El relato de Starter
Peter Schweighofer
El grupo de amigos se arrastró de vuelta a través de las calles del
puerto estelar de Wroona a la fosa de atraque donde carguero de Platt, el Última Oportunidad, estaba amarrado
junto al Estrella Luudriana de Tru'eb.
Todos subieron a bordo del Última
Oportunidad y se acomodaron en el salón de la tripulación.
Dirk Harkness y Jai Raventhorn se dejaron caer en un viejo y rancio diván
wrooniano, mientras Tru'eb se tomaba su tiempo para colocarse a sí mismo y a
sus vestiduras en el trono de piel de nashtah que Platt había ganado en una
retorcida partida de sabacc. Starter fue directo a la caja tallada de bebidas
de Platt y comenzó a hurgar en ella. Sacó unas copas, después vertió cantidades
generosas de tovash gruviano en cada una.
Platt tomó una copa y se sentó en la silla de mando cerca de la
estación de ingeniería auxiliar en un extremo de la cabina. Starter repartió el
resto de copas, tomó un sorbo de la suya y se apoyó contra el mamparo, cerca de
la escotilla del puente. Todo el grupo se quedó en silencio mientras cada persona
tomaba un sorbo de su bebida y contemplaba el fondo de su copa.
-Eh, muchachos, ¿alguna os he hablado de la vez que hice la carrera Kessel
en menos de siete parsecs? -dijo Starter, rompiendo el contemplativo silencio.
Platt le miró con una ceja levantada.
-¿En serio? Solo simplemente afirmaba que lo hizo en menos de 12 años.
Al menos eso era algo creíble...
-¡No, en serio! –declaró Starter entre las risas de todos-. Hice la
carrera Kessel en menos de siete parsecs. En serio. Al final, mi hiperimpulsor
estalló, pero valió la pena. Ya ves. Acababa de comprarle a Jabba el hutt aquellos
planos secretos robados...
-Déjame adivinar, ¿eran los planos de la segunda Estrella de la
Muerte, verdad? -reprendió Jai-. ¿Esto no va a ser otra historia sobre cómo tú
solo destruiste un Destructor Estelar, no?
-Esperemos que la cuente de forma un poco más elocuente que su primera
historia -dijo Tru'eb-. Aunque yo seré el primero en admitir que la elocuencia
no es una de las cualidades más brillantes de Starter.
-Hey, esta es una gran historia -declaró Starter-. Mucho mejor que la
del Destructor Estelar...
***
El caza ala-X solitario salió del hiperespacio y se desvió hacia el gran
gigante gaseoso en el sistema Anoat. Starter trató de mantener su rumbo
estable, pero su hiperimpulsor probablemente estuviera ahora mismo cayéndose
por la parte trasera del caza. Antes, volar a través del hiperespacio demasiado
cerca de fuertes sombras gravitacionales prácticamente había destrozado el
hipermotor... ahora era completamente inútil.
Starter sacó una tableta de datos de la parte trasera de la cabina y volvió
a examinarlo detenidamente. La información que había descargado de las conexiones
informáticas ilegales de Jabba tendría un valor incalculable para la Alianza
Rebelde. Nadie le creería si no tenía pruebas de los planes del Imperio. Si
pudiera conseguir llevar la tableta de datos a la base rebelde en Renforra
antes de que el Imperio supiera que la tenía y le lanzase los cazadores de
recompensas... o antes de que Jabba descubriera que las cuatro cajas de ryll
que pagó por la información eran realmente arena azul seca de los fondos
marinos de Wroona...
El ala-X de Starter atravesó la atmósfera superior del gigante gaseoso
y pronto rasgó a través de las nubes. Su droide astrogación lo llamó Bespin,
pero no iba a confiar en ese cubo de basura después de ese último salto al
hiperespacio. Supuestamente había un asentamiento minero en algún lugar de ese
planeta...
Una voz crepitó sobre el canal de comunicaciones de su nave.
-Nave no identificada, mantenga su curso actual y transmita códigos de
identificación.
