miércoles, 2 de septiembre de 2015

Han Solo y el Sector Corporativo

Han Solo y el Sector Corporativo
Michael Allen Horne

Ya deberías saberlo; para mí, vengarme de alguien es robarle hasta la ropa interior.
-Han Solo.

Los siguientes textos son fragmentos de las descripciones dadas por Han Solo a Voren Na’al sobre distintos aspectos del Sector Corporativo.

Historia del Sector Corporativo
El Sector corporativo no ha sido siempre lo que es en la actualidad. En los viejos tiempos era simplemente un lugar donde los negocios podían llegar y lograr unos cuantos créditos sin que se interpusieran demasiados burócratas. Como hombre de negocios emprendedor, semejante situación es muy de agradecer.
Eso fue cuando la República aún era algo respetado, y los negocios se mantenían a raya. Pero las cosas cambiaron... la República se volvió anticuada, perezosa, corrupta. Tipos como el Barón Tagge sabían reconocer una oportunidad cuando la veían. Y, muchacho, el Sector Corporativo decía “oportunidad” a gritos. Tagge y sus colegas echaron mano al pastel, y todo lo que Palpatine quería era una buena tajada. Y a los tipos insignificantes como tú o yo no nos dejaron ni las migas.

El Sector Corporativo
Se dice que allí no importan tus lealtades. Sólo tus créditos. Muchos se apuntan, esperan los meses preceptivos, soportan las comprobaciones de seguridad habituales y pagan las considerables tarifas para conseguir esos largamente ansiados permisos de trabajo, y el Sector Corporativo los atrae.
Lo que no mencionan en los holofolletos son las pegas de los contratos o las tasas de procesado ocultas. Es fácil ganar algunos créditos en el Sector Corporativo, pero sacarlos fuera de la Autoridad para gastarlos es considerablemente más difícil.
Algunos terminan como servidores ligados por contrato, siempre faltándoles sólo unos pocos pagos para quedar libres. Otros acaban simplemente como pienso para banthas. No todos terminan así, claro, pero Rekkon una vez lo comparó con una cinta de ejercicio invisible: por mucho que corras en ella, ella correrá más que tú.
Sin embargo, mucha gente continúa yendo al Sector. Sólo una clase de persona puede medrar allí. Alguien con los talentos adecuados y habilidad para deformar las normas.

