jueves, