luke se desabrocha el traje de vacío, recuerda el chip de mensaje que cayó del traje de Dena. Lo recupera y lo introduce en la ranura de datos del Ala-X. Una humana de pelo corto de unos cuarenta años aparece en la videopantalla. Luke queda sorprendido al identificar a Mon Mothma, comandante suprema de la Alianza Rebelde.
-Saludos, Dena. Como siempre, sólo tengo tiempor para un breve mensaje. Confío en que comprendas que la brevedad de nuestra comunicación no refleja la magnitud de tu contribución a la Rebelión.
"Mis espías me dicen que los esfuerzos de resistencia de tu hermano Erling han comenzado a irritar al General Parnell. Normalmente aplaudiríamos cualquier espina en el trasero de un gobernador imperial, pero el valor de Erling trasciende el efecto de cualquier rebelión local. Debes silenciar a tu hermano antes de que haga enfadar aún mása Parnell.
"Es desafrtunado que no podamos decir a Erling lo importante que es para la Alianza. En cualquier caso, debo delegar este asunto a tu juicio.
"Hasta pronto, y que la Fuerza os proteja a ti y a tu familia.
Luke reproduce el mensaje varias veces, asombrado de que Dena esté trabajando con la propia Mon Mothma. Él sólo había visto una vez a la líder legendaria, pero el respeto que sus comandantes le profesaban era suficiente para maravillarle. Le parece increíble haberse tropezado con una operación que ella estaba supervisando personalmente. Todas las dudas que tiene acerca de rescatar a Erling desaparecen; si el joven Tredway es lo bastante importante para preocupar a Mon Mothma, es lo bastante importante para rescatarlo de Tol Ado.
El mensaje también podía explicar el misterio concerniente a la ferocidad del ataque imperial en Tredway 24. Si el general Parnell sabía de la asociación entre Dena y Mon Mothma, ciertamente intentaría capturarla y destruir cualquier recurso que pudiera ofrecer a la Rebelión. Y si conocía la importancia que Mon Mothma otorgaba a Erling, sin ninguna duda arrestaría e interrogaría al hermano de Dena. Ciertamente parece que Parnell sabía de la existencia del mensaje... la pregunta es: ¿cómo?
Es una pregunta que Luke debe sopesar en otro momento. Acaba de encontrar el asteroide de Ire Eleazari. El planetoide es una pequeña roca asimétrica de no más de medio kilómetro de ancho. Varios cráteres puntean su superficie, pero Luke no ve signos de vida.
Abre un canal de llamada.
-Ire Eleazari, ¿estás ahí?
No obtiene respuesta.
-¿Es este el asteroide correcto?
De nuevo, no hay respuesta.
Luke rodea varas veces el grano de polvo sobredesarrollado. Ni hay signos de que haya sido habitado. Le parece imposible que haya llegado a unas coordenadas equivocadas. Podría haberse confundido al recordarlas, pero la probabilidad de encontrar realmente algo en el lugar equivocado es menos de una entre un millón.
Vuelve a intentarlo.
-Ire, somos amigos de Dena Tredway. Sebastian Parnell ha destruido Tredway 24. Dena está herida y necesita un lugar para recuperarse.
Una luz brilla de pronto en el fondo de un profundo cráter.
-Podéis disturbar mi soledad -responde una voz. Casi suena como si fueran dos voces.
Luke sigue la nave minera de Gideon hacia el cráter. En realidad es un corto túnel que conduce al interior del asteroide. Cundo doblan el primer ángulo recto del túnel, aparecen las sencillas paredes exteriores e un modesto refugio subterráneo.
Luke posa su ala-X, luego vuelve a ajustarse su traje de vacío y desciende del caza. Un instante después, el viejo minero y Sidney salen de la nave minera con la camilla de Dena. Luke dirige la marcha hacia la esclusa del refugio.
Cuando la compuerta interior se abre, un ithoriano solitario les recibe en la entrada de un oscuro apartamento. El ithoriano tiene un cuerpo más o menos humanoide, pero Luke no puede pasar por alto la razón por la que los viajeros estelares han apodado a la especie como "Cabezas de martillo". Un cuello largo y plano surge hacia delante desde el cuerpo. Se estrecha rápidamente y se curva hacia arriba. En la parte superior de la parte más estrecha del cuello se encuentra una cabeza en forma de "T". Un ojo oscuro y sereno se asienta a cada lado de la T.
-Dena Tredway puede quedarse tanto tiempo como desee -dice el ithoriano. Tiene dos bocas, uno a cada lado de la ancha parte inferior de su cuello. Cuando habla, ambas bocas se mueven, dando a su voz una cualidad estereofónica-. Sin embargo, me he autoexiliado de la horda, de modo que debo pediros que vosotros os marchéis rápidamente.
Luke alza la vista de pronto ante las palabras del ithoriano. Quiere preguntar por qué Eleazari habría dado un paso tan drástico, pero se reprime de formular la pregunta en voz alta.
-Por supuesto -dice, respondiendo sin más a la frase del ithoriano-. ¿Puedes cuidar de ella?
Eleazari dirige la marcha hacia una consola médica completamente equipada.
-Sí. Era curandero en mi propia horda. Dejad la camilla aquí -dice, señalando la zona de suelo junto a la consola.
-Tenemos un favor más que pedirte -dice Luke-. Parnell ha llevado a Erling a Tol Ado...
Los ojos del ithoriano brillan de alarma.
-Eso es muy malo.
Luke asiente.
-Vamos a intentar rescatarle.
-Entonces comenzaréis en el centro de visitantes -dice Ire. La frase es una orden, no una pregunta ni una sugerencia.
-¿Centro de visitantes? -pregunta Luke. Nunca ha oído hablar de nada semejante en una prisión imperial.
-Sí -responde el ithoriano-. La vanidad de Sebastian Parnell puede ayudaros. Considra Tol Ado una obra de arte; como un coleccionista de arte, no puede resistirse a mostrarla. Allí, podréis aprender muchas cosas que pueden ayudaros.
Luke asiente. La sabiduría de la idea del ithoriano es obvia.
-Pero yo tengo un ala-X... -comienza a decir.
Los ojos de Eleazari se estrechan y estudian a Luke con cierto respeto.
-Puedes dejarlo aquí.
-Gracias -dice Luke-. Entonces, nos pondremos en camino.
El ithoriano suspira con tristeza.
-Sí.
Luke sigue a Gideon a la esclusa. Se muere por preguntarle al ithoriano acerca de los Tredways, por qué se autoexilió, qué relación tiene Dena con la Alianza, y un centenar de cosas más. Pero sus viajes estelares le habían enseñado que tales preguntas serían una maleducada imposición sobre la soledad del cabeza de martillo.
Tras descargar a Erredós, Luke ayuda al pequeño droide a subir la empinada rampa de acceso a la nave minera de Gideon. El interior está oscuro sin llegar a ser tétrico. Como la mayor parte de las neves mineras, la nave de Gideon consiste principalmente en una baqueteada bahía de carga para llevar mineral a un molino. Los motores repulsores, lentos pero potentes, se encuentran directamente a popa de la bahía de carga. Los camarotes de la tripulación, que Gideon mantiene impecables pero sin decoración, están organizados tanto para el confort como para la eficiencia.
Gideon sube la rampa de acceso de la esclusa, luego conduce a Luke a un asiento. Pocos instantes después, abandonan el asteroide de Ire Eleazari y avanzan pesadamente hacia el centro turístico de Tol Ado.

Recuerda que Luke deja su ala-X en el asteroide de Ire Eleazari. Puede necesitar el caza más tarde.

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