Consumismo en el Sector Corporativo
El Sector Corporativo es mucho más que minería, granjas y procesado. Es comercio. Deja que te diga que ese programa suyo de intercambio de materiales y productos es un buen trato. Hacen todo el trabajo duro –bueno, en realidad tienen oficinistas y contables mal pagados para hacer el trabajo duro- y luego pasan todos los bienes y recursos a las empresas patrocinadoras y las compañías regulares, a un coste mayor, por supuesto, quienes a su vez lo convierten todo en miles de millones de objetos diferentes que tú puedes comprar.
Decir que el Sector Corporativo tiene riquezas es como decir que el espacio está vacío. Desde luego, es acertado, pero es mucho más que eso. Esas riquezas se expresan de varios modos. Tienes un amplio rango de productos... de todo, desde deslizadores hasta comunicadores.
No quiero darte la impresión de que el Sector es el único lugar donde puedes encontrar cualquiera de estas cosas; la galaxia es grande. Si te esfuerzas lo bastante en buscar y tienes paciencia, puedes encontrar montones de productos. Es sólo que la mayoría de los planetas no tienen acceso a todas estas mercancías, especialmente en aquellos días cuando tantos cargueros se ocupaban de transportar material de guerra. Los objetos de consumo no tenían una prioridad tan elevada. Y luego están las tarifas y restricciones para ayudar a los mercados indígenas y todo eso. Si piensas demasiado en ello, te dará dolor de cabeza. Así que todo un universo de mercancía interesante recibe una distribución limitada. Y ahí es donde el Sector está más que dispuesto a echarte una mano. Mucho más que dispuesto. Muchísimo más.
Claro, nada de esto te sirve de nada si eres uno de los esclavos en una de sus minas de cristal nova, pero si solamente existiera esa opción, yo no habría tenido ningún interés en ir allí. Hay mucha gente de clase media. Ratas de centro comercial, nuevos ricos, y el favorito de la autoridad: el consumidor descerebrado de toda la vida.
El turismo es uno de sus principales esquemas para amasar créditos, y no se debe a la arquitectura. Te diré a qué se debe: a las compras. Cada año, billones de personas llegan allí en cruceros de lujo, lanzaderas de línea o lo que sea. Y todos llegan a las zonas de mercado libre de Etti IV y Bonadan. Todos buscando la oportunidad de obtener mercancía de alta calidad; algunos incluso la revenden con comisión.
Es de lo más difícil obtener permiso de trabajo o de transporte, pero si eres un turista con tantos créditos que no sabes qué hacer con ellos, entonces el Sector está más que contento de ayudarte. Paquetes de excursiones y toda clase de incentivos esperan a los turistas y a los adictos a las compras. El Sector tiene existencias de casi cualquier cosa disponible en la galaxia, por un precio comparable a lo que pagarías en cualquier otra parte si compras “vice-descuentos” o “selección de comprador”.
Se esfuerzan por presentar instalaciones de ocio. Les gusta ser la panza brillante del Nuevo Orden. Curiosamente, parece que podrían sobrevivirle. No me sorprendería descubrir que la avaricia es más poderosa que el ansia de conquista.
Realmente no hay ningún otro lugar parecido. Si te sedaran y te transportaran a un mundo del Sector y entonces te revivieran, podrías adivinar dónde estás en pocos segundos. Deja que te diga lo primero que ocurre cuando llega el típico turista recién salido del crucero estelar. Nunca falla: se pasa los primeros minutos mirando embobado los anuncios. A mí también me pasó, así que ten por seguro que es cierto. Me refiero a que había visto todos los glamurosos holoanuncios y los habituales anuncios subliminales en las películas y holos realizadas en el Sector Corporativo, pero eso no sirvió para prepararme para cuando realmente estuve allí.
Anuncios con luces, imágenes, aromas, holos tan reales que jurarías que puedes tocarlos: un asalto a los sentidos, día y noche. Crea una atmósfera de carnaval, y vende. Prácticamente todo está cubierto por espacios publicitarios. Mires donde mires hay holopantallas disparándote sus fatuos mensajes publicitarios, altavoces diciéndote cómo resolver un millón de problemas de higiene que ni siquiera sabías que tenías, y cualquier otra cosa que puedas imaginar. En la mitad de los planetas no puedes ver las estrellas debido a las holoplataformas orbitales de diez o veinte kilómetros de largo.
Muchos mundos imperiales están bajo algún programa de austeridad, y los que no tienen el Nuevo Orden grabado en el cerebro. Allí, no distinguirías un holopanel decente aunque lo vieras. Celanon, Nar Shaddaa, Ixtlar... muchos mundos muestran una silueta multicolor... pero incluso esos palidecen ante el brillo de un mundo del Sector Corporativo.
La mayoría de la plebe no tiene acceso a más de tres tipos de carbosirope; en el Sector hay 12. Todo el mundo se acostumbra a ello pasado un tiempo, y ya no puede volver a pensar que pueda ser de otra forma. Personalmente, yo sigo sin soportar cómo las botellas se iluminan al abrirlas.
Supongo que la clase consumidora siempre tiene algo que está ansiosa por conseguir. Ellos son los que trabajan allí en empleos decentes... bueno, supongo que algunos los considerarán decentes, pero yo no tengo paciencia para quedarme quieto en una cadena de montaje. Les ofrecen todo en una brillante bandeja de holoanuncios. A veces incluso tienen los créditos para comprar algunas de esas cosas.
Cadenas de comida rápida, eso es algo en lo que el Sector destaca. ¡No estoy bromeando! Mira lo bien que le va a una de ellas. Puedes encontrar galletas blap y pseudo-chudde en cualquier parte, pero en el Sector vienen con alguna estúpida mascota de holodibujos animados y, ¡bum!, éxito inmediato. Esas cosas se están extendiendo como termitas de roca.
Otra cosa a la que prestan gran interés es al entretenimiento. Muchos de los programas que puedas haber visto a lo largo de los últimos años son un producto del Sector. Especialmente lo relativo al deporte. A la Autoridad le encanta de veras todo lo que esté repleto de acción y con mucho contacto. La Autoridad paga grandes sumas por poner equipos en las ligas imperiales y eso le está comenzando a reportar beneficios. Algunos puristas dicen que el Sector tiene demasiados equipos en relación a su población, que todo es alguna clase de reclamo, pero los aficionados siguen saliendo de todas partes.
Una cosa que me alucina es lo que puedes encontrar oculto en los programas de deportes y las comedias que exportan al resto de la galaxia. Si grabas algunos de ellos y vuelves a reproducirlos, encontrarás toda clase de mensajes extraños. Anuncios, subliminales y no tanto. Como si necesitaran persuadir a la gente para que fuera al Sector Corporativo... hay que experimentarlo para creerlo.

División de seguridad
Lo primero que hay que tener en cuenta cuando estás en el Sector Corporativo es que los Espos tienen distintas prioridades que los matones del Imperio propiamente dicho. En el Imperio, por muchas vueltas que le des, todo es un asunto de política: mantener el Nuevo Orden y la disciplina. El Imperio quiere controlar la parte del pastel de todos y cada uno de los individuos particulares. El Sector Corporativo sólo quiere ganar créditos a espuertas; y la verdad es que lo están haciendo muy bien.
Las fuerzas Espo hacen muchas de las cosas que hacen la OIS y el Ubictorado, pero por distinta razón. No les importa lo que pienses, lo que creas o lo que adores; sólo quieren que te mates trabajando para la compañía. Mientras pagues las tarifas y tasas, nunca tendrás ningún problema, lo que puede llegar a ser reconfortante. Tienen otras formas de ocuparse de ti.
En el Sector gastan muchos créditos en la prevención de crímenes. Eso supone controles y chequeos exhaustivos allá donde vayas. Escáneres de armas hasta en el wagyx, identificadores de ciudadanía, controles de descargos de naves; todo el arsenal. La mayor parte del equipo de detección de armas es pasivo, de modo que la mayor parte de la gente ni siquiera se entera. Compara eso con una barricada de seguridad o un puesto de identificación imperial estándar. Sin embargo, en el Imperio, a nadie le vaporizan por un potenciómetro de kiloergios mal sintonizado. Así que elige.
Presta atención a su política de armamento. No quieren ninguna clase de violencia urbana: los tiroteos, las peleas y cosas similares ensucian las calles. Así pues, aplican como nadie el control de armamento. Te guste o no, un mundo residencial cualquiera del Sector tiene unos estándares más restrictivos que un mundo imperial. La mayor parte de ellos ni siquiera permiten aturdidores sin un montón de licencias.
No soy muy amigo de ir por ahí sin protección, como puedes imaginar, pero la mayor parte de las veces intentar colar las armas es demasiado molesto incluso para mí. Y puedo estar bastante seguro de que el otro tipo tampoco habrá conseguido ir armado.
Desde luego, sigue habiendo gente que da el Salto Final, pero nunca delante de los clientes de pago, si entiendes lo que te quiero decir. En uno de sus mundos capital con clima controlado, uno tiene que ser realmente sutil si quiere vaporizar a un objetivo. Normalmente te atraen a un aislado mundo industrial o un complejo comercial fronterizo donde la seguridad es más laxa.
Otra gran diferencia es la cuestión de la propaganda. No se molestan en hacer de ti un ejemplo a menos que seas miembro de la firma. Vamos, que no les interesa dar mucha publicidad a lo duros que son contra el crimen, porque para empezar eso sería admitir que tienen crímenes.
Los únicos juicios notables que han tenido jamás fueron para los grandes casos de desfalco en el primer año de la Fundación. Después de ese circo, decidieron que las buenas noticias son que no haya noticias. Por otro lado, supongo que el Imperio podría funcionar sin grandes redadas, purgas o sin el Canal de Ejecuciones, pero de algún modo dejaría de ser divertido para ellos, y lo saben.
Todo el mundo sabe que la Autoridad tiene grandes problemas con el crimen organizado y todo eso, pero mientras sean discretos, pueden hacer la vista gorda. Ahora estoy generalizando; los Directores Territoriales establecen sus propias prioridades. Algunos, como Odumin, no dejan que nada se escurra entre sus dedos. Ese tipo sí que los tiene bien puestos...
¿Eh? Ah, sí, Chewie tiene razón. Como iba diciendo, el objetivo es amasar una gran cantidad de créditos. Y no se permite que nadie se interponga en su camino. Podrías decir que la Autoridad está paranoica. Sólo tienen que echar un vistazo al modo de actuar del Imperio para justificarlo todo. Puede que obtengan más beneficios que la mayor parte de Supersectores, pero en cuestión de tamaño no son gran cosa, y lo saben.
El Imperio dice que la Autoridad puede dirigir el cotarro a su modo, y hay un par de cientos de archivos de datos para verificarlo. El principal problema es que el Imperio nunca ha tenido demasiado interés en mantener su palabra. Tengo un amigo que dará fa de ello. Esa es una razón por la que el Sector trabaja tan duro en el mantenimiento de la ley y el orden... para que sus hermanos mayores del otro lado de la frontera no tengan que hacerlo.
Si diriges una actividad ilegal y untas a la gente adecuada y lo mantienes discretamente, entonces puede que apenas te molesten. Hasta que aparezca un auditor... o tu contacto favorito quede degradado por llegar al trabajo cinco segundos tarde y el tipo nuevo decida demostrar lo eficiente e impoluto que es. A la Autoridad le gusta tenerlo todo bien organizado y tiende a disparar primero y preguntar después. No andan buscando traidores; sólo quieren tenerlo todo limpio y ordenado.
¿Cómo meterse en problemas...? Las opciones son interminables. Comencemos con los identificadores de naves. Aparece en la zona incorrecta sin los formularios adecuados y estás en un lío. Y en esas situaciones, tener contactos en las altas esferas tampoco ayuda demasiado, habitualmente. Y digo “habitualmente”; depende de a quién conozcas y de si les importa. Culpable o inocente, si no puedes demostrarlo lo bastante rápido, te mandarán al frío del espacio. Así de simple.
Para empezar, suponen que si has sido lo bastante estúpido como para cagarla de tal manera, entonces te has ganado un viaje sin retorno por la esclusa. Nada personal, sólo negocios. Ya encontrarán un novato muerto de hambre, o novata, o lo que sea, para ocupar tu lugar.
Por otro lado, si eres demasiado avaricioso o te haces notar demasiado, entonces estás pidiendo que te hagan desaparecer. Los Espos te atraparán, pero no les interesa que nadie sepa acerca de ello. Nada de ostentosas confesiones, torturas obligatorias o penas de prisión. Si eres realmente afortunado, puedes acabar exiliado y reclutado para algún proyecto de trabajo comunitario imperial.
Pero puede resultar confuso. Gran parte del gentío que llega por primera vez al Sector espera la vieja rutina de opresión militar del Imperio. Que no cuenten con ello. Si te vuelves demasiado confiado y cometes algún error, acabas en un mundo de miseria.

Ejecutivos y Operativos de la Autoridad
Al hablar de ejecutivos de negocios, la mayoría de la gente piensa en camisas almidonadas sin rostro ni nombre. En la mayoría de los casos, tienen razón. Y en la Autoridad, no puedes dar una patada a un dinko muerto sin golpear a alguno.
Decir que estas personas, y la Autoridad en general, son gente estirada, es decirlo suavemente. Sin embargo, hay algunas personas que destacan, para bien o para mal.
Como Hirken, por ejemplo. Era un hombre con una paranoia de manual. Creía que todo el mundo estaba planeando atacarle. No merecía la pena. Desde luego, es posible que algunos de los demás ejecutivos rivales trataran de ponerle la pierna encima y hacerle parecer estúpido, pero ya hacía un buen trabajo pareciendo estúpido por sí solo. Sin embargo, ¿una conspiración galáctica? Eso es algo que le escuchas a la gente que pasa demasiado tiempo en salas de reuniones y no el bastante en la cola de un Barón Galletas, si entiendes lo que quiero decir.
Algunas de esas personas sí tenían las ideas claras. Odumin era casi un buen tipo. Era despiadado, y no aceptaba un “no” por respuesta cuando había beneficios de por medio, pero al menos se preocupaba.
Luego, incluso había unos pocos como Fiolla. De algún modo, logró pasar el proceso de filtrado de la Autoridad y consiguió labrarse una posición sin vender su alma al todopoderoso crédito. Era la clase de persona que marca la diferencia. Habría sido una gran rebelde, ¿sabes?
Y también están los tipos que te helarían la sangre. Uul-Rha-Shan y Gallandro. Tipos como esos nunca te dejan olvidar lo mercenaria que puede llegar a ser la Autoridad.

