¿A alguien le apetece una partida de sabacc?
Bill Slavicsek y Eric S. Trautmann
El juego del sabacc se ha jugado desde hace miles de años, remontándose a los remotos días de la Antigua República. Pueden encontrarse mesas de sabacc en los casinos más lujosos, o en peligrosos establecimientos de mala muerte, y en cualquier otro lugar.
El sabacc se juega con una baraja de 76 cartas-chip. Mediante el uso de
microcircuitos en las cartas-chip, los valores de las cartas cambian aleatoriamente,
activados por impulsos electromagnéticos enviados por el crupier.
Hay cuatro palos en la baraja: Espadas, Báculos, Frascos, y Monedas.
Cada palo consiste en once cartas numeradas (marcadas del uno al once) y cuatro cartas de rango: el
Comandante, la Dama, el Maestro y el As (numeradas del 12 al 15).
También hay dieciséis cartas de figura (dos de cada una de las ocho diferentes
cartas), con nombres, símbolos y valores especiales. Son el Idiota (0), la
Reina del Aire y la Oscuridad (-2), la Resistencia (-8), el Equilibrio (-11),
la Muerte (-13), la Moderación (-14), el Maligno (-15) y la Estrella (-17).
Cuando se reparte una mano, el crupier pulsa un botón en la mesa que
envía una serie de pulsos electrónicos aleatorios, que varían los valores de
las cartas. Los valores de las cartas pueden cambiar en cualquier momento, y se
dice que esta aleatoriedad salvaje es lo que hace que el sabacc sea tan
popular.
Durante varias rondas de apuestas y faroles, los jugadores observan y
aguardan a que sus cartas cambien. Pueden bloquear cualquiera de sus
cartas-chip, o incluso todas, colocándolas en el campo de interferencia de la
mesa (ubicado en el centro de la superficie de juego); la carta se queda “congelada”
en ese valor.
El sabacc se juega en manos y partidas (una partida puede tener muchas
manos). El objeto del sabacc es tener la mayor suma del valor de las cartas que
sea menor o igual a veintitrés. Si un jugador tiene un total que sea mayor que
veintitrés, menor que veintitrés negativo, o igual a cero, se dice que se ha bombardeado. A cada jugador se le
reparten dos cartas-chip para empezar, y siempre debe tener al menos dos
cartas-chip en su mano.
El sabacc tiene dos botes distintos. El primer bote, llamado el bote de la mano, se lo lleva aquel que
gane una mano en concreto. El segundo es el bote
de sabacc, que sólo puede ganarse de una de dos formas.
En las manos de sabacc, un jugador gana si todos los demás se plantan o
si bloquea la mayor suma de cartas que sea menor a veintitrés. Si dos o más
jugadores empatan, participan en una muerte
súbita: a cada jugador se le reparte de la baraja una carta-chip que debe
sumarse a su mano bloqueada. La mejor mano después de este reparto gana el bote
de la mano. Si sigue habiendo un empate, el bote se reparte.
Hay dos modos de ganar el bote de sabacc. El primero, cuando un jugador
tiene un total de exactamente 23, se le llama sabacc puro. El segundo es el arreglo
de idiota, que consiste en que el jugador tiene una carta de figura del
Idiota (0), una carta por valor de dos y una carta por valor de tres... ¡un
veintitrés literal! En la mayoría de mesas, un arreglo de idiota supera a un
sabacc puro. La partida termina cuando se ha ganado el bote de sabacc.
Algunos jugadores han encontrado un modo de hacer trampa en el sabacc
usando una carta-chip trucada llamada skifter. Un skifter permite al jugador
cambiar su valor golpeando la esquina de la carta. El jugador aguarda hasta que
consigue el valor exacto que desea. Por supuesto, dejarse atrapar usando un
skifter es un buen modo de acabar en el lado equivocado de un bláster...
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