domingo, 26 de junio de 2011

El honor de los Jedi (125)

125
-Lo siento, Erling -dice Luke.
Erling traga saliva, palideciendo de golpe.
-Lo entiendo. Vete; ya ha muerto demasiada gente por mi culpa.
Tormey devuelve a Luke su sable de luz.
-Nadie puede sobrevivir solo en la instalación subterránea. Si quieres quedarte, eres bienvenido.
Luke niega con la cabeza.
-No puedo.
Tormey escolta a Luke al borde de la ciudad.
-Que el manto oscuro te oculte de los enemigos -dice.
-Y a ti también -dice Luke.
Luke avanza rápidamente en la oscuridad. Aunque la imprudencia de Erling había causado la muerte de dos buenos amigos, Luke siente que está mal dejarlo con los fugitivos. Pero no tiene otra elección; los hombres de Warburton lo superaban en número por cinco a uno, y ellos tenían armas. No respetar su ley sólo haría que le matasen. Además, tiene muchas más posibilidades de conseguir escapar sin Erling a su lado.

Luke tiene razón. Sin Erling a su lado, finalmente encuentra un camino de salida de la instalación subterránea y se cuela a bordo de una lanzadera de suministros. Sin embargo, cuando regresa a la base y presenta su informe, tanto el general Dodonna como Mon Mothma parecen decepcionados con él. Esta misión ha terminado con un fracaso para Luke; regresa a la sección uno y prueba de nuevo.

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