miércoles, 7 de abril de 2010

El honor de los Jedi (91)

91
-¡Corred cuanto podáis! -grita Luke, lanzándose por el pasillo a toda velocidad.
-¿Estás loco? -responde gritando gideon, siguiéndole.
Apenas han progresado una docena de metros cuando una corriente eléctrica corre por las extremidades de Luke, enviando dolorosas ondas hacia su cerebro desde sus tobillos y muñecas. Sus músculos tiran de sus huesos con tanta fuerza que se endereza como una tabla. Un momento más tarde, se relajan, pero descubre que ya no tiene control sobre su cuerpo. Sus rodillas se tambalean y se derrumba sobre el suelo, dejándose envolver por el aturdimiento como una gran ola cayendo sobre la arena de la playa. Gideon y Sidney caen cerca de él.
El oficial de escolta camina hacia Luke, pulsando un pequeño botón en su cinturón.
-Ahora sabes por qué los llamamos grilletes de conmoción. -Activa su comunicador y llama a las tropas de asalto-. Olvidad el droide; sólo era una distracción.
Luke trata de responder, pero descubre que su aparato vocal está tan paralizado como el resto de su cuerpo. Un oscuro telón desciende sobre sus ojos y se siente caer en un intranquilo sueño.

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