Los Perdidos
Morrie Mullins
Lora Nadad es Padawan en la
Academia de Almas. Se adentró en el camino de los Jedi relativamente tarde en
su vida: tiene 19 años, y aún sigue tratando de integrar las lecciones de su
vida anterior, que a menudo fueron duras, con las enseñanzas de la Academia.
Lora vivió durante mucho tiempo
como cuidadora de “los Perdidos”, el nombre que se da a los niños de Cularin
que, por uno u otro motivo, se han deslizado fuera del campo de visión de la
sociedad. Los Perdidos son jóvenes que viven en los almacenes abandonados y en
otros cuchitriles por todo Cularin, algunos en el planeta principal, otros en
las ciudades flotantes de Genarius, y otros en los menos transitados distritos
de Forard, a escasos kilómetros de la academia Jedi. Como cuidadora, Lora
cuidaba de esos niños, junto con varios jóvenes adultos más. Todos los cuidadores
salieron de entre las filas de los Perdidos, y tienen un interés particular en
hacer todo lo que esté en su poder para proteger a los niños desplazados del
sistema Cularin.
Como Padawan, Lora ha comenzado
a hacer progresos aumentando el reconocimiento público de los Perdidos, y está
tratando de establecer un fondo para ayudarles a obtener suministros médicos:
la necesidad más acuciante que tiene generalmente esta subclase poco conocida.
Un aspecto de una lección
reciente acerca del uso responsable de la Fuerza implicaba pedir a los Padawans
que demostraran cómo influir en las mentes de otros sin llegar a hacer uso de
la Fuerza. El informe de Lora, presentado de forma holográfica, comenzó a
circular en público e hizo que se arquearan muchas cejas.
Una figura cobra vida con un parpadeo. Es una mujer joven, con el
cabello oscuro recogido atrás con una coleta. Viste con una túnica de Padawan y
un sable de luz cuelga de su cinturón. Tres pequeñas gemas forman un triángulo
en el lóbulo de su oreja izquierda, y una serie de pequeños pendientes de aro
recorre su oreja derecha desde la parte superior hasta el lóbulo. Tiene las
manos entrelazadas ante ella, con tal fuerza que los nudillos comienzan a
ponerse blancos. Tras varios segundos, comienza a hablar.
Hola. Soy Lora, y soy Padawan en
la Academia de Almas. Soy de Cularin, y no puedo recordar a mis padres. Crecí
en las calles de Forard, rebuscando entre la basura y haciendo lo que fuera
necesario para seguir con vida. De no haber sido por la amabilidad de dos
extraños que se convirtieron en mis amigos, Arin y Pthillip, puede que aún
siguiera en la calle. Sin embargo, estoy aquí. Me trajeron aquí, y ahora soy
una Padawan. Y quiero hablaros acerca de los niños de Cularin que no tienen
hogar. Ellos –bueno, nosotros, ya que fui una de ellos- se autodenominan los
Perdidos.
Los Perdidos son muy numerosos en
Cularin. Es decir, para un sistema tan pequeño como el nuestro, tenemos mucho
tráfico. Sé que algunos de mis amigos que cuidan de los niños aún hablan acerca
de cómo era la situación cuando el hutt estaba al mando. Se diga lo que se diga
ahora, es indiscutible que traficaba con esclavos por Cularin. Cuando había
niños demasiado débiles o enfermos para ser buenas ventas, hacía que sus
lacayos los abandonaran. O puede que secuestrara a sus padres para venderlos, y
dejaba que los niños cuidaran de sí mismos.
Sin embargo, no todos los niños
tienen una historia tan trágica. Algunos de ellos simplemente huyeron de su
hogar. La cuestión con los Perdidos es que todos terminamos juntos, y no
importaba por qué. Sólo importaba que estábamos juntos. Siempre pensábamos que
podíamos arreglárnoslas bien.
Sin embargo, es duro. Bueno, la
comida no es barata, pero al menos hay sitios donde puedes conseguirla. Los
perdidos crecen. Quiero decir, miradme. Estoy creciendo, supongo. Y la gente que
formó parte de los Perdidos, cuando crece y puede hacer algo, a veces lo hace.