Starter miró a estribor y descubrió el coche de las nubes de doble
vaina que volaba en paralelo a él.
-Aquí Stitar capitán del Cachorro
Rastreador... mi nave exploradora ha recibido graves daños, necesita
reparaciones. -Starter volvió a mirar a la tripulación del coche de las nubes en
busca de alguna indicación de si se estaban tragando su historia-. Apuré un
poco al límite mi último salto al hiperespacio y freí mi hipermotor. ¿Puedo
conseguir algún permiso para aterrizar y hacer reparaciones?
Se dio cuenta de la mirada que el piloto del coche de las nubes lanzó
sobre el Ala-X. Con suerte no distinguiría un destartalado ala-X modificado con
los estabilizadores-S cerrados de una nave exploradora remendada. Starter
estaba comenzando a ponerse tenso: si ese encuentro se convertía en un combate
aéreo, estaría atrapado en el sistema sin tener donde acudir en busca de
reparaciones.
-Cachorro Rastreador -crepitó
la voz a través del canal de comunicaciones-. Tiene autorización para aterrizar
en la pista de atraque 142. Se enviará un equipo de reparaciones a su lugar de
aterrizaje poco después de que tome tierra.
El coche de las nubes viró y se alejó, continuando su patrulla.
Ante él, una inmensa ciudad flotaba por encima de las nubes. Starter
viró su ala-X hacia ella y buscó con su escáner la baliza que marcaba la
plataforma de atraque 142. Cuando fijó la baliza, se dirigió directa a ella y posó
con cuidado su caza estelar sobre la plataforma de atraque.
No había nadie a la vista, ni siquiera los técnicos que Starter esperaba
que aparecieran pronto para trabajar en el hiperimpulsor de su ala-X. Saltó de
la cabina, tableta de datos en mano, y se dirigió hacia el panel de acceso de
los sensores del ala-X. Se sentiría más seguro si la tableta de datos con la
información secreta estuviera oculta en algún lugar de la nave y no en su
persona. Si algo le pasaba en Ciudad Nube, al menos la información estaría
relativamente segura con la nave. Haciendo que el panel se abriera con un golpe
bien colocado, comenzó a hurgar en las entrañas de los sensores, tratando de
encontrar un lugar para esconder la tableta de datos.
Detrás de él, oyó que la puerta blindada de la ciudad se abría. Deben ser los técnicos, pensó. Pero
cuando se dio la vuelta, se encontró frente a los cazarrecompensas más letales
de la galaxia: Zuckuss, Boddu Bocck, Dengar, Beylyssa, 4-LOM, Zardra, y Bossk.
Sin duda, el Imperio los había enviado para capturar a Starter y recuperar los
datos robados...
***
-¡Tienes que estar de broma! -dijo Platt, incorporándose en su asiento-.
No hay forma de que pudieras haber escapado con vida de todos aquellos
cazadores.
-No parece posible ni probable que tu afilada lengua te hubiera
salvado -agregó Tru'eb-. Aunque podría ser posible que los hubieras aburrido
hasta la muerte con una historia igual de increíble.
-Hey, lo explicaré todo... simplemente escuchad la historia -declaró
Starter, sirviéndose otra copa.
-Esta historia parece hacerse más larga y más escandaloso cuanto más tovash
gruviano viertes en tu garganta -espetó Jai-. Deja algo para nosotros.
Dirk se había desplomado a su lado, roncando.
-Hey, que alguien despierte a Harkness, estoy llegando a la parte que
le gustará -dijo Starter.
-¿Qué parte es esa? -pidió Platt-. ¿La parte en la que los cazadores
de recompensas te dan una paliza?
-Vale, ¿no me creéis? -desafió Starter-. Sólo recordad que estaba
arrinconado en una plataforma de atraque sobre Ciudad Nube. Esas cosas no
tienen barandillas de seguridad, ya sabéis...
***
Starter retrocedió, pegando su espalda contra el fuselaje de su ala-X,
y su mano se acercó lentamente hacia su pistola bláster pesada.
-Mirad, no os tengo miedo –espetó-. Podría acabar con todos vosotros
desde aquí si lo quisiera.
