lunes, 16 de agosto de 2010

El honor de los Jedi (128)

128
-Todo el mundo al suelo -dice Luke-. Ni respiréis hasta que no haya entrado el último de los imperiales.
Se oculta tras un escritorio. Un instante después, los imperiales entran en la oficina.
-¿Dónde está todo el mundo? -pregunta el primer ayudante.
-Esto va directamente contra el protocolo -comenta otro.
-¡Van a rodar cabezas! -dice Parnell. Su voz proviene de la puerta-. Esto es abandono del deber.
No termina de entrar. Los ayudantes están inspeccionando la oficina. Sólo disponen de unos segundos. Luke tantea su sable de luz. Si puede encargarse de Parnell antes de que...
-¡Eh! -dice un ayudante.
Un disparo de bláster golpea un cuerpo. Luke se pone en pie a tiempo de ver cómo un oficial se desploma. Gideon dispara a otro. Parnell ya ha salido de la oficina. La puerta se cierra con un golpe.
Luke se vuelve al otro extremo de la sala. La puerta que conduce al bloque de celdas también está cerrada. Sobre ella, la videoseñal reza: “Acceso al bloque de celdas: condición Roja”.
-Parece que se nos ha acabado la suerte -dice Gideon.
Comienza a salir gas, siseando desde emisores ocultos.
-Eso parece -dice Luke. Ya empieza a notar cómo se le va la cabeza.

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