jueves, 14 de febrero de 2013

El relato de Starter

El relato de Starter
Peter Schweighofer

El grupo de amigos se arrastró de vuelta a través de las calles del puerto estelar de Wroona a la fosa de atraque donde carguero de Platt, el Última Oportunidad, estaba amarrado junto al Estrella Luudriana de Tru'eb. Todos subieron a bordo del Última Oportunidad y se acomodaron en el salón de la tripulación.
Dirk Harkness y Jai Raventhorn se dejaron caer en un viejo y rancio diván wrooniano, mientras Tru'eb se tomaba su tiempo para colocarse a sí mismo y a sus vestiduras en el trono de piel de nashtah que Platt había ganado en una retorcida partida de sabacc. Starter fue directo a la caja tallada de bebidas de Platt y comenzó a hurgar en ella. Sacó unas copas, después vertió cantidades generosas de tovash gruviano en cada una.
Platt tomó una copa y se sentó en la silla de mando cerca de la estación de ingeniería auxiliar en un extremo de la cabina. Starter repartió el resto de copas, tomó un sorbo de la suya y se apoyó contra el mamparo, cerca de la escotilla del puente. Todo el grupo se quedó en silencio mientras cada persona tomaba un sorbo de su bebida y contemplaba el fondo de su copa.
-Eh, muchachos, ¿alguna os he hablado de la vez que hice la carrera Kessel en menos de siete parsecs? -dijo Starter, rompiendo el contemplativo silencio.
Platt le miró con una ceja levantada.
-¿En serio? Solo simplemente afirmaba que lo hizo en menos de 12 años. Al menos eso era algo creíble...
-¡No, en serio! –declaró Starter entre las risas de todos-. Hice la carrera Kessel en menos de siete parsecs. En serio. Al final, mi hiperimpulsor estalló, pero valió la pena. Ya ves. Acababa de comprarle a Jabba el hutt aquellos planos secretos robados...
-Déjame adivinar, ¿eran los planos de la segunda Estrella de la Muerte, verdad? -reprendió Jai-. ¿Esto no va a ser otra historia sobre cómo tú solo destruiste un Destructor Estelar, no?
-Esperemos que la cuente de forma un poco más elocuente que su primera historia -dijo Tru'eb-. Aunque yo seré el primero en admitir que la elocuencia no es una de las cualidades más brillantes de Starter.
-Hey, esta es una gran historia -declaró Starter-. Mucho mejor que la del Destructor Estelar...

