lunes, 23 de mayo de 2016

Historias de Caarimon

Historias de Caarimon
Morrie Mullins

Bienvenidos a “El Ojo de Cularin”. Yara Grugara se encuentra realizando un reportaje; les habla Melanda Forswoth.
Nuestra historia principal: ¿Quiénes son el Cártel Metatherano? Llevan varios años en Cularin, y sin embargo no sabemos apenas nada de ellos. ¿Qué comen? ¿Qué beben? ¿Leen las holoredes adecuadas? ¿Llevan las ropas correctas? Nuestros espectadores merecen saber la verdad acerca de estos individuos, qué hacen en su tiempo libre, y qué clase de esquemas cromáticos combina bien con sus extraños y porcinos tonos de piel. Así pues, comenzaremos por lo que sí sabemos.
Provienen de algún lugar llamado Caarimon, pero nadie va allí excepto los propios caaritas y, en ocasiones, los filordi. ¿Por qué ese secretismo? ¿Qué, oh, qué pueden estar ocultando? Son comerciantes, no guerreros, así que eso debe significar que tienen alguna clase de secreto... bueno, alguna clase de cosa secreta que no quieren que nadie conozca.
Para descubrir los hechos, hemos venido al lugar donde los hechos suceden... en las calles de Cularin, con la esperanza de descubrir la verdad acerca de Caarimon.

Fundido a las calles de Gadrin. Melanda se encuentra de pie, micrófono en mano, junto a la calle. Un twi’lek de piel azul pálido la advierte y comienza a caminar en la dirección opuesta, pero ella se apresura a ir tras él.

Melanda: ¿Señor? Señor, ¿podría esperar un instante, por favor? Señor, ¿puedo preguntarle cómo se llama?

El twi’lek, claramente irritado, se vuelve.

Twi’lek: Puede llamarme Jaiteh.
Melanda: Bien, Jaiteh, me gustaría... Es decir, hola. Soy Melanda Forswoth, de “El Ojo de Cularin”.
Jaiteh: ¿Ese no es el programa de Yara Grugara?
Melanda: Yara se encuentra realizando un reportaje. Yo la estoy sustituyendo.
Jaiteh: Usted es casi tan animosa como ella. Pero no del todo.

Su lekku se agita, y el tono de su voz deja claro que eso no pretendía ser un cumplido.

Melanda: ¡Gracias! Lo intento. Ahora, ¿puedo hacerle algunas preguntas?

Jaiteh: (suspirando) Desde luego.
Melanda: Estoy realizando una serie de entrevistas a gente acerca de Caarimon. Puede que no sepa que Caarimon es el mundo de donde proceden los Caaritas; es decir, el Cártel Metatherano.
Jaiteh: Sí, creo recordar eso. Pero nunca he estado en Caarimon, así que no creo que le sea de ayuda. Será mejor que siga mi camino.

Melanda le agarra por el brazo -unos centímetros más y le habría agarrado por un lekku- y sonríe casi tan abiertamente como lo habría hecho Yara. Está claro que la joven ha estado estudiando grabaciones de la presentadora habitual.

Melanda: No, por favor. No creo que nadie de Cularin haya estado en Caarimon. Sólo quiero saber sus impresiones sobre el tema. ¿Qué ha escuchado? ¿Qué piensa al respecto?
Jaiteh: Eso son cosas muy distintas. ¿Qué he escuchado? He escuchado que es un mundo pequeño, como resulta apropiado para un pueblo pequeño. He escuchado que tiene una gravedad pesada, y que se extraen metales preciosos en pozos que se extienden por todo el planeta.
Melanda: Hmm... ¿No crearía eso una actividad tectónica incontrolable que podría desestabilizar todo el planeta y hacer que explotara enviando millones de pedazos al espacio?
Jaiteh: No.
Melanda: Oh. Muy bien.
Jaiteh: También he escuchado que gran parte del planeta está cubierto de bosques, y que no tiene espaciopuertos. Que los caaritas son realmente una raza esclava que trabaja para los señores hutt que viven bajo la superficie del planeta. He escuchado que no beben nada fermentado, no fermentan nada que se cultive, ni cultivan nada que se beba o se fermente. He escuchado que, en Caarimon, los caaritas son inmunes al fuego de bláster y a los venenos naturales y artificiales, y que su piel se vuelve tan dura como la piedra sin perder nada de su flexibilidad.
Melanda: ¡Eso los haría virtualmente indestructibles! ¿Por qué saldrían entonces de su hogar?
Jaiteh: No lo harían. De lo que deduzco que gran parte o todo lo que he escuchado no es cierto. Eso me lleva a su segunda pregunta: ¿Qué creo saber? Creo que no sé nada. Una vez traté de hacer negocios con ellos, y nunca me acerqué a Caarimon más que un número de cuenta de donde transferían los fondos a través de Coruscant. Por lo que a mí respecta, pueden quedarse su planeta.
Melanda: ¿Así que no sabe nada acerca del planeta?

Jaiteh se aleja. Fundido a otra calle, más concurrida. De nuevo, Melanda está de pie justo fuera de una multitud de gente, pero en lugar de esperar, se introduce en medio de ellos. Todos menos cuatro –tres rodianas y un wookiee- se marchan al ver la cámara.

Melanda: Hola. Soy Melanda Forswoth, de “El Ojo de Cularin”.
Rodiana 1: ¿No es ese el programa de Yara?
Rodiana 2: ¿Dónde está Yara?
Rodiana 3: ¿No solías dar el tiempo en una de las holoredes?

El rostro de Melanda palidece un poco, y fuerza una sonrisa.

Melanda: Yara está realizando un reportaje, y yo la sustituyo. Hoy estamos hablando con la gente en la calle...
Rodiana 2: Estamos en la acera, no en la calle. No es seguro quedarse parado en la calle.
Rodiana 1: ¡Oh, desde luego que no! ¿Has oído que ha habido otro accidente de deslizador, esta misma mañana?
Rodiana 2: ¿Por eso estás aquí, Belinda?
Melanda: Es Melanda, en realidad.
Rodiana 2: ¿Qué es Melanda? Si quieres hacerme preguntas acerca de algo llamado “Melanda”, vas a llevarte una decepción. Nunca he escuchado antes esa palabra. ¿Es dosh? No creo que quieras hablar dosh con Nerrowr aquí cerca.
Nerrowr: Grunt. Grunt.

Melanda mira fuera de cámara.

Melanda: ¿Alguien podría conectar el traductor? Todo lo que he obtenido de ese tufo con paras ha sido dos gruñidos.
Voz fuera de cámara: Está encendido, Mel.

Melanda palidece y mira al wookiee, que sacude la cabeza.

Nerrowr: A veces digo “grunt” por si el idiota que habla conmigo depende de un traductor enfocado. Puede ser muy informativo.
Melanda: Bien. ¿Alguno de ustedes sabe algo sobre Caarimon? ¿No? ¡Muy bien, hora de continuar, entonces!

Fundido a Melanda de pie frente a uno de los brillantemente iluminados casinos de Tolea Biqua. Sonríe demasiado ampliamente, dándole una apariencia casi caarita. Tipos de aspecto duro se pasan a su lado, entrando y saliendo del casino. Hace ademán de agarrar a uno –un humanoide muy alto con piel de color azul pálido y rasgos de aspecto furioso- y entonces, en el último momento, se lo piensa mejor y le da unos golpecitos en el brazo.

Melanda: ¿Hola? Soy Melanda Forswoth, de “El Ojo de Cularin”.

Espera a la obligatoria pregunta acerca de Yara. En lugar de eso, el ser la mira de arriba abajo con aire escrutador, vuelve la mirada a la cámara, y sonríe. Parece que sus dientes han sido afilados.

Falsswon: Hola, Melanda Forswoth. ¿Qué puede hacer Falsswon hoy por usted?
Melanda: Yara está haciendo un reportaje... Oh. Lo siento. Estoy haciendo entrevistas a gente de la calle sobre Caarimon. ¿Podría...? Quiero decir, ¿hablaría conmigo unos minutos?
Falsswon: ¿El planeta natal de los caaritas? Podría... convencerme.

Melanda muestra su sonrisa más convincente, y él le devuelve la sonrisa. Los dientes perfectos y blancos de Melanda contrastan inquietantemente con los dientes afilados de él, cuyas raíces parecían estar todas negras.

Melanda: ¿Qué sabe del mundo de los caaritas?
Falsswon: Inhóspito. Grande, demasiado grande para los pequeños seres que viven allí. Les da un sentido sobredimensionado de presencia en la galaxia. O de ausencia. Pequeño en un mundo grande y vacío significa que uno debe desarrollar modos de sentirse más grande.
Melanda: ¿Y qué hay sobre su cultura?
Falsswon: ¿Cultura? Los caaritas no tienen cultura propia. Se apropian de las culturas de otros. Siguen cualquier moda que mejor les haga parecer parte de la galaxia, y no se apartan de ahí.
Melanda: Suena razonable.
Falsswon: Sólo si eres galácticamente insípido e insignificante, desde luego. Los caaritas son peligrosos porque el único modo de predecir sus actividades es observar lo que hacen todos los demás en la galaxia, y entonces preguntarse qué pequeño cambio efectuarán ellos. ¿Se da cuenta de cómo han seguido el modelo de la Federación de Comercio, pero aún no les han revocado sus franquicias comerciales? Eso es porque saben cómo trabajar con los políticos locales, en lugar de contra ellos. También eligen a sus aliados más... sabiamente.
Melanda: Muy bien. Pero este no es un programa de política. Estamos aquí para hablar de su cultura. Ya sabe, entretenimiento, moda...
Falsswon: ¡Y yo le he dicho que no existen tales cosas! Usted es una imbécil babeante a la que han dejado alejarse demasiado de su columna de sociedad, Melanda Forswoth.

Melanda se queda boquiabierta y parece como si fuera a decir algo. Entonces Falsswon saca un bláster, se gira, y apunta con él directamente a la cámara. Vemos un destello de luz, y luego todo se vuelve negro.
Fundido al plató de noticias de Holodifusión Central de Cularin. Yara Grugara está sentada tras la mesa del noticiario, con las manos entrelazadas delante de ella. Parece seria... más seria de lo que se le había visto desde el susto en Genarius el año anterior.

Ésta, amigos míos, es la última vez que fue vista Melanda Forswoth. Yara ha hablado largo y tendido con la dirección de HCC sobre si emitir o no el último fragmento, pero si alguno de ustedes puede ayudarnos a encontrar a este Falsswon –“Falsón”, qué original, me pregunto cuál es su auténtico nombre- o si tienen información acerca de la dulce y joven Melanda, por favor, contacten con nosotros.
Les habla Yara Grugara, para “El Ojo de Cularin”, despidiendo la conexión.

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