Los cazadores de recompensas siguieron avanzando a lo largo de la pasarela
hacia la plataforma de atraque.
Starter tuvo suficiente. Sacó la pistola y la alzó, apuntando a
Dengar, el cazador que iba en cabeza. Pero antes de que pudiera apretar el
gatillo, una barra de metal atravesó el bláster por encima del gatillo, arrancando
el arma de la mano de Starter. Alzó la mirada para ver a Boddu Bocck sonriendo
para sí mientras bajaba su ballesta de caza alimentada de diseño personalizado.
-¿Qué esperáis que haga, rendirme? -se burló Starter.
-No -gruñó Dengar-. Esperamos matarte. Mucho.
Gotas de sudor comenzaron a formarse en la frente de Starter. Los
cazadores de recompensas se acercaban. Su mente repasaba apresuradamente cada
engaño, cada treta que hubiera usado en alguna ocasión, tratando de pensar en algo
que pudiera sacarle de este lío. Entonces le vino la idea. Alargó la mano hacia
su cinturón del bláster, al bucle donde guardaba su paquete de raciones: una
caja cuadrada del tamaño de un puño donde almacenaba los alimentos y líquidos con
los que se mantenía durante los largos viajes hiperespaciales en el Ala-X.
-Ésta vez realmente vas a conseguirlo -se burló Beylyssa.
Bossk sólo gruñó.
-Vamos a destrozarte miembro a miembro -dijo Zardra-. Y sabes que sonreiré
todo el rato.
-Objetivo adquirido -zumbó IG-88-. Preparado para ser terminado.
Boddu Bocck encajó otro proyectil en su ballesta.
-Hora de morir.
En un rápido movimiento Starter arrancó la caja de raciones de su
cinturón y la mantuvo amenazadoramente ante los cazarrecompensas que avanzaban.
-¡No mientras sostenga este detonador fotónico!
Los cazadores de recompensas se detuvieron a unos metros de donde se
encontraba Starter.
Beylyssa se volvió hacia 4-LOM.
-Está de broma –dijo-. No existe ningún arma llamada detonador fotónico.
-¿Vas a esperar para comprobarlo? –exclamó Starter. Y diciendo eso,
tiró su caja de raciones directamente en medio del grupo de cazadores de
recompensas. La mayoría escapó buscando refugio, con sus mentes centradas en el
"detonador fotónico", mientras Starter saltaba hacia adelante y agarraba
a 4-LOM.
Starter hizo perder el equilibrio al droide y le dio una patada
voladora en la cabeza. La cabeza de 4-LOM se alejó volando, y su cuerpo la siguió,
tambaleándose al borde de la plataforma de atraque y cayendo hacia Ciudad Nube.
Starter escuchó cómo Beylyssa se le acercaba por detrás: él giró, le golpeó
con el codo en el casco, y luego activó el detonador termal que ella guardaba
en su cinturón de municiones. La empujó de vuelta al grupo de cazadores de recompensas,
esperando que explotase lo suficientemente lejos.
-Te tenemos -se burló Boddu Bocck. Se encontraba a un lado, apuntando
con su letal ballesta al pecho de Starter. Al otro lado Starter se encontraba
Zardra, también blandiendo un arma bláster de aspecto particularmente
peligroso-. Ya eres mío -dijo Bocck.
Starter se echó al suelo de la plataforma de atraque justo cuando
Bocck lanzó el proyectil de su ballesta y Zardra disparó su bláster. Los dos
cazadores de recompensas cayeron al suelo, muertos.
Starter se abalanzó sobre Zuckuss, golpeándole en la cabeza y echándolo
de una patada fuera de la plataforma de atraque. Bossk agarró a Starter por
detrás, sujetándole los brazos a los costados y levantándolo en vilo. Starter
cambió su peso hacia delante hasta que sus pies estaban de vuelta en la
plataforma, y luego hizo girar al pesado trandoshano sobre su cabeza para que
siguiera a Zuckuss gritando al viento de Ciudad Nube.
