martes, 3 de mayo de 2016

Renacimiento

Renacimiento
Morrie Mullins

Este mes marca el primer cumpleaños del nacimiento de las crías de leviatán que nacieron bajo las cristalinas aguas de Dorumaa. Por lo que se sabe en Cularin, estas crías son los últimos ejemplares de su especie, y debido a ello han atraído la atención de toda la galaxia. Muchos naturalistas y grupos ambientales estaban realmente más preocupados por la desaparición de las crías que por la desaparición de Cularin como un todo, debido a que, como señalaron, “En la galaxia hay muchos humanos, sullustanos y wookiees, ¡pero sólo hay dos de esas crías!” Como resultado, la Alianza para la Creación de Entornos Habitables mostró gran interés en la situación de Cularin e invirtió dinero de sus propias arcas en la investigación para ayudar a recuperar el sistema.
Uno de los pasos que tomaron fue la creación de un documental acerca de las crías y su madre, gran parte del cual fue una recreación del rescate de las crías... con una gran dosis de licencia dramática. A continuación se reproduce un fragmento del documental, presentado por el xenobiólogo kel dor A. Rahring. El dr. Rahring está bien considerado en su campo y comenzó el documental con anterioridad a la desaparición de las crías. Durante su ausencia, realizó mucha más investigación y descubrió algunos datos asombrosos sobre las criaturas.

Bienvenidos de nuevo a “Una Galaxia Aturdida”. Durante las últimas dos horas, les he ofrecido pinceladas del modo de vida de estas asombrosas criaturas marinas, y he hablado de la extraña desaparición de su madre. Debió ser especialmente duro para los jóvenes enfrentarse a los océanos de Dorumaa sin ella, y todavía ninguna embarcación de vigilancia ha sido capaz de encontrar rastros de su existencia. Algunos afirman que no sobrevivió al parto y rescate de sus crías, pero si ese es el caso, ¿dónde está el cadáver? Otros afirman que puede haber sido capturada por aquellos que se aprovecharían de su desaparición, pero si ese es el caso, ¿por qué no llevarse una cría, que sería mucho más fácil de transportar? Este es uno de los misterios a los que nos enfrentamos.
Hay una tercera posibilidad que tal vez podría merecer estudiarse más en detalle. Cularin siempre ha sido un lugar muy poderoso en la Fuerza. Mantiene un equilibrio precario, tanto en términos de las especies presentes como en las presiones políticas, sociales y económicas que existen en una región tan pequeña. Aunque, que sepamos, las crías no han mostrado ningún indicio de sensibilidad a la Fuerza, ¿no es acaso posible que el motivo por el que su madre fue capaz de sobrevivir, congelada, durante tantos siglos, fue porque entró en algo parecido a lo que los Jedi denominan un “trance de la Fuerza”? Podría ser posible que haya vuelto a hacerlo, y de algún modo se haya vuelto indetectable como forma de vida. Cierto es que no soy un Jedi, sólo un simple xenobiólogo, pero sugiero que puede haber algo de verdad en esta teoría. Si estas criaturas realmente son sensibles a la Fuerza, ¡cuánto podríamos aprender de ellas!
Las crías presentan un desafío especial. Hasta ahora, Titon (la hembra) y Jessel (el macho; estos son los nombres que mi equipo les asignó, porque si las crías realmente tienen nombres, aún tienen que revelárnoslos) han realizado un trabajo admirable cuidando de sí mismos. También muestran una notable afinidad el uno por el otro, pero no hasta el punto de que sean inseparables. De hecho, pasan separados casi tanto tiempo como el que pasan juntos. Vagan por los mares de Dorumaa, a veces separados por miles de kilómetros, pero hemos observado en varias ocasiones cómo giran simultáneamente y comienzan a acercarse. Se reúnen con precisión absoluta, y entonces salen nadando juntos para dar una vuelta completa a los océanos.
Se esperaba que el equipo que informaba desde Cularin recopilara gran cantidad de datos durante su ausencia, pero resulta que todo el sistema fue una masa de nada, un instante que pasó antes de que los ciudadanos supieran siquiera que habían desaparecido. Por tanto, la mayor parte (tal vez toda) la investigación lograda durante el tiempo que Cularin estuvo ausente fue hecha fuera del sistema.
Durante el transcurso de la última década, hemos buscado cualquier tipo de prueba respecto a la naturaleza de las crías de leviatán. Hemos explorado las profundidades marinas de lugares como Naboo y no hemos encontrado nada que parezca igualar la consciencia y la docilidad de esas criaturas gigantes. Hemos examinado el escaso material genético que pudimos obtener de las crías, y llegamos a la conclusión de que, según las condiciones de Dorumaa y las criaturas con las que comparten esos mares, no pudieron haber evolucionado en ese clima. Deben de haber sido llevados a ese planeta en algún momento del pasado remoto. Las preguntas obvias son: ¿Por quién? Y, ¿con qué fin?
Una de esas preguntas obtiene respuesta (o eso creemos) cuando examinamos la silueta corporal de las crías de leviatán.

Un diagrama ocupa la pantalla. En la parte superior del diagrama está Titon. En la parte inferior hay una nave estelar de líneas suaves. La imagen de Titon se desplaza sobre la imagen de la nave estelar, y la coincidencia es casi perfecta.

Como pueden ver, la estructura corporal de la cría es muy, muy cercana a la de esta nave de diseño mon calamari. Aún tenemos que obtener pruebas fehacientes para demostrar que estas criaturas existen en el planeta natal mon calamari, pero es posible que así sea, y es del todo probable que si no residen allí ahora, lo hicieron en algún momento del pasado.
Lo desconcertante del caso es que la norma mon cal es no viajar o poblar otros planetas, sino permanecer en el hogar y mantenerse lejos de la mirada inquisitiva de los extranjeros. Si estamos en lo cierto, y estas crías son parte de una especie que evolucionó en el planeta natal mon calamari, eso aún deja el misterio de por qué sus progenitores fueron sacados de sus hogares y llevados a Cularin. Esta pregunta es complicada de responder sin saber cuándo ocurrió dicho traslado, pero continuamos investigando al respecto.
Es hora de hacer otra pausa. Cuando regresemos, les mostraremos imágenes recientes de las crías, las primeras imágenes de Titon y Jessel desde la desaparición de Cularin.

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