Lo que hace que sea duro es que
una vez que has vivido solo por un tiempo, te vuelves orgulloso, y no quieres
que la gente dé limosna. Incluso los niños pueden volverse así. La gente que
crece y obtiene un trabajo y todo eso, sigue recordando cómo era. Así que no
quieren limosna, pero lo hacen para que puedas ir a hacer algo útil, algún
trabajo o algo, y conseguir comida. No hay suficiente para que alcance para
todos, así que hay bandas de niños que salen y registran la basura en busca de
cosas que la gente tira aunque se aún encuentre en perfecto estado, y hay otros
que roban.
Muchos de los niños perdidos
tienen problemas con todo ese asunto del “bien contra el mal”. Mirad, son
niños, y no tienen ciertas cosas, y no saben por qué. Vaya, la gente necesita
comer, ¿no? Y necesitan un lugar donde dormir, y mantas cálidas. Necesitan a
otras personas.
Pero los niños perdidos son
simplemente invisibles. Ya es bastante difícil hacer que los adultos te vean de
verdad cuando eres un niño. ¿Pero un niño sucio, vestido con harapos, que
parece como si necesitara una limosna? Olvídalo. Así que esos niños pueden
deambular durante todo el día, tratando de encontrar algo que hacer, y nadie
los mira siquiera. Sé lo que se siente, porque yo estuve en esa situación mucho
tiempo. Nadie se tomó ni siquiera el tiempo de enseñarme cómo usar una tableta
de datos hasta que llegué aquí. No sabía leer ni nada, porque nadie se preocupó
lo suficiente como para enseñarme. Me enseñé a mí misma algunas cosas sobre
cómo usar la Fuerza, pero incluso en eso iba en mala dirección.
¿Sabéis lo que le pasa con los
niños que no importan a nadie? También a ellos deja de importarles todo lo
demás. Hacen cualquier cosa que necesiten para seguir con vida. Yo hice varias
cosas bastante horribles. Pensé que tenía que hacerlas para seguir viva. No
estoy segura de qué habría pasado si no hubiera hecho lo que hice, pero desde
que me convertí en Padawan, he querido hacer algo para ayudar a todos los niños
perdidos.
Hay algunas personas que ya
están haciendo cosas. Mi amiga Ariella, aquí en Almas, cuida de más de setenta
niños. ¿Os sorprende que haya un cuchitril con setenta niños en su interior,
sin adultos, a menos de dos kilómetros de la Academia Jedi? Sorprendió a mucha
gente de aquí, estoy segura. Ariella es un poco más joven que yo, pero cuida de
los niños realmente bien. Luego están Gwen y Dani. Podría decirse que Gwen es
la cuidadora de Gadrin, en Cularin, y Dani es la cuidadora de Hedrett. Sólo en
Cularin hay probablemente unos cuatrocientos niños, viviendo en toda clase de
almacenes y locales abandonados. Últimamente Gwen y yo hemos trabajado mucho
juntas, con Pthillip y Arin y nuestra amiga Alurali... Ooh, y ella acaba de
pasar sus pruebas, así que: ¡felicidades! En cualquier caso, tratamos de hacer
cosas para ayudar a los niños, así que gran parte de las tareas de Cularin han
recaído sobre Dani, pero a ella se le dan bien.
Si tuviera que hacer una
estimación, diría que en un momento dado hay al menos entre 1.500 y 2.000 niños
sin hogar. En lo que a mí respecta, quince o veinte niños a los que nadie
presta atención, que no importan a nadie, son quince o veinte demasiados. Hay
que hacer algo.
No he creado ninguna clase de
fondo de caridad, y no he intentado de establecer ninguna clase de hogar para
ellos. No hay lugares donde se pueda donar comida. Es decir, la comida ni
siquiera es lo que más necesitan, necesitan suministros médicos, cosas
realmente básicas como antibióticos y vendas. Tampoco hay sitios donde se pueda
donar eso.
Probablemente podría ir y hacer
todo lo que necesita hacerse. Si tuviera los créditos, quiero decir. Y no los tengo.
Aunque supongo que ese es un problema que tenemos todos, no sólo yo. No tenéis
por qué donar a nadie comida, ni dinero, ni suministros médicos... pero quiero
que penséis sobre ello. Que miréis de verdad a las personas cuando camináis por
la calle. Miradlas, y pensad de dónde han venido, y a dónde irán después de
verte. Fijaos en los niños. No os limitéis a pasar a su lado. Fijaos en ellos,
y entonces haced lo que vuestro corazón os pida que hagáis.
Dicho eso, la imagen tiembla y desaparece.
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