lunes, 24 de junio de 2013

Guía de planetas para el comerciante independiente

Guía de planetas para el comerciante independiente
Timothy O’Brien

-¡Vamos, To’iir! ¡No tenemos tiempo para quedarnos aquí quietos! –dijo Liadden con urgencia-. ¡Roff tendrá cazadores persiguiéndonos enseguida!
To’iir alzó la mirada de la estación de la computadora de datos y miró con calma a Liadden por encima de sus anteojos de lectura pasados de moda.
-Jovencita, realmente no tenemos tiempo que perder. Yo no pierdo el tiempo. Yo planeo. –To’iir señaló la pantalla-. Observa.
Liadden se acercó con la paciencia y la frustración de una niña siguiendo la corriente a su padre.
En la pantalla podía leerse: Bienvenido a la Guía para el Comerciante Independiente.
Este servicio es ofrecido por la Hermandad Lantillana de Viajeros Espaciales y la información ha sido recopilada por miembros reconocidos. El servicio básico es gratuito. Algunas características están disponibles para los Hermanos Lantillanos por un módico precio. Aunque la Hermandad ha verificado los hechos cuando ha sido posible, ello no implica ni asegura ninguna garantía de veracidad. La Hermandad Lantillana de Viajeros Espaciales no se hará responsable de los posibles daños o pérdidas de beneficios causados, directa o indirectamente, como resultado de los negocios que surjan de esta guía. Introduzca parámetros de búsqueda.
To’iir tecleó una frase: “Apuesta de comerciante.”
Característica restringida. Introduzca su número de registro de la Hermandad y su contraseña.
El twi’lek introdujo su código.
Aceptado. Advertencia: La característica de Apuesta del Comerciante pretende informar a los hermanos al corriente en sus cuotas acerca de mercados potencialmente lucrativos. Estos mercados habitualmente son peligrosos, remotos, y generalmente poco agradables. La Hermandad le desea suerte. Encontradas 4112 entradas. ¿Mostrar o Depurar?
To’iir introdujo sus especificaciones: “Depurar; Borde Exterior.”
Encontradas 682 entradas. ¿Mostrar o Depurar?
“Depurar; El Corte.”
Encontradas 312 entradas. ¿Mostrar o Depurar?
“Depurar; Puerto estelar de servicios limitados, o inferior”, tecleó To’iir.
Encontradas 13 entradas. ¿Mostrar o Depurar?
“Mostrar lista.”
Altor 14, Barab I, Baros, Byss, Chad, Dar’Or, Gamorr, Garban, Kirdo III, Kubindi, Lasat, Ossell II, Toola. ¿Mostrar entradas?
-¿Y ahora qué, To’iir? ¡Necesitamos salir disparados de aquí! –dijo Liadden echando humo.
-Sí, pero ¿salir disparados a dónde? –replicó con diversión el paciente To’iir-. El viaje por el hiperespacio no es como conducir por una carretera de superficie o pilotar un aerodeslizador, jovencita. Debemos tener un destino. Estamos bastante a salvo aquí fuera, pero no podemos esperar eternamente.
El pequeño y arrugado comerciante tecleó bruscamente algunos comandos.
En el helado borde del sistema, el Setenta y Siete Estrellas permanecía inmóvil, tan paciente como su dueño. Liadden, llena de la llama y la velocidad de la juventud, ni siquiera podía permanecer sentada, y daba vueltas por la cabina mientras To’iir revisaba sus datos.
-¡Vamos, To’iir! ¡Vayamos simplemente al primer lugar de la lista! –dijo con urgencia después de una breve espera.
-¿Altor 14? No, no me gustan los altorianos. Los lagartos son demasiado pasivos, y las aves demasiado violentas e impredecibles. Te meterías en peleas con mucha facilidad, estarías en peligro –reflexionó To’iir con aire ausente mientras Liadden se encrespaba-. Además, debemos tener cuidado de ir a un lugar con poca presencia imperial. No te olvides de ese moff. Mira eso. ¿Qué te parece?
Liadden dejó de dar vueltas el tiempo justo para examinar la entrada. Chad.
-¡Genial! ¡Vamos allá! –exclamó Liadden.
-Hmm –murmuró To’iir-. Húmedo y cálido. Malo para mis articulaciones.
-¡Oh, venga ya! ¡Sólo es un agujero para escondernos! ¡No estaremos allá mucho tiempo! –razonó Liadden.
-Puede que nos quedemos allá algún tiempo. Averías en la nave, poco combustible, tal vez problemas locales. Piensa con anticipación. Puede que vayamos a Chad, pero sigo buscando.
To’iir examinó la siguiente entrada. Gamorr.
-Suena bastante peligroso –dijo Liadden-. Aunque no me imaginaba que los gamorreanos tuvieran ningún tipo de comercio.
-Oh, sí que comercian –dijo To’iir-. Los gamorreanos no son estúpidos, sólo simples. Comercian, luchan, cantan, trabajan, forman familias. Igual que el resto del mundo. Esta entrada está en lo cierto acerca de ir al hemisferio en el que ahora es invierno. Mucho más seguro. Me sorprende que no se me hubiera ocurrido antes. Puede que vayamos allí, puede que no. Hay mucho sitio donde esconderse, y creo que aún recuerdo algunas palabras en gamorreano.
Hizo avanzar la siguiente entrada en la pantalla de todas formas. Kubindi.
-Bichos. Odio los bichos –dijo Liadden, con un ligero temblor-. Mejor no.
-La gastronomía kubaz puede ser deliciosa, pero Kubindi parece demasiado ajetreado y avanzado. Si hay imperiales presentes, no es seguro para nosotros. Tal vez en otra ocasión –dijo To’iir con aire ausente.
Liadden se estremeció de nuevo.
-¿Y bien? –preguntó Liadden.
To’iir se frotó la barbilla con la mirada perdida en el espacio.
-Gamorr –dijo finalmente.
-¿Gamorr? ¿Esos bárbaros? ¿Estás de broma? ¡Dime que estás de broma! ¡Nos cortarán en pedazos! –exclamó ella.
-Hmmm, probablemente no. Nos irá bien. Gamorr está lo bastante lejos para que Roff se olvide un poco de nosotros. Además, pagan en metálico –dijo To’iir-. Bueno –añadió volviéndose hacia su computadora de datos-, ¿a dónde podemos ir para conseguir vibrohachas? O tal vez escudos. No sé si los gamorreanos usan escudos. Me pregunto si alguna vez han llegado a pensar en ello...
Liadden hizo un gesto de frustración y se derrumbó en su asiento.

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