martes, 24 de junio de 2014

Crisis de fe (VI)



Era media mañana, y Trevik estaba de nuevo sujetando la copa de néctar junto a la Reina, cuando uno de los cabello tormentoso entró inesperadamente en la Morada de los Huéspedes con un informe urgente.

Las fuerzas del gran almirante Thrawn habían abandonado la caravana estelar y avanzaban hacia los límites de la Ciudad Roja.

-Excelente –dijo Nuso Esva, casi con un tono de ansiosa satisfacción en su voz-. ¿Está todo preparado?

-Todo está preparado –confirmó el otro cabello tormentoso.

Nuso Esva se volvió hacia la Reina.

-¿Sus fuerzas también están dispuestas como ordené, oh, Reina?

Los ojos de Trevik se desviaron hacia la litera de la Reina. ¿Los Soldados de la Reina, como Nuso Esva había ordenado? ¿Había ordenado?

Semejante desfachatez debería haber causado que Nuso Esva recibiera palabras de dura reprimenda, tal vez incluso la muerte a manos de los Soldados que mantenían su vigilancia habitual en el exterior de la Morada. Pero para aún mayor sorpresa de Trevik, la Reina no respondió de ninguna de las dos maneras.

-Están dispuestas de ese modo –dijo en su lugar-. ¿Está seguro de que sus armas pueden detener a las fuerzas invasoras?

-Harán algo más que simplemente detenerlas, oh, Reina –dijo Nuso Esva con torva satisfacción-. Hoy es el comienzo de su dominio final sobre este mundo.

De nuevo, Trevik miró de soslayo a la Reina. Pero esta vez, su mirada subrepticia iba acompañada de una oleada de incomodidad que le recorrió el cuerpo como una columna de humo negro. ¿Qué quería decir Nuso Esva con dominio? Dentro de dos años, la Reina de los Blancos se alzaría, el aire cambiaría, y la Reina de los Rojos moriría. Los Circúleos entrarían en hibernación en la ciudadela inferior del palacio, desde donde se alzarían y alumbrarían una nueva Reina cuando regresara su parte del ciclo. Una vez que la ciudadela quedara sellada, los Midlis, los Soldados y los Obreros comenzarían el largo viaje a la Ciudad Blanca; allí, aquellos que sobrevivieran a la dura experiencia, se reunirían con la descendencia de la Reina de los Blancos. Dieciocho años más tarde, se alzaría la Reina de los Negros, y el ciclo comenzaría de nuevo.

Pero la Reina de los Rojos –la actual Reina de los Rojos- seguiría llevando mucho tiempo muerta. ¿A qué podría referirse Nuso Esva al hablarle de su dominio sobre Quethold?

Trevik no tenía ni idea. Pero tampoco tenía ninguna duda de que, fuera cual fuese el significado, no iba a gustarle.

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