Dengar estaba tratando infructuosamente de desactivar el detonador
térmico de Beylyssa. Starter se puso a cubierto justo antes de que explotase.
Se levantó del suelo y se sacudió el polvo que iba asentándose. Se acabaron los cazadores de recompensas,
pensó. Entonces una forma enorme salió tambaleándose del humo, gritando:
-¡Terminar! ¡Terminar!
IG-88 se dirigía directamente hacia él.
Starter se echó a un lado y permitió que el gran droide asesino chocarse
contra el casco del ala-X. Agarró el torso del droide y lo golpeó contra el ala-X
varias veces más hasta que la cabeza de IG-88 colgaba lánguidamente de su
cuello.
-Hasta la vista, aliento de metal -dijo Starter mientras empujaba
suavemente al droide fuera de la plataforma de atraque.
Parecía tan satisfecho de sí mismo, mirando cómo IG-88 caía a su
perdición, que no oyó cómo Boba Fett apagaba su mochila cohete antes de tomar
tierra detrás de Starter. Esto es
demasiado fácil, pensó Fett para sí mismo mientras golpeaba a Starter en la
cabeza...
***
Darth Vader se arrodilló ante el holograma del emperador Palpatine.
Fett había llevado al piloto rebelde al Ejecutor
y había recogido su recompensa, pero los agentes de Vader estaban teniendo dificultades
para quebrar la voluntad del luchador rebelde.
-¿Ha revelado la ubicación de los planos robados, amigo mío? –susurró el
Emperador.
-Entonces, tal vez debas utilizar métodos más convincentes -sugirió el
Emperador-. Interroga tú mismo a este rebelde. Ciertamente, no podrá resistir
el poder del lado oscuro de la Fuerza. Y si no revela ante ti la ubicación de
los planes, entonces lo traerás a mi presencia.
-Sí, maestro.
Vader se alzó cuando la imagen del Emperador se desvaneció. Caminó de
regreso a su cápsula de meditación, pensando en las formas en las que podía
manipular al rebelde para que revelase la ubicación de los datos que había
robado.
La puerta de la cámara de Vader se abrió y entró el almirante Ozzel.
-Lord Vader –dijo-. Hemos tratado de quebrar al rebelde utilizando
métodos convencionales, pero ya hemos pasado por cinco droides de
interrogatorio. Los técnicos dijeron que fueron inhabilitados por algo que
llamado sobrecarga sensorial...
-¿Ha revelado algo de utilidad? -le preguntó Vader.
-No, mi señor. Ha estado hablando continuamente durante cada sesión de
interrogatorio, pero la mayor parte es un completo sinsentido increíble. Sin
duda ese balbuceo irracional es responsable de la desactivación de los droides
de interrogatorio...
-Este rebelde parece no verse afectado por sus monstruosidades
tecnológicas, almirante. Vamos a ver cómo soporta el poder del lado oscuro de
la Fuerza. Tráelo a mi presencia de inmediato.
***
-Parece obvio que tu historia está completamente divorciada de
cualquier apariencia de realidad -afirmó Tru'eb-. ¿Has planeado esta secuencia
de acontecimientos inverosímiles, o te la estás inventando sobre la marcha?
-Es cierto -declaró Starter-. Mira. Yo acababa de robar datos secretos
imperiales.
-Si eran tan importantes, ¿entonces qué contenían los datos que robaste?
-desafió Platt.
-Uh, realmente no tuve la oportunidad de comprobarlos a fondo...
-¿Quieres decir que no pediste a tus buenos amigos Vader y el
Emperador que te lo dijeran?
-Tal vez no deberías haber matado a todos los cazadores de recompensas
-sugirió Tru'eb-. Ellos podrían haberte ayudado a descifrar los datos.
-Todo es cierto -se quejó Starter.
Harkness roncó. Jai también estaba profundamente dormida, con la
cabeza apoyada en el hombro de Dirk.
-Bueno, stang. Será mejor que termines la historia -se mofó Platt-.
Tru'eb y yo nunca vamos a poder dormir esta noche si no escuchamos cómo escapaste
de Vader.
