Espionaje industrial
Michael Allen Horne
El siguiente
texto es un fragmento de un manual de entrenamiento para agentes de la Oficina
de Servicio Independiente.
Mientras existan secretos empresariales, existirán
individuos lo bastante fanáticos o avariciosos como para tratar de poner sus
manos o tentáculos sobre ellos.
Con la cantidad de actividad empresarial que tiene
lugar en el Sector Corporativo, no debería resultar extraño que el espionaje
industrial sea una importante preocupación. De acuerdo con cálculos recientes, cada
tres minutos tiene lugar algún acto de espionaje en el Sector. Esta es una
especie de guerra secreta entre corporaciones.
La mayor parte del espionaje industrial se realiza
entre compañías rivales, aunque las rivalidades entre divisiones de una misma
corporación a veces llegan a materializarse en espionaje. Esas compañías se ven
involucradas en una feroz competición por su tasa de mercado y el bit adecuado
de información puede suponer la diferencia entre dominar el mercado o
convertirse en un lejano segundón.
Incluso compañías amistosas se mantienen vigiladas
entre sí. Por ejemplo, Deslizadores Ubrikkianos ha sido durante mucho tiempo
patrocinador de la ASC (aunque no sea uno de los signatarios originales). Sin
embargo, oficiales en posiciones elevadas sugieren que agentes leales a
TaggeCo., propietaria de Barredoras y Deslizadores Mobquet, pueden haber usado
una feria industrial, donde Ubrikkianos mostró varios prototipos de vehículos,
para piratear un diseño de refrigerado de motor. Claramente, las compañías que
quieren espiar a las demás lo harán sin importar la situación.
Más del 73% del espionaje industrial está
relacionado con el robo de materiales privados. Esto incluye diseño de
prototipos de equipos (normalmente almacenados hasta que pueda solicitarse o
confirmarse una patente), listas confidenciales de ventas, estrategias de
márquetin y materiales de campañas publicitarias.
Otro tipo de espionaje trata acerca de amenazar con
revelar datos comprometedores de los empleados o ejecutivos de un competidor.
Esas técnicas pueden ser usadas como una forma de chantaje contra la compañía.
Más frecuentemente, se contacta directamente al individuo en cuestión del que
se dispone de información dañina y se le ordena boicotear trabajos activos para
que esa información no vea la luz.
Por supuesto, esto no es todo lo que hay. Los
agentes de las corporaciones pueden robar propiedades físicas, como equipo o
herramientas. Puede perderse un tiempo muy valioso rastreando maquinaria
robada.
Formas más sutiles de espionaje pueden ser
altamente efectivas. Por ejemplo, un saboteador industrial puede dejar datos
incriminatorios sobre dos ejecutivos en los terminales del otro. Los dos
comenzarán una larga guerra de oficinas que con el tiempo acabarán llevando a
la compañía a la quiebra.
Una forma más dañina de este juego implica la
violencia. Bien contra la propiedad o contra los individuos, es una
preocupación creciente. Sabotear laboratorios u oficinas, asesinar líderes de
las corporaciones o provocar malestar en los trabajadores puede hacer caer a
niveles inaceptables los beneficios de una compañía exitosa.
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