Personalidades del Sector
¿Que cómo describiría a la gente que he conocido en el Sector Corporativo? Fácil... Hay de todo tipo, justo igual que en cualquier otro lugar.
Encontrarás toda clase de gente en el Sector Corporativo. Niñatos ricos aburridos del Núcleo, granjeros de la frontera, investigadores y programadores ambiciosos... todos llegan allí, a veces buscando conseguir créditos rápidos, a veces buscando simplemente un cambio de entorno. Por la razón que sea, las oficinas de inmigración de la Autoridad a menudo están inundadas de solicitudes. Pero eso nunca tuvo ningún efecto en los espaciantes como yo. Los espos tratan de mantener un control férreo sobre la Autoridad, algo así como el Núcleo Profundo. Por supuesto, no tienen la tecnología necesaria para ello, y no les digas que yo te he dicho esto, pero los créditos no pueden comprarlo todo...
Se esfuerzan realmente mucho para restringir el acceso. “Proporcionar a los empleados un buen entorno de trabajo...” Si consideras que unos pelotas a sueldo y unos fastidiosos ejecutivos junior te aburran hasta la muerte es un “buen entorno”, supongo que la Autoridad es el lugar adecuado para ti. Quieren asegurarse de que nadie interesante se traslade jamás allí. Interesante es malo para el negocio, dicen. ¿A mí? A mí me gustan las cosas interesantes. Dentro de lo razonable, naturalmente.
No importa cómo lo mires, la mayoría de la gente en el Sector Corporativo está atrapada de algún modo entre los hombres de negocios y los criminales. Luchan por ganarse la vida y esperan no atravesarse nunca en el camino de nadie. Llegan allí con una falsa promesa y se quedan atrapados por culpa de la pobreza y un mal sistema. Sin embargo, la mayoría de ellos son tipos normales e intentan ser decentes. Algunos incluso lo consiguen.

El submundo
Sistema a sistema, el Sector Corporativo obtiene más créditos que otras regiones de la galaxia. Donde tienes tal cantidad de dinero, tendrás a alguien tratando de sacar tajada sin pagar nada a cambio. Al igual que en cualquier otro sitio, tendrás Mercados Invisibles y economías sumergidas. Al Sector Corporativo le gustaría dejarlas fuera de juego.
Hacen un trabajo bastante efectivo, dentro de lo que cabe. No tienen la clase de potencia de fuego con la que el Imperio puede ocuparse de sus molestias. Pero que tienen escáneres de armas, chequeos de identidad y quién sabe qué más.
Por supuesto, ninguna de estas minucias consigue realmente impedir que los personajes de los bajos fondos lleven a cabo sus operaciones allí. Hay de dos clases: los nómadas y los sedentarios.
Los nómadas vienen sólo por los créditos. No tienen raíces; sólo avaricia y mala actitud. Como mi viejo colega Zlarb. Salió de la nada, fue noticia durante unos meses, y luego se fue a otra parte a gastárselo todo. Los Espos están especializados en atrapar precisamente a estos tipos, y hacen un trabajo terriblemente bueno, debo decir.
Los sedentarios no cometen esos errores. En vez de eso, los grandes capos del crimen en el Sector prefieren tomárselo con calma. Con mucha calma. Nada de golpes llamativos en restaurantes; nada como lo que verías hacer a los hutts. Llamar la atención de los Espos es la peor de las ideas.
Los sedentarios no se meten en absoluto con la Autoridad. Se meten con la gente del Sector y, muy amablemente, la Autoridad mira hacia el otro lado. La Autoridad se dedica a obtener beneficios, de modo que si puede obtener un beneficio siendo laxo con la aplicación de la ley...