***

El caza ala-X solitario salió del hiperespacio y se desvió hacia el gran gigante gaseoso en el sistema Anoat. Starter trató de mantener su rumbo estable, pero su hiperimpulsor probablemente estuviera ahora mismo cayéndose por la parte trasera del caza. Antes, volar a través del hiperespacio demasiado cerca de fuertes sombras gravitacionales prácticamente había destrozado el hipermotor... ahora era completamente inútil.
Starter sacó una tableta de datos de la parte trasera de la cabina y volvió a examinarlo detenidamente. La información que había descargado de las conexiones informáticas ilegales de Jabba tendría un valor incalculable para la Alianza Rebelde. Nadie le creería si no tenía pruebas de los planes del Imperio. Si pudiera conseguir llevar la tableta de datos a la base rebelde en Renforra antes de que el Imperio supiera que la tenía y le lanzase los cazadores de recompensas... o antes de que Jabba descubriera que las cuatro cajas de ryll que pagó por la información eran realmente arena azul seca de los fondos marinos de Wroona...
El ala-X de Starter atravesó la atmósfera superior del gigante gaseoso y pronto rasgó a través de las nubes. Su droide astrogación lo llamó Bespin, pero no iba a confiar en ese cubo de basura después de ese último salto al hiperespacio. Supuestamente había un asentamiento minero en algún lugar de ese planeta...
Una voz crepitó sobre el canal de comunicaciones de su nave.
-Nave no identificada, mantenga su curso actual y transmita códigos de identificación.
Starter miró a estribor y descubrió el coche de las nubes de doble vaina que volaba en paralelo a él.
-Aquí Stitar capitán del Cachorro Rastreador... mi nave exploradora ha recibido graves daños, necesita reparaciones. -Starter volvió a mirar a la tripulación del coche de las nubes en busca de alguna indicación de si se estaban tragando su historia-. Apuré un poco al límite mi último salto al hiperespacio y freí mi hipermotor. ¿Puedo conseguir algún permiso para aterrizar y hacer reparaciones?
Se dio cuenta de la mirada que el piloto del coche de las nubes lanzó sobre el Ala-X. Con suerte no distinguiría un destartalado ala-X modificado con los estabilizadores-S cerrados de una nave exploradora remendada. Starter estaba comenzando a ponerse tenso: si ese encuentro se convertía en un combate aéreo, estaría atrapado en el sistema sin tener donde acudir en busca de reparaciones.
-Cachorro Rastreador -crepitó la voz a través del canal de comunicaciones-. Tiene autorización para aterrizar en la pista de atraque 142. Se enviará un equipo de reparaciones a su lugar de aterrizaje poco después de que tome tierra.
El coche de las nubes viró y se alejó, continuando su patrulla.
Ante él, una inmensa ciudad flotaba por encima de las nubes. Starter viró su ala-X hacia ella y buscó con su escáner la baliza que marcaba la plataforma de atraque 142. Cuando fijó la baliza, se dirigió directa a ella y posó con cuidado su caza estelar sobre la plataforma de atraque.
No había nadie a la vista, ni siquiera los técnicos que Starter esperaba que aparecieran pronto para trabajar en el hiperimpulsor de su ala-X. Saltó de la cabina, tableta de datos en mano, y se dirigió hacia el panel de acceso de los sensores del ala-X. Se sentiría más seguro si la tableta de datos con la información secreta estuviera oculta en algún lugar de la nave y no en su persona. Si algo le pasaba en Ciudad Nube, al menos la información estaría relativamente segura con la nave. Haciendo que el panel se abriera con un golpe bien colocado, comenzó a hurgar en las entrañas de los sensores, tratando de encontrar un lugar para esconder la tableta de datos.
Detrás de él, oyó que la puerta blindada de la ciudad se abría. Deben ser los técnicos, pensó. Pero cuando se dio la vuelta, se encontró frente a los cazarrecompensas más letales de la galaxia: Zuckuss, Boddu Bocck, Dengar, Beylyssa, 4-LOM, Zardra, y Bossk. Sin duda, el Imperio los había enviado para capturar a Starter y recuperar los datos robados...

***

-¡Tienes que estar de broma! -dijo Platt, incorporándose en su asiento-. No hay forma de que pudieras haber escapado con vida de todos aquellos cazadores.
-No parece posible ni probable que tu afilada lengua te hubiera salvado -agregó Tru'eb-. Aunque podría ser posible que los hubieras aburrido hasta la muerte con una historia igual de increíble.
-Hey, lo explicaré todo... simplemente escuchad la historia -declaró Starter, sirviéndose otra copa.
-Esta historia parece hacerse más larga y más escandaloso cuanto más tovash gruviano viertes en tu garganta -espetó Jai-. Deja algo para nosotros.
Dirk se había desplomado a su lado, roncando.
-Hey, que alguien despierte a Harkness, estoy llegando a la parte que le gustará -dijo Starter.
-¿Qué parte es esa? -pidió Platt-. ¿La parte en la que los cazadores de recompensas te dan una paliza?
-Vale, ¿no me creéis? -desafió Starter-. Sólo recordad que estaba arrinconado en una plataforma de atraque sobre Ciudad Nube. Esas cosas no tienen barandillas de seguridad, ya sabéis...