***
La parte superior de la cámara de meditación de Darth Vader se levantó
con un zumbido ominoso cuando Starter fue conducido a la sala. El soldado que
lo escoltaba se hizo a un lado, mirando nerviosamente a sus pies. Starter podía
sentir la fría mirada de Lord Vader fija sobre él.
-¿Qué has hecho con los datos robados? -Vader le preguntó con atronadora
voz de bajo.
-Yo no sé nada de ningún robo de información secreta, ¿sabe? -comenzó
Starter, haciendo un gesto con las manos y encogiéndose de hombros-. Estaba en
mi camino de Dantooine a Alderaan cuando me olvidé de que lo había hecho estallar,
así que tuve que dar un rápido rodeo, pero mi hiperimpulsor estaba frito,
¿sabe? Así que tuve que aterrizar en Ciudad Nube para hacer reparaciones y
luego...
-¡Basta! -le gritó Vader-. Ahora, me dirás la localización de los
planos secretos que robaste.
Starter miró al soldado que estaba junto a él... quien probablemente
estaba más asustado que Starter en presencia del Señor Oscuro.
-Supongo que es mejor que haga lo que dice Vader -le dijo al soldado.
El soldado miró nerviosamente hacia Vader... y Starter le golpeó en el costado
de la cabeza con el puño. Antes de que el guardia cayera sobre la cubierta.
Starter agarró su pistola bláster y giró para apuntar hacia Vader.
Varias ráfagas de energía salieron disparadas del bláster, fallando a
Vader totalmente, pero golpeando la consola de mando del interior de su cámara
de meditación. La mitad superior de la cámara bajó rápidamente y encerró a Vader
dentro antes de que el señor oscuro pudiera siquiera gritar de frustración.
Saliendo como una exhalación por la puerta, Starter disparó a algunos
oficiales y soldados imperiales en el puente mientras se dirigía a los
turboascensores. Se abrió camino a disparos entre las tropas imperiales hasta
uno de los muelles de atraque principales, donde encontró una lanzadera clase Lambda esperando en punto muerto. Después
de eliminar a los soldados de asalto que montaban guardia, Starter subió
corriendo la rampa de entrada, noqueó al piloto, y salió disparado de la bahía
de atraque hacia la libertad...
***
-Y así es como robé la lanzadera Tydirium
que utilizaron para la operación de Endor -dijo Starter con orgullo-. La propia
Mon Mothma se ofreció a renunciar a su puesto para dejarme dirigir la Alianza
Rebelde... pero yo no podía separarme de mis alas-X. Tenía que volver a la
línea de fuego y seguir volando.
-Ahora sí que lo he oído casi todo -dijo Platt. Se arrastró fuera de
la silla y empezó a rebuscar en un contenedor de almacenamiento empotrado en el
mamparo-. Quiero decir, Starter, que puedo entenderlo si fuiste capturado por
los imperiales, ¿pero ser interrogado por el propio Vader? ¿Y escapar sin
ayuda? ¿En la Tydirium? No me creo ni
una palabra de eso.
-En serio, Starter, ¿por qué Mon Mothma, distinguida líder y
diplomática, renunciaría para dejar que un piloto fanfarrón como tú dirigiera
la Alianza? -preguntó Tru'eb-. Y realmente no puedo creer que rechazases esa
oferta y volvieras a pilotar alas-X. Si alguien creyera que sabe cómo dirigir
la Alianza Rebelde mejor que Mon Mothma, sin duda considero que esa persona
podrías ser tú perfectamente.
-No puedo creer que no estéis tomando en serio mis profundamente
personales experiencias de batalla -dijo Starter, dejándose caer en la silla de
Platt-. Todo sucedió tal y como os lo he contado.
-Shh -susurró Platt, extrayendo una manta del compartimiento de
almacenamiento empotrado en el mamparo. Extendió la manta por encima de Jai y
Dirk-. Ellos tuvieron la idea correcta -dijo, señalando a los dos, roncando
sonoramente en el diván-. Creo que he escuchado suficientes historias para un
día.
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