lunes, 11 de enero de 2010

El honor de los Jedi (39)

39
-Dejar que Parnell nos lleve a Tol Ado es el medio más seguro que conozco de encontrar a Erling Tredway -dice Luke.
Gideon suspira.
-Espero que sepas lo que estás haciendo.
-Yo también -responde Luke-. ¿Sidney puede escapar por su cuenta?
Gideon gruñe una respuesta afirmativa.
-Le he enseñado cómo manejar el Cubo de Rocas, por si acaso.
Luke se relaja. Erredós llevará su ala-X a la base rebelde más cercana cuando resulte obvio que Luke no va a volver. Todo lo que tiene que hacer es esperar.
Varias horas más tarde, los soldados de asalto abren el armario. Luke y Gideon salen a trompicones, tensos y doloridos por su estrecho confinamiento. Los guardas les escoltan hacia la lanzadera del relevo sin mediar palabra. Cuando suben al interior, Parnell les recibe con un droide médico Emedé Cinco.
-No esperábamos huéspedes -dice el general-. De modo que, ¿qué tal algo para que se relajen hasta que lleguemos a Tol Ado?
Antes de que Luke pueda quejarse, el droide extiende un brazo y le inyecta un potente sedante. Cae en una profunda modorra incluso antes de encontrar asiento.

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