***

Starter retrocedió, pegando su espalda contra el fuselaje de su ala-X, y su mano se acercó lentamente hacia su pistola bláster pesada.
-Mirad, no os tengo miedo –espetó-. Podría acabar con todos vosotros desde aquí si lo quisiera.
Los cazadores de recompensas siguieron avanzando a lo largo de la pasarela hacia la plataforma de atraque.
Starter tuvo suficiente. Sacó la pistola y la alzó, apuntando a Dengar, el cazador que iba en cabeza. Pero antes de que pudiera apretar el gatillo, una barra de metal atravesó el bláster por encima del gatillo, arrancando el arma de la mano de Starter. Alzó la mirada para ver a Boddu Bocck sonriendo para sí mientras bajaba su ballesta de caza alimentada de diseño personalizado.
-¿Qué esperáis que haga, rendirme? -se burló Starter.
-No -gruñó Dengar-. Esperamos matarte. Mucho.
Gotas de sudor comenzaron a formarse en la frente de Starter. Los cazadores de recompensas se acercaban. Su mente repasaba apresuradamente cada engaño, cada treta que hubiera usado en alguna ocasión, tratando de pensar en algo que pudiera sacarle de este lío. Entonces le vino la idea. Alargó la mano hacia su cinturón del bláster, al bucle donde guardaba su paquete de raciones: una caja cuadrada del tamaño de un puño donde almacenaba los alimentos y líquidos con los que se mantenía durante los largos viajes hiperespaciales en el Ala-X.
-Ésta vez realmente vas a conseguirlo -se burló Beylyssa.
Bossk sólo gruñó.
-Vamos a destrozarte miembro a miembro -dijo Zardra-. Y sabes que sonreiré todo el rato.
-Objetivo adquirido -zumbó IG-88-. Preparado para ser terminado.
Boddu Bocck encajó otro proyectil en su ballesta.
-Hora de morir.
En un rápido movimiento Starter arrancó la caja de raciones de su cinturón y la mantuvo amenazadoramente ante los cazarrecompensas que avanzaban.
-¡No mientras sostenga este detonador fotónico!
Los cazadores de recompensas se detuvieron a unos metros de donde se encontraba Starter.
Beylyssa se volvió hacia 4-LOM.
-Está de broma –dijo-. No existe ningún arma llamada detonador fotónico.
-¿Vas a esperar para comprobarlo? –exclamó Starter. Y diciendo eso, tiró su caja de raciones directamente en medio del grupo de cazadores de recompensas. La mayoría escapó buscando refugio, con sus mentes centradas en el "detonador fotónico", mientras Starter saltaba hacia adelante y agarraba a 4-LOM.
Starter hizo perder el equilibrio al droide y le dio una patada voladora en la cabeza. La cabeza de 4-LOM se alejó volando, y su cuerpo la siguió, tambaleándose al borde de la plataforma de atraque y cayendo hacia Ciudad Nube.
Starter escuchó cómo Beylyssa se le acercaba por detrás: él giró, le golpeó con el codo en el casco, y luego activó el detonador termal que ella guardaba en su cinturón de municiones. La empujó de vuelta al grupo de cazadores de recompensas, esperando que explotase lo suficientemente lejos.
-Te tenemos -se burló Boddu Bocck. Se encontraba a un lado, apuntando con su letal ballesta al pecho de Starter. Al otro lado Starter se encontraba Zardra, también blandiendo un arma bláster de aspecto particularmente peligroso-. Ya eres mío -dijo Bocck.
Starter se echó al suelo de la plataforma de atraque justo cuando Bocck lanzó el proyectil de su ballesta y Zardra disparó su bláster. Los dos cazadores de recompensas cayeron al suelo, muertos.
Starter se abalanzó sobre Zuckuss, golpeándole en la cabeza y echándolo de una patada fuera de la plataforma de atraque. Bossk agarró a Starter por detrás, sujetándole los brazos a los costados y levantándolo en vilo. Starter cambió su peso hacia delante hasta que sus pies estaban de vuelta en la plataforma, y luego hizo girar al pesado trandoshano sobre su cabeza para que siguiera a Zuckuss gritando al viento de Ciudad Nube.
Dengar estaba tratando infructuosamente de desactivar el detonador térmico de Beylyssa. Starter se puso a cubierto justo antes de que explotase.
Se levantó del suelo y se sacudió el polvo que iba asentándose. Se acabaron los cazadores de recompensas, pensó. Entonces una forma enorme salió tambaleándose del humo, gritando:
-¡Terminar! ¡Terminar!
IG-88 se dirigía directamente hacia él.
Starter se echó a un lado y permitió que el gran droide asesino chocarse contra el casco del ala-X. Agarró el torso del droide y lo golpeó contra el ala-X varias veces más hasta que la cabeza de IG-88 colgaba lánguidamente de su cuello.
-Hasta la vista, aliento de metal -dijo Starter mientras empujaba suavemente al droide fuera de la plataforma de atraque.
Parecía tan satisfecho de sí mismo, mirando cómo IG-88 caía a su perdición, que no oyó cómo Boba Fett apagaba su mochila cohete antes de tomar tierra detrás de Starter. Esto es demasiado fácil, pensó Fett para sí mismo mientras golpeaba a Starter en la cabeza...

