viernes, 27 de marzo de 2009

Relatos de los Jedi: Caballeros de la Antigua República (II)

Arkania — Pista de aterrizaje — Al día siguiente
La nave de Ulic y Cay —el Nebulon Ranger— calienta motores, preparándose para el despegue.
Ulic: Tott Doneeta y mi hermano ya están a bordo el Nebulon Ranger, Maestro Arca. Yo sólo quería darte gracias de nuevo. No te fallaremos.
Arca: Los onderonianos han pedido ayuda para terminar con siglos de guerra. Querrán que luchéis, pero recuerda, Ulic... los Jedi traen paz. Usad vuestras armas como último recurso.
Ulic: Haremos lo que pides, Maestro. Sólo queremos que nos guardes en tus pensamientos.
Arca: En el poder de la Fuerza, yo estaré contigo, Ulic. Pero esto va a ser una prueba de tu fortaleza como Caballero. Tú y tus compañeros debéis crear vuestro propio camino a través de las dificultades que encontraréis. Que la Fuerza os acompañe.
Un momento más tarde, el Nebulon Ranger despega.


Cabina del Nebulon Ranger — Varias horas más tarde
Sonidos normales de la cabina. Un pitido más fuerte.
Cay: Ulic, la computadora de navegación dice que estamos aproximándonos el sistema onderoniano. Sentiremos el efecto de su gravedad cualquier momento.
Ulic: Deja de trastear con los instrumentos, Cay. Relájate. Tott Doneeta me estaba contando más cosas acerca de su planeta natal.
Tott: Como iba diciendo... mi pueblo, los Twi'leks, tenemos una antigua y rica historia de no violencia. Preferimos el intelecto y la astucia a la fuerza bruta.
Cay: Entrando en el pozo de gravedad de Onderon, Ulic. Estoy conectando los motores sublumínicos.
Ulic: Pero yo he oído que algunos Twi’leks han empezado a formar alianzas con seres extraplanetarios, Tott. Incluso con contrabandistas como los Hutts.
Cay: Motores sublumínicos conectados. Entrando en la atmósfera.
Tott: Todas las especies tienen sus miembros perdidos, Ulic. No puedes hacer a una raza responsable de las acciones de...
Una sirena detiene toda la conversación.
Cay: ¡Siento interrumpir vuestra charla con mis problemas, muchachos, pero tengo una bandada de pájaros gigantes en trayectoria de colisión!
Ulic toma los controles.
Ulic: Bien. Angula el escudo deflector, Tott. Haré descender al Nebulon Ranger otros 1.000 metros. Eso debería...
Cay: No parece buena idea, Ulic. La bandada entera está maniobrando para golpearnos.
Ulic: ¿Qué clase de pájaros locos haría...?
Tott: Tengo contacto visual, Ulic. No son pájaros. ¡Son los Jinetes Salvajes! ¡Armados con...
El Nebulon Ranger recibe fuertes golpes. Disparos bláster. Gritos de las Bestias.
Ulic: ...blásteres pesados! Comenzando maniobras evasivas...
Tott: Los deflectores aguantan. ¿Devuelvo el fuego?
Ulic: No. El Maestro Arca nos envió aquí para conseguir la paz. Volaremos a través de la bandada sin disparar un tiro. Cay, avisa la ciudad.
Cay: Estoy en ello. (Activa el comunicador) Atención, ciudad de Iziz. Aquí el Nebulon Ranger, pidiendo permiso para aterrizar. ¡Repito, Nebulon Ranger pidiendo permiso para aterrizar!
Novar: (Una voz orgullosa, distorsionada por el comunicador) Le recibimos, Nebulon Ranger. Le estábamos esperando. Cambie a curso 030 hacia el muelle espacial real.
Ulic: Tenemos un pequeño problema, Iziz. De hecho, estimamos que son de 30 a 40 pequeños problemas. Los Jinetes Salvajes usan nuestra nave para hacer prácticas de puntería.
Novar: Continúe con su actual rumbo, Nebulon Ranger. Nuestras baterías defensivas se encargarán de esos Jinetes Salvajes.
El fuego del cañón pesado de la ciudad golpea a las Bestias.


