jueves, 12 de mayo de 2016

Los Perdidos

Los Perdidos
Morrie Mullins

Lora Nadad es Padawan en la Academia de Almas. Se adentró en el camino de los Jedi relativamente tarde en su vida: tiene 19 años, y aún sigue tratando de integrar las lecciones de su vida anterior, que a menudo fueron duras, con las enseñanzas de la Academia.
Lora vivió durante mucho tiempo como cuidadora de “los Perdidos”, el nombre que se da a los niños de Cularin que, por uno u otro motivo, se han deslizado fuera del campo de visión de la sociedad. Los Perdidos son jóvenes que viven en los almacenes abandonados y en otros cuchitriles por todo Cularin, algunos en el planeta principal, otros en las ciudades flotantes de Genarius, y otros en los menos transitados distritos de Forard, a escasos kilómetros de la academia Jedi. Como cuidadora, Lora cuidaba de esos niños, junto con varios jóvenes adultos más. Todos los cuidadores salieron de entre las filas de los Perdidos, y tienen un interés particular en hacer todo lo que esté en su poder para proteger a los niños desplazados del sistema Cularin.
Como Padawan, Lora ha comenzado a hacer progresos aumentando el reconocimiento público de los Perdidos, y está tratando de establecer un fondo para ayudarles a obtener suministros médicos: la necesidad más acuciante que tiene generalmente esta subclase poco conocida.
Un aspecto de una lección reciente acerca del uso responsable de la Fuerza implicaba pedir a los Padawans que demostraran cómo influir en las mentes de otros sin llegar a hacer uso de la Fuerza. El informe de Lora, presentado de forma holográfica, comenzó a circular en público e hizo que se arquearan muchas cejas.

Una figura cobra vida con un parpadeo. Es una mujer joven, con el cabello oscuro recogido atrás con una coleta. Viste con una túnica de Padawan y un sable de luz cuelga de su cinturón. Tres pequeñas gemas forman un triángulo en el lóbulo de su oreja izquierda, y una serie de pequeños pendientes de aro recorre su oreja derecha desde la parte superior hasta el lóbulo. Tiene las manos entrelazadas ante ella, con tal fuerza que los nudillos comienzan a ponerse blancos. Tras varios segundos, comienza a hablar.

Hola. Soy Lora, y soy Padawan en la Academia de Almas. Soy de Cularin, y no puedo recordar a mis padres. Crecí en las calles de Forard, rebuscando entre la basura y haciendo lo que fuera necesario para seguir con vida. De no haber sido por la amabilidad de dos extraños que se convirtieron en mis amigos, Arin y Pthillip, puede que aún siguiera en la calle. Sin embargo, estoy aquí. Me trajeron aquí, y ahora soy una Padawan. Y quiero hablaros acerca de los niños de Cularin que no tienen hogar. Ellos –bueno, nosotros, ya que fui una de ellos- se autodenominan los Perdidos.
Los Perdidos son muy numerosos en Cularin. Es decir, para un sistema tan pequeño como el nuestro, tenemos mucho tráfico. Sé que algunos de mis amigos que cuidan de los niños aún hablan acerca de cómo era la situación cuando el hutt estaba al mando. Se diga lo que se diga ahora, es indiscutible que traficaba con esclavos por Cularin. Cuando había niños demasiado débiles o enfermos para ser buenas ventas, hacía que sus lacayos los abandonaran. O puede que secuestrara a sus padres para venderlos, y dejaba que los niños cuidaran de sí mismos.
Sin embargo, no todos los niños tienen una historia tan trágica. Algunos de ellos simplemente huyeron de su hogar. La cuestión con los Perdidos es que todos terminamos juntos, y no importaba por qué. Sólo importaba que estábamos juntos. Siempre pensábamos que podíamos arreglárnoslas bien.
Sin embargo, es duro. Bueno, la comida no es barata, pero al menos hay sitios donde puedes conseguirla. Los perdidos crecen. Quiero decir, miradme. Estoy creciendo, supongo. Y la gente que formó parte de los Perdidos, cuando crece y puede hacer algo, a veces lo hace.
Lo que hace que sea duro es que una vez que has vivido solo por un tiempo, te vuelves orgulloso, y no quieres que la gente dé limosna. Incluso los niños pueden volverse así. La gente que crece y obtiene un trabajo y todo eso, sigue recordando cómo era. Así que no quieren limosna, pero lo hacen para que puedas ir a hacer algo útil, algún trabajo o algo, y conseguir comida. No hay suficiente para que alcance para todos, así que hay bandas de niños que salen y registran la basura en busca de cosas que la gente tira aunque se aún encuentre en perfecto estado, y hay otros que roban.
Muchos de los niños perdidos tienen problemas con todo ese asunto del “bien contra el mal”. Mirad, son niños, y no tienen ciertas cosas, y no saben por qué. Vaya, la gente necesita comer, ¿no? Y necesitan un lugar donde dormir, y mantas cálidas. Necesitan a otras personas.
Pero los niños perdidos son simplemente invisibles. Ya es bastante difícil hacer que los adultos te vean de verdad cuando eres un niño. ¿Pero un niño sucio, vestido con harapos, que parece como si necesitara una limosna? Olvídalo. Así que esos niños pueden deambular durante todo el día, tratando de encontrar algo que hacer, y nadie los mira siquiera. Sé lo que se siente, porque yo estuve en esa situación mucho tiempo. Nadie se tomó ni siquiera el tiempo de enseñarme cómo usar una tableta de datos hasta que llegué aquí. No sabía leer ni nada, porque nadie se preocupó lo suficiente como para enseñarme. Me enseñé a mí misma algunas cosas sobre cómo usar la Fuerza, pero incluso en eso iba en mala dirección.
¿Sabéis lo que le pasa con los niños que no importan a nadie? También a ellos deja de importarles todo lo demás. Hacen cualquier cosa que necesiten para seguir con vida. Yo hice varias cosas bastante horribles. Pensé que tenía que hacerlas para seguir viva. No estoy segura de qué habría pasado si no hubiera hecho lo que hice, pero desde que me convertí en Padawan, he querido hacer algo para ayudar a todos los niños perdidos.
Hay algunas personas que ya están haciendo cosas. Mi amiga Ariella, aquí en Almas, cuida de más de setenta niños. ¿Os sorprende que haya un cuchitril con setenta niños en su interior, sin adultos, a menos de dos kilómetros de la Academia Jedi? Sorprendió a mucha gente de aquí, estoy segura. Ariella es un poco más joven que yo, pero cuida de los niños realmente bien. Luego están Gwen y Dani. Podría decirse que Gwen es la cuidadora de Gadrin, en Cularin, y Dani es la cuidadora de Hedrett. Sólo en Cularin hay probablemente unos cuatrocientos niños, viviendo en toda clase de almacenes y locales abandonados. Últimamente Gwen y yo hemos trabajado mucho juntas, con Pthillip y Arin y nuestra amiga Alurali... Ooh, y ella acaba de pasar sus pruebas, así que: ¡felicidades! En cualquier caso, tratamos de hacer cosas para ayudar a los niños, así que gran parte de las tareas de Cularin han recaído sobre Dani, pero a ella se le dan bien.
Si tuviera que hacer una estimación, diría que en un momento dado hay al menos entre 1.500 y 2.000 niños sin hogar. En lo que a mí respecta, quince o veinte niños a los que nadie presta atención, que no importan a nadie, son quince o veinte demasiados. Hay que hacer algo.
No he creado ninguna clase de fondo de caridad, y no he intentado de establecer ninguna clase de hogar para ellos. No hay lugares donde se pueda donar comida. Es decir, la comida ni siquiera es lo que más necesitan, necesitan suministros médicos, cosas realmente básicas como antibióticos y vendas. Tampoco hay sitios donde se pueda donar eso.
Probablemente podría ir y hacer todo lo que necesita hacerse. Si tuviera los créditos, quiero decir. Y no los tengo. Aunque supongo que ese es un problema que tenemos todos, no sólo yo. No tenéis por qué donar a nadie comida, ni dinero, ni suministros médicos... pero quiero que penséis sobre ello. Que miréis de verdad a las personas cuando camináis por la calle. Miradlas, y pensad de dónde han venido, y a dónde irán después de verte. Fijaos en los niños. No os limitéis a pasar a su lado. Fijaos en ellos, y entonces haced lo que vuestro corazón os pida que hagáis.

Dicho eso, la imagen tiembla y desaparece.

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