Los
ocho transportes se posaron en el límite de la Ciudad Roja, aterrizando en un
espaciado semicírculo en la llanura justo fuera del anillo más externo de
hogares de Obreros. La formación en semicírculo era algo muy típico de Thrawn,
observó Fel mientras él y sus tres escuadrones de cazas TIE proporcionaban
vuelo de cobertura sobre la zona de aterrizaje. La Avenida del Sol Poniente, el
camino que les conduciría al este, hacia la ciudad, era el punto de entrada
designado, y Fel conocía comandantes que habrían centrado automáticamente sus
fuerzas en ese vector para proporcionar máxima cobertura de flanqueo al avance
principal.
Pero
Thrawn hacía las cosas con algo más de sutileza. En lugar de eso, este
semicírculo estaba centrado en un arroyo que fluía en dirección oeste-sudoeste
a través de la ciudad, cruzando la hilera de transportes más o menos a medio
kilómetro al sur de la Avenida del Sol Poniente. La suave pendiente de las orillas
del arroyo ofrecía otro amplio punto de entrada, uno que un comandante
inteligente y poco convencional podría elegir explotar. Ciertamente era una
táctica que Thrawn podría llegar a usar, y una que sin duda Nuso Esva habría
anticipado.
Como
era de esperar, en ese momento Fel podía ver movimiento en las partes más
internas de la ciudad, las zonas de los Midlis y los Circúleos protegidas por
los paraguas de escudo de Nuso Esva. Algunos de los Soldados quesoth que habían
sido desplegados estaban abandonando el centro de la ciudad y descendiendo la
colina siguiendo el curso del arroyo hacia el puñado de baluartes naturales en
las orillas.
Fel
sonrió ampliamente. Nuso Esva no sabía que la mayoría de los transportes que se
dirigían contra él, incluyendo el que se encontraba en el curso del arroyo,
eran sólo para aparentar.
-¿Comandante
Fel? –dijo la voz de Thrawn por el comunicador del casco de Fel.
-Hasta
ahora, no hay resistencia, almirante –informó Fel-. Veo Soldados desplegándose
hacia el arroyo, pero hasta ahora todo el mundo permanece bien dentro de la
zona de escudos.
-¿Puede
verse alguno de los cañones láser?
Fel
se tomó un momento para mirar al tablero táctico compacto de su caza, deseando por
un instante estar en su interceptor TIE habitual, con su conjunto de
instrumentos mejorado. Pero, por supuesto, el interceptor, más nuevo y elegante,
no habría funcionado igual de bien para esta misión en concreto.
-Nada
a la vista –dijo-. ¿Hago una pasada por los agujeros más grandes del escudo
para ver si puedo atraer algún disparo?
-Aún
no, comandante –dijo Thrawn con esa mezcla de respeto, paciencia y diversión
que Fel había advertido que parecía usar el gran almirante siempre que hablaba
con él-. ¿Hemos interceptado ya alguna de las órdenes de la Reina?
-Negativo
también en eso, señor –dijo Fel-. Probablemente todavía estemos demasiado lejos
para recibir nada de los altavoces.
-Siga
en ello –le indicó Thrawn-. Quiero saber el instante en que comiencen a
escuchar Lenguaje de Soldado. ¿Comandante de blindados?
-Comandante
de blindados al habla –dijo por el canal una voz plana, no humana.
-¿Están
preparados los juggernauts?
-Lo
están.
-Despliegue
los juggernauts.
Fel
hizo virar su caza en un giro cerrado hacia el transporte que se encontraba al
otro lado de la Avenida del Sol Poniente. La puerta de acceso se abrió
deslizándose en la parte superior curva del vehículo y un juggernaut apareció a
la vista, veintidós metros de armas y blindaje pesado, moviéndose un poco
torpemente sobre sus diez ruedas mientras maniobraba para salir al camino. Se
había estabilizado y comenzaba a avanzar hacia la ciudad cuando apareció el
segundo tanque, siguiendo por las marcas que había dejado el primero. Se puso
en marcha por el camino justo cuando se hizo visible el que iba tras él.
Fel
asintió para sí mismo y viró de nuevo trazando una curva hacia la ciudad. Si
los tres primeros juggernauts habían conseguido salir sin problemas, no tenía
ninguna duda de que los seis restantes lo harían de igual modo.
Mientras
tanto, sus TIEs tenían otra tarea que hacer.
-Escuadrón
Gris, formad a mi alrededor –ordenó Fel por su comunicador-. Barrido completo
sobre la ciudad. Veamos qué agujeros encontramos para disparar por ellos.
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