Exterior del Nebulon Ranger

Jinete 1: Esa nave está logrando abrirse paso. Va a llegar a la ciudad.
Jinete 2: ¡Debemos detenerlo! ¡No debemos permitir que los Jedi alcancen Iziz! ¡Mandaré a mis Jinetes Salvajes tras ellos! (Azuza a su Bestia) ¡¡Hi-yah!!
Jinete 1: ¡Espera! ¡Aquí no! Estamos demasiado cerca del perímetro. Esos turboblásters pueden...
Los turbobláster disparan. Se oye el grito del Jinete Salvaje cuando él y su Bestia mueren carbonizados.
Jinete 1: Demasiado tarde. Otro buen jinete perdido a manos de los moradores de la ciudad. Lo pagarán... con sangre.


Iziz — Pista de aterrizaje
El Nebulon Ranger aterriza en la pista. Se abre la compuerta.
Novar: Caballeros Jedi. Sed bienvenidos. Yo soy Novar, consejero de la Reina Amanoa, gobernante de Iziz.
Ulic: ¿La Reina Amanoa? Habíamos oído que el Rey Ommin gobernaba la ciudad.
Novar: Tristemente, el Rey ha... caído en la oscuridad recientemente. La Reina Amanoa gobierna aquí en su gran nombre.
Ulic: Yo soy Ulic Qel-Droma. Éste es mi hermano Cay. Y éste...
Novar: (Enfurecido súbitamente) ¡¡¡Una forma de vida alienígena!!! ¡¡¡Guardias!!! ¡¡¡Deténganlo!!!!
Tott es abordado por dos corpulentos guardias.
Ulic: (Alarmado) ¿¡¿Eh, qué está pasando?!? ¡Éste es Tott Doneeta, nuestro compañero! Di a tus matones acorazados que...
Novar: (Fríamente) Está estrictamente prohibido que los alienígenas entren en la ciudadela Real. Los protectores Reales se llevarán a éste para... interrogarlo.
Dos sables de luz se encienden simultáneamente.
Ulic: (Enfadándose) ¿¡¿Qué os he dicho?!? ¡¡¡Somos Jedi!!! ¡¡¡¡Soltadle!!!!
Novar: Ten cuidado, Jedi. Las amenazas mortales por tu parte causarán severas repercusiones políticas.
El comunicador de Novar emite un pitido.
Consejero Real: Novar, la Reina ordena conducir a los tres Jedi al salón del trono. ¡¡Enseguida!!


Iziz — Palacio Real — Pasillo / Salón del Trono
Se oye, en la distancia, a la corte real.
Novar: El salón del trono de la Reina está justo enfrente.
Cay: Es una ciudad imponente. ¿No crees, Tott?
Tott: Desde luego, Cay. Cubre cientos de millas cuadradas. Deben de vivir millones de personas dentro de sus muros. Pero le encuentro algo... perturbador.
Ulic: Oh, simplemente estás enfadado por el malentendido en la bahía de atraque, Tott. Recuerda... estamos aquí para restablecer la paz.
Se abre la puerta que da acceso al salón del trono. El murmullo de la corte real desaparece para dejar paso al silencio.
Novar: Caballeros Jedi, ésta es Su Majestad, la Reina Amanoa. Y su hija, la Princesa Galia.
Amanoa: (Con voz vieja y gastada) ¿¿Éstos son los Jedi??
Galia: (Con una voz mucho más joven, de 16 años) Parecen jóvenes sin experiencia.
Ulic: Reina Amanoa, yo soy Ulic Qel-Droma. Éstos son mis compañeros.
Amanoa: Ven, ven, muchacho. Cuando pedimos ayuda para tratar con éstos Jinetes Salvajes, esperábamos a un gran Maestro Jedi. No a unos muchachos.
Ulic: El Maestro Arca ha confiado en nosotros encargándonos la tarea de traer paz a este sistema. Por favor, compréndalo, Reina Amanoa... una vez se una a la República, la fuerza de todos los Jedi estará para servirle.
Amanoa: (No parece impresionada) Un buen discurso, muchachito. Pero nos reservaremos nuestra opinión. Entretanto, déjame presentarte a mi hija, La Princesa Galia.
Galia: Es un honor conocer a un Jedi tan... joven.
Cay: (Irritado) Ohh... Me estoy cansando de esto...
Amanoa: Jedi, como sabéis, estamos infestados por bandidos. Estos Jinetes Salvajes son liderados por un salvaje llamado Oron Kira. Mi pobre hija ni siquiera puede ir al bosque sin cien hombres armados. Pero yo creo que la amenaza se ha vuelto aún más seria. El ataque a tu nave sugiere que los bandidos tienen ahora espías dentro de la propia ciudad. De algún modo, supieron de tu llegada incluso antes que nosotros. Yo…
Explosiones lejanas en el exterior.
Amanoa: ¿Qué fue eso? ¿Novar?
Novar: ¡En pantalla!
La pantalla se activa
Guardia: (En el comunicador, lleno de estática) ...Baluarte norte, dirigiéndose hacia el palacio... ¡Repito, los Jinetes Salvajes han penetrado por el baluarte norte! Se dirigen hacia el...
¡¡Una GRAN explosión, justo en el salón del trono!! Las vidrieras estallan, y el aullido de las Bestias llena la cámara. Comienzan a llover disparos bláster...
Ulic: ¡¡Los Jinetes Salvajes!!
Amanoa: ¡¡Guardias!! ¡¡Protegednos!!
Tott: ¡Por la diosa Twi'lek... es el mismo hatajo de canallas que atacó el Ranger!
Amanoa: Aquí tienes la oportunidad de demostrar la fuerza de tu promesa, Jedi. ¿Nos ayudarás ahora a defender nuestra ciudad?
Ulic: Sí.
Ulic enciende su sable de luz. Cay y Tott hacen lo mismo.
Ulic: Me sentiré muy honrado de hacerlo. ¿Cay, Tott, estáis conmigo?
Cay: ¡Estamos contigo, hermano! ¡¡Vamos!!
Los tres Jedi se lanzan contra los Jinetes Salvajes, tajando y acuchillando.
Amanoa: Ven, hija mía. Huiremos mientras los Jedi retienen a nuestros enemigos.
Galia: (Sorprendentemente vacilante) Pero Madre, yo...
Amanoa: ¡Ven! Mis guardaespaldas personales nos defenderán.
Una Bestia grita en el fragor de la batalla.
Jinete 1: ¡Peste de Jedi!! ¡Mi bestia os comerá vivos!
Una cuchillada del sable de luz, y el golpe húmedo de algo que cae al suelo.
Ulic: ¡Primero tendrás que reinsertarle la cabeza en el cuello!
Cay: ¡Buen trabajo, Ulic!
Ulic: ¡Éstos Jinetes Salvajes no son ningún problema! ¡Entre nosotros y los guardias de palacio, acabaremos con ellos!
Tott: No te precipites demasiado, Ulic. Vi como dos Jinetes Salvajes lograban pasar. Apostaría el rescate de un Hutt a que persiguen a la Reina.....
Ulic: Bien, Tott. Tú y Cay seguidles. Yo mantendré a este grupo ocupado.
Tott: ¿Estás bromeando? ¡No puedes ocuparte de este grupo tú solo!
Ulic: ¡No te preocupes, Tott! ¡Ve! ¡Éstos Jinetes Salvajes son más lentos que un droide de entrenamiento de tercera clase!

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