***

Darth Vader se arrodilló ante el holograma del emperador Palpatine. Fett había llevado al piloto rebelde al Ejecutor y había recogido su recompensa, pero los agentes de Vader estaban teniendo dificultades para quebrar la voluntad del luchador rebelde.
-¿Ha revelado la ubicación de los planos robados, amigo mío? –susurró el Emperador.
-No, maestro, estamos tratando de quebrar su voluntad, pero sin resultado.
-Entonces, tal vez debas utilizar métodos más convincentes -sugirió el Emperador-. Interroga tú mismo a este rebelde. Ciertamente, no podrá resistir el poder del lado oscuro de la Fuerza. Y si no revela ante ti la ubicación de los planes, entonces lo traerás a mi presencia.
-Sí, maestro.
Vader se alzó cuando la imagen del Emperador se desvaneció. Caminó de regreso a su cápsula de meditación, pensando en las formas en las que podía manipular al rebelde para que revelase la ubicación de los datos que había robado.
La puerta de la cámara de Vader se abrió y entró el almirante Ozzel.
-Lord Vader –dijo-. Hemos tratado de quebrar al rebelde utilizando métodos convencionales, pero ya hemos pasado por cinco droides de interrogatorio. Los técnicos dijeron que fueron inhabilitados por algo que llamado sobrecarga sensorial...
-¿Ha revelado algo de utilidad? -le preguntó Vader.
-No, mi señor. Ha estado hablando continuamente durante cada sesión de interrogatorio, pero la mayor parte es un completo sinsentido increíble. Sin duda ese balbuceo irracional es responsable de la desactivación de los droides de interrogatorio...
-Este rebelde parece no verse afectado por sus monstruosidades tecnológicas, almirante. Vamos a ver cómo soporta el poder del lado oscuro de la Fuerza. Tráelo a mi presencia de inmediato.

***

-Parece obvio que tu historia está completamente divorciada de cualquier apariencia de realidad -afirmó Tru'eb-. ¿Has planeado esta secuencia de acontecimientos inverosímiles, o te la estás inventando sobre la marcha?
-Es cierto -declaró Starter-. Mira. Yo acababa de robar datos secretos imperiales.
-Si eran tan importantes, ¿entonces qué contenían los datos que robaste? -desafió Platt.
-Uh, realmente no tuve la oportunidad de comprobarlos a fondo...
-¿Quieres decir que no pediste a tus buenos amigos Vader y el Emperador que te lo dijeran?
-Tal vez no deberías haber matado a todos los cazadores de recompensas -sugirió Tru'eb-. Ellos podrían haberte ayudado a descifrar los datos.
-Todo es cierto -se quejó Starter.
Harkness roncó. Jai también estaba profundamente dormida, con la cabeza apoyada en el hombro de Dirk.
-Bueno, stang. Será mejor que termines la historia -se mofó Platt-. Tru'eb y yo nunca vamos a poder dormir esta noche si no escuchamos cómo escapaste de Vader.

