Cuando el río suena...
Morrie Mullins
...interrumpimos nuestro
holo-programa previsto normalmente para ofrecerles este anuncio especial. Por
favor, manténganse a la espera para un anuncio crítico acerca de la seguridad
de Cularin y nuestras gentes. Apreciamos su paciencia al comprender la
necesidad de interrumpir sus actividades normales por este anuncio especial.
Por favor, manténganse a la espera...
Fundido de entrada. Los estudios de Holodifusión Central de
Cularin están alborotados. Sobre el escritorio ocupado habitualmente por Yara
Grugara hay hojas de papel desparramadas, y por la pantalla detrás de su silla,
normalmente azul, van apareciendo textos a velocidad considerable. Una
desaliñada Yara aparece en imagen empujada a la fuerza, con el cabello
alborotado, a medio maquillar, con los ojos perfilados en negro pero sin colores
brillantes en los párpados. Mira fijamente por un instante al gran brazo peludo
que la ha empujado delante de la cámara y luego toma asiento, recogiendo una de
los varios cientos de hojas de papel, alisándola mientras trata de encontrar su
frase en el teleprompter. Trata de forzar una sonrisa, pero da la impresión de
estar sufriendo.
Yara: Amigos, les habla Yara
Grugara, informando de asuntos de lo más preocupantes.
Hace una pausa, entrecerrando los ojos para mirar el teleprompter
que debe estar justo detrás de la cámara, y traga saliva con tanta fuerza que
el micrófono de su blusa captura y amplifica el sonido.
Yara: Parece ser que, en el tiempo
en el que estuvimos separados del resto de la galaxia, el Ejército Thaereiano
estuvo disponiendo en sus propios planetas cierto número de medidas de
seguridad. Dada su proximidad...
Se detiene cuando alguien le ofrece un vaso de agua desde fuera de
la imagen. Toma un sorbo y comienza a alisar una hoja de papel distinta
mientras vuelve a buscar su frase en el teleprompter.
Yara: Dada su proximidad, es
concebible que hayan acumulado un poder considerable mientras estuvimos...
bueno, donde quiera que estuviéramos. Con la excusa de la autodefensa contra lo
que fuera que parecía habernos aniquilado por completo, han aumentado en más de
cuatro veces su poder militar, y durante las pasadas semanas han colocado lentamente
un perímetro alrededor de Cularin. También han desplazado más naves al sistema,
incluyendo... esto no puede ser correcto.
Yara aplasta entre sus dedos el papel que había estado sosteniendo
para darse apoyo, hasta que los nudillos se le ponen blancos. El papel se parte
en dos y ella baja la mirada para observarlo, y luego levanta la mano para
ajustarse el auricular.
Yara: No, no puede ser cierto.
Suelta las dos mitades de la hoja de papel, que ahora son poco más
que dos amasijos informes, y toma un pequeño fajo de folios. Comienza a
alisarlos mecánicamente mientras vuelve a mirar al teleprompter.
Yara: También han desplazado más
naves al sistema, incluyendo un par de naves capitales que aparentemente están
ocultas en las profundidades de las nubes de Genarius. Esta información es
preliminar, y aún sin confirmar, pero fuentes fiables indican que las naves
capitales pueden ser parte de una fuerza mayor que está siendo desplazada al sistema.
Dadas la reciente –al menos para nosotros- revelación de la base de operaciones
oculta establecida en el sistema por los estamentos militares thaereianos, el
gobierno local y las fuentes de la milicia se encuentran actualmente en estado
de alerta. No se han recibido, todavía, declaraciones oficiales de los
thaereianos. Se espera que, de haber alguna declaración en breve, esta sea un
desmentido oficial. El comandante Osten Dal’Nay, de la Milicia de Cularin, ha
efectuado la siguiente declaración en nombre de la milicia.
La pantalla parpadea, y entonces aparece el joven rostro de Osten
Dal’Nay. Parece tan serio como un rancor a punto de ser alimentado.
Osten: Pueblo de Cularin, permitidme
que os asegure que vuestra milicia está preparada en caso de que estalle una
crisis. Aunque no hemos tenido tanto tiempo como los thaereianos para
prepararnos para un conflicto, estamos seguros de que nuestros oficiales y
soldados y todos aquellos que han jurado servir al sistema darán lo mejor de sí
mismos en la labor. Que no cunda el pánico. Es posible que esto no sea nada,
pero lo consideraremos como una amenaza hasta que tengamos razones para hacer
otra cosa. Estad preparados... pero no furiosos. No caigáis en esa oscuridad.
Trabajaremos unidos y, si la Fuerza nos acompaña, prevaleceremos.
No dice nada durante varios segundos, y la pantalla parpadea
regresando a Yara. Se ha recogido rápidamente el cabello en un apretado moño, y
parece ligeramente más tranquila. No tiene más maquillaje del que llevaba
antes, pero su rostro parece al menos algo más relajado.
Yara: Amigos, estos son tiempos
difíciles. El comandante Dal’Nay tiene razón. No podemos permitirnos dejarnos
llevar por el pánico. Os animo a todos a mantener la calma ante esta cri...
esta potencial crisis. Debemos...
Mira a su izquierda, asiente, y entonces devuelve una vez más su
atención a la cámara.
Yara: Acaban de informarme de que
HCC ha recibido un comunicado del coronel... disculpen, al parecer ha sido
ascendido desde la última vez que tuvimos noticias suyas... del almirante Jir
Tramsig. No ha enviado ningún vídeo, tan sólo un comunicado que pide que
leamos.
Inspira profundamente y mira fijamente al teleprompter.
Yara: (Leyendo) Ciudadanos de Cularin, en nombre del pueblo de Thaere,
deseo asegurarles que nuestro ejército no es ahora, ni ha sido nunca, una
amenaza para su bienestar. Existimos para protegerles, y para proteger a otros
sistemas. Los rumores de naves transportadas clandestinamente a su sistema son
absurdos. Los rumores de bases ocultas son tan exagerados como ridículos.
Yara suelta un bufido, y luego se cubre la boca y la nariz y mira
avergonzadamente a la cámara antes de continuar.
Yara: (Todavía leyendo) Recientemente
hemos comenzado una serie de maniobras organizadas para proporcionar una
barrera más fuerte al sistema Cularin, para prevenir una repetición de la anterior
situación cercana al desastre. Es muy probable que cualquier fuente que
proclame malas intenciones por nuestra parte simplemente haya malinterpretado
nuestras acciones. Les deseo buenas noches a todos, y que la Fuerza les
acompañe.
Yara mira al teleprompter frunciendo el ceño, y luego vuelve a
mirar a cámara mientras se ajusta su auricular.
Yara: Amigos, no sé ustedes, pero a
mí todo esto me huele a rata womp. Me comunican que la milicia aún no se ha
replegado, y que las naves por todo el sistema permanecen en estado de alerta.
Les mantendremos informados de cualquier cambio en la situación...
Fundido a negro.
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