domingo, 15 de agosto de 2010

El honor de los Jedi (107)

107
Luke entra al Bloque de la Muerte. El bloque entero está construido con brillante metal negro diseñado para infundir miedo y desesperación en los corazones de los detenidos. Un breve pasillo se abre directamente a la sala de interrogaciones en el primer piso.
A la derecha de Luke, un ascensor personal se alza hacia las tenebrosas alturas del bloque. En alguna parte, ahí arriba, acechan 50 soldados de asalto. Luke toma el ascensor al segundo nivel, donde sabe que se encuentra Erling Tredway en una celda oscura. La pasarela de metal del exterior de las celdas retumba a cada paso que da.
De pronto, una luz se enciende delante de él.
-Está en el nivel equivocado -informa un megáfono.
Luke se lleva la mano al sable de luz, aunque le serviría de poco contra rifles bláster y cañones iónicos.
-¡Es un intendente! -exclama el megáfono-. ¡No debería estar aquí!
Luke sale fuera del alcance de la luz, pero una docena de blásteres y dos cañones iónicos disparan igualmente. Los disparos rebotan en la pared y la pasarela. Luke se aparta de la pared.
Pisa en el vacío y cae. No sabe si es que ha caminado más allá de la balaustrada, o si los disparos de los imperiales la han desintegrado. Su cuerpo rebota contra alguna pieza de equipo que no logra ver, y luego choca contra el suelo del primer piso. La cabeza le arde de dolor y el estómago le da vueltas. Un instante después, la visión de Luke se oscurece y los sonidos se atenúan hasta que cae inconsciente.

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