***

La parte superior de la cámara de meditación de Darth Vader se levantó con un zumbido ominoso cuando Starter fue conducido a la sala. El soldado que lo escoltaba se hizo a un lado, mirando nerviosamente a sus pies. Starter podía sentir la fría mirada de Lord Vader fija sobre él.
-¿Qué has hecho con los datos robados? -Vader le preguntó con atronadora voz de bajo.
-Yo no sé nada de ningún robo de información secreta, ¿sabe? -comenzó Starter, haciendo un gesto con las manos y encogiéndose de hombros-. Estaba en mi camino de Dantooine a Alderaan cuando me olvidé de que lo había hecho estallar, así que tuve que dar un rápido rodeo, pero mi hiperimpulsor estaba frito, ¿sabe? Así que tuve que aterrizar en Ciudad Nube para hacer reparaciones y luego...
-¡Basta! -le gritó Vader-. Ahora, me dirás la localización de los planos secretos que robaste.
Starter miró al soldado que estaba junto a él... quien probablemente estaba más asustado que Starter en presencia del Señor Oscuro.
-Supongo que es mejor que haga lo que dice Vader -le dijo al soldado. El soldado miró nerviosamente hacia Vader... y Starter le golpeó en el costado de la cabeza con el puño. Antes de que el guardia cayera sobre la cubierta. Starter agarró su pistola bláster y giró para apuntar hacia Vader.
Varias ráfagas de energía salieron disparadas del bláster, fallando a Vader totalmente, pero golpeando la consola de mando del interior de su cámara de meditación. La mitad superior de la cámara bajó rápidamente y encerró a Vader dentro antes de que el señor oscuro pudiera siquiera gritar de frustración.
Saliendo como una exhalación por la puerta, Starter disparó a algunos oficiales y soldados imperiales en el puente mientras se dirigía a los turboascensores. Se abrió camino a disparos entre las tropas imperiales hasta uno de los muelles de atraque principales, donde encontró una lanzadera clase Lambda esperando en punto muerto. Después de eliminar a los soldados de asalto que montaban guardia, Starter subió corriendo la rampa de entrada, noqueó al piloto, y salió disparado de la bahía de atraque hacia la libertad...

***

-Y así es como robé la lanzadera Tydirium que utilizaron para la operación de Endor -dijo Starter con orgullo-. La propia Mon Mothma se ofreció a renunciar a su puesto para dejarme dirigir la Alianza Rebelde... pero yo no podía separarme de mis alas-X. Tenía que volver a la línea de fuego y seguir volando.
-Ahora sí que lo he oído casi todo -dijo Platt. Se arrastró fuera de la silla y empezó a rebuscar en un contenedor de almacenamiento empotrado en el mamparo-. Quiero decir, Starter, que puedo entenderlo si fuiste capturado por los imperiales, ¿pero ser interrogado por el propio Vader? ¿Y escapar sin ayuda? ¿En la Tydirium? No me creo ni una palabra de eso.
-En serio, Starter, ¿por qué Mon Mothma, distinguida líder y diplomática, renunciaría para dejar que un piloto fanfarrón como tú dirigiera la Alianza? -preguntó Tru'eb-. Y realmente no puedo creer que rechazases esa oferta y volvieras a pilotar alas-X. Si alguien creyera que sabe cómo dirigir la Alianza Rebelde mejor que Mon Mothma, sin duda considero que esa persona podrías ser tú perfectamente.
-No puedo creer que no estéis tomando en serio mis profundamente personales experiencias de batalla -dijo Starter, dejándose caer en la silla de Platt-. Todo sucedió tal y como os lo he contado.
-Shh -susurró Platt, extrayendo una manta del compartimiento de almacenamiento empotrado en el mamparo. Extendió la manta por encima de Jai y Dirk-. Ellos tuvieron la idea correcta -dijo, señalando a los dos, roncando sonoramente en el diván-. Creo que he escuchado suficientes historias para un día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario