martes, 3 de mayo de 2016

Cuando el río suena...

Cuando el río suena...
Morrie Mullins

...interrumpimos nuestro holo-programa previsto normalmente para ofrecerles este anuncio especial. Por favor, manténganse a la espera para un anuncio crítico acerca de la seguridad de Cularin y nuestras gentes. Apreciamos su paciencia al comprender la necesidad de interrumpir sus actividades normales por este anuncio especial. Por favor, manténganse a la espera...
Fundido de entrada. Los estudios de Holodifusión Central de Cularin están alborotados. Sobre el escritorio ocupado habitualmente por Yara Grugara hay hojas de papel desparramadas, y por la pantalla detrás de su silla, normalmente azul, van apareciendo textos a velocidad considerable. Una desaliñada Yara aparece en imagen empujada a la fuerza, con el cabello alborotado, a medio maquillar, con los ojos perfilados en negro pero sin colores brillantes en los párpados. Mira fijamente por un instante al gran brazo peludo que la ha empujado delante de la cámara y luego toma asiento, recogiendo una de los varios cientos de hojas de papel, alisándola mientras trata de encontrar su frase en el teleprompter. Trata de forzar una sonrisa, pero da la impresión de estar sufriendo.
Yara: Amigos, les habla Yara Grugara, informando de asuntos de lo más preocupantes.
Hace una pausa, entrecerrando los ojos para mirar el teleprompter que debe estar justo detrás de la cámara, y traga saliva con tanta fuerza que el micrófono de su blusa captura y amplifica el sonido.
Yara: Parece ser que, en el tiempo en el que estuvimos separados del resto de la galaxia, el Ejército Thaereiano estuvo disponiendo en sus propios planetas cierto número de medidas de seguridad. Dada su proximidad...
Se detiene cuando alguien le ofrece un vaso de agua desde fuera de la imagen. Toma un sorbo y comienza a alisar una hoja de papel distinta mientras vuelve a buscar su frase en el teleprompter.
Yara: Dada su proximidad, es concebible que hayan acumulado un poder considerable mientras estuvimos... bueno, donde quiera que estuviéramos. Con la excusa de la autodefensa contra lo que fuera que parecía habernos aniquilado por completo, han aumentado en más de cuatro veces su poder militar, y durante las pasadas semanas han colocado lentamente un perímetro alrededor de Cularin. También han desplazado más naves al sistema, incluyendo... esto no puede ser correcto.
Yara aplasta entre sus dedos el papel que había estado sosteniendo para darse apoyo, hasta que los nudillos se le ponen blancos. El papel se parte en dos y ella baja la mirada para observarlo, y luego levanta la mano para ajustarse el auricular.
Yara: No, no puede ser cierto.
Suelta las dos mitades de la hoja de papel, que ahora son poco más que dos amasijos informes, y toma un pequeño fajo de folios. Comienza a alisarlos mecánicamente mientras vuelve a mirar al teleprompter.
Yara: También han desplazado más naves al sistema, incluyendo un par de naves capitales que aparentemente están ocultas en las profundidades de las nubes de Genarius. Esta información es preliminar, y aún sin confirmar, pero fuentes fiables indican que las naves capitales pueden ser parte de una fuerza mayor que está siendo desplazada al sistema. Dadas la reciente –al menos para nosotros- revelación de la base de operaciones oculta establecida en el sistema por los estamentos militares thaereianos, el gobierno local y las fuentes de la milicia se encuentran actualmente en estado de alerta. No se han recibido, todavía, declaraciones oficiales de los thaereianos. Se espera que, de haber alguna declaración en breve, esta sea un desmentido oficial. El comandante Osten Dal’Nay, de la Milicia de Cularin, ha efectuado la siguiente declaración en nombre de la milicia.
La pantalla parpadea, y entonces aparece el joven rostro de Osten Dal’Nay. Parece tan serio como un rancor a punto de ser alimentado.
Osten: Pueblo de Cularin, permitidme que os asegure que vuestra milicia está preparada en caso de que estalle una crisis. Aunque no hemos tenido tanto tiempo como los thaereianos para prepararnos para un conflicto, estamos seguros de que nuestros oficiales y soldados y todos aquellos que han jurado servir al sistema darán lo mejor de sí mismos en la labor. Que no cunda el pánico. Es posible que esto no sea nada, pero lo consideraremos como una amenaza hasta que tengamos razones para hacer otra cosa. Estad preparados... pero no furiosos. No caigáis en esa oscuridad. Trabajaremos unidos y, si la Fuerza nos acompaña, prevaleceremos.
No dice nada durante varios segundos, y la pantalla parpadea regresando a Yara. Se ha recogido rápidamente el cabello en un apretado moño, y parece ligeramente más tranquila. No tiene más maquillaje del que llevaba antes, pero su rostro parece al menos algo más relajado.
Yara: Amigos, estos son tiempos difíciles. El comandante Dal’Nay tiene razón. No podemos permitirnos dejarnos llevar por el pánico. Os animo a todos a mantener la calma ante esta cri... esta potencial crisis. Debemos...
Mira a su izquierda, asiente, y entonces devuelve una vez más su atención a la cámara.
Yara: Acaban de informarme de que HCC ha recibido un comunicado del coronel... disculpen, al parecer ha sido ascendido desde la última vez que tuvimos noticias suyas... del almirante Jir Tramsig. No ha enviado ningún vídeo, tan sólo un comunicado que pide que leamos.
Inspira profundamente y mira fijamente al teleprompter.
Yara: (Leyendo) Ciudadanos de Cularin, en nombre del pueblo de Thaere, deseo asegurarles que nuestro ejército no es ahora, ni ha sido nunca, una amenaza para su bienestar. Existimos para protegerles, y para proteger a otros sistemas. Los rumores de naves transportadas clandestinamente a su sistema son absurdos. Los rumores de bases ocultas son tan exagerados como ridículos.
Yara suelta un bufido, y luego se cubre la boca y la nariz y mira avergonzadamente a la cámara antes de continuar.
Yara: (Todavía leyendo) Recientemente hemos comenzado una serie de maniobras organizadas para proporcionar una barrera más fuerte al sistema Cularin, para prevenir una repetición de la anterior situación cercana al desastre. Es muy probable que cualquier fuente que proclame malas intenciones por nuestra parte simplemente haya malinterpretado nuestras acciones. Les deseo buenas noches a todos, y que la Fuerza les acompañe.
Yara mira al teleprompter frunciendo el ceño, y luego vuelve a mirar a cámara mientras se ajusta su auricular.
Yara: Amigos, no sé ustedes, pero a mí todo esto me huele a rata womp. Me comunican que la milicia aún no se ha replegado, y que las naves por todo el sistema permanecen en estado de alerta. Les mantendremos informados de cualquier cambio en la situación...
Fundido a negro.

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