Naves estelares
Supongo que podrías considerarme un experto en el tema de transporte espacial. De niño, siempre soñaba con pilotar alguna majestuosa nave de la flota. Después de todo, así es como siempre se acaba en los holos de reclutamiento. Creía que no podía ocurrir de otra forma. Luego descubrí la verdad.
A lo largo de los años, he tenido oportunidad de manejar casi cualquier cosa que pueda superar la velocidad de la luz. Nombra algo, que lo habré pilotado.
Incluso he pilotado algunas de las más exóticas; de esas que ni siquiera tienen interfaces de control estándar y tienes que pilotarlas retorciendo el cuerpo o moviendo los ojos de una determinada manera. Algunas están construidas para alienígenas con apéndices más allá de cualquier descripción.
Volar es instinto, puro y simple. Cuando es tu vida lo que está en juego, aprendes bajo presión... como una vez que ayudé a “liberar” un yate espacial hutt de su muelle de repostaje. Olvídate de lo que te dicen en los manuales. Cualquier día, cualquiera puede aprender a pilotar cualquier cosa. Sólo tienes que dejar que la nave te diga cómo se supone que debe hacerse. No hay ningún modo correcto o incorrecto. Demonios, probablemente no conseguiría la licencia si hiciera hoy el examen, pero eso es porque hago las cosas a mi modo, no del modo en que un chupatintas de oficina dice que se supone que debe hacerse. Pero nadie cree que yo no sepa lo que me hago.
Siente la nave, observa cómo se mueve y cómo responde, y siempre escucha cómo suena cuando la exprimes a fondo. Ese es mi secreto para pilotar.

Equipamiento
En un lugar tan orientado al consumidor como el Sector Corporativo, encuentras un montón de cosas que no encuentras en la mayoría de los demás sitios. Hay una herramienta para todo.
Para mantener una ventaja competitiva, la Autoridad dedica una enorme cantidad de créditos a investigación y desarrollo. No se conforman con producir un chisme útil; tienen que preocuparse por cosas como el “márquetin” y el “atractivo para el cliente”.
La Autoridad realiza muchas pruebas de campo. Un producto terminado tarda años en salir al mercado. Por eso puedes ver muchas novedades en el Sector; algunos objetos nunca se distribuirán en el conjunto de la economía galáctica. Por supuesto, las novedades no están por todas partes –la Autoridad recorta costes siempre que puede usando mercancía antigua y de menor calidad- pero es en esta zona del espacio donde es más probable que te encuentres mirando al cañón de un nuevo prototipo de bláster.

Droides
Droides, autómatas, mecánicos, como quieras llamarlos. He trabajado con un puñado. Desde tipos sobrexcitados, como ese par de dolores de cabeza binarios de Luke, hasta modelos asesinos como IG-88. Ah, no me hagas hablar...
Durante años me he movido entre ellos. Desde mis días en la Academia, donde se encontraban pululando por ahí. Nunca les presté demasiada atención entonces.
No puedo decir que haya muchos de ellos que me llegaran a caer bien. Siempre se meten en líos y hacen lo que no deberían. Uno pensaría que se mantendrían apartados de las cosas para las que no están programados, pero de algún modo tienen un don especial para meterse en problemas. Yo, por mi parte, ya me meto en bastantes problemas por mí mismo; no necesito ninguna clase de ayuda para ello.
Desde luego que necesitamos modelos a prueba de radiación, y sondas sensoras, pero hoy en día la mayoría de la gente se ha vuelto demasiado holgazana. Yo nunca he tenido mucha necesidad de droides. No me entiendas mal, no los odio. Nunca he sido uno de esos tipos que quiere que todos acaben en el chatarrero. Sólo pienso que la gente no sería peor si hiciera por sí misma las cosas que necesitaba hacer, y dejara que los droides hicieran las tareas que nadie más puede hacer.
Supongo que eso es lo que me incomoda de ellos... pueden ser tan serviles a veces. Eh, son capaces de pensar por sí mismo, ¿no? Entonces, si necesito ayuda, la pido. No me ando con rodeos. Simplemente no quiero que me vayan siguiendo mientras me preguntan cada pocos minutos qué es lo que quiero.
Sin embargo, debo confesar que debo mi vida a unos cuantos de ellos. Y además en más de una ocasión. Por ejemplo, Bollux y Max Azul. Esos sí que eran un par que sabían trabajar juntos. Aún seguí recibiendo holopostales de ellos durante un par de años. Cumplieron con su cometido, y de qué manera. Y a veces me echaba unas buenas risas. Incluso Lingote de Oro resulta divertido de vez en cuando.
Pero no le digas que te lo he dicho yo...

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