viernes, 30 de mayo de 2014

Escuadrón Bastardo (III)



Conmoción era una palabra demasiado suave para lo que experimentó la flota rebelde al darse cuenta de que los escudos de la parcialmente completada Estrella de la Muerte estaban activos. Pero aún fue más alarmante el hecho de que habían sido eficazmente rodeados por la mayor flotilla de Destructores Estelares jamás reunida; una masa de naves que se extendía por el cielo. Estaban atrapados. Fox maldijo en voz baja mientras el comunicador de su ala-A se llenaba con las voces urgentes de los otros comandantes de ala pidiendo instrucciones. Asimiló la situación; la fuerza de ataque principal de los rebeldes liderada por el general Lando Calrissian en el Halcón Milenario había detenido su ataque contra la estación de combate y estaba viéndoselas con enjambres de cazas TIE desplegados desde la flota imperial. Tras ellos, los Destructores Estelares se preparaban para matar. La pantalla táctica de Fox parecía una telaraña de varias capas de interferencia electromagnética. No le sorprendió en absoluto cuando recibió órdenes cancelando la misión de retaguardia y reasignando su ala de inmediato.
-Ya era hora –dijo Moonsong.
-Deja esa cháchara, Bastardo Tres –saltó Stramm. Moonsong se cayó mientras Fox emitía las nuevas órdenes. No había tiempo de explicarles el porqué de la situación. Su trabajo no era pensar; de hecho, cuanto menos pensasen en ese momento, mejor. Pero en el caso improbable de que los comandos rebeldes que habían aterrizado en la luna consiguieran desactivar el escudo de algún modo, la flota iba a necesitar pivotar rápidamente y dirigirse hacia la Estrella de la Muerte. Iban a necesitar hacer que cada segundo contase. Y no iban a tener tiempo de abrirse paso luchando entre cada vez más Destructores Estelares. Uno en concreto se estaba desplegando justo enfrente del escudo...
Fox lo reconoció como el Devastador.
La nave que Vader capitaneó una vez. La nave que había matado a su familia. Apretó los dientes y activó su micrófono.
-Jefe Bastardo a Escuadrón Bastardo. Seguidme en formación uno-siete-cero-delta.
El Escuadrón Bastardo se separó y luego se reagrupó como una bandada de pájaros, lanzándose hacia la gigantesca nave en formación de punta de flecha. Pero cualquier esperanza que Fox pudiera tener de un ataque rápido contra la inmensa nave se desvaneció cuando dos docenas de interceptores TIE aparecieron desde la popa de la nave y fueron directamente hacia ellos. Fox se sintió hundido al verlos acercarse a toda velocidad en sus pantallas. Sabía en el fondo de su corazón que la mayor parte de sus pilotos apenas habían aprendido las técnicas necesarias para lanzar pasadas de ataque contra una nave capital. Y ahora iban a tener que luchar nave a nave con cazas TIE experimentados. Pero la situación era la misma en todas partes de la flota. Estaban rodeados. Se había acabado.
Pero no era cierto.
Fox dibujó una sonrisa. Puede que no fueran capaces de ganar, pero al menos ofrecerían a los imperiales una lucha que jamás olvidarían.
-Escuadrón Bastardo... ¡comenzad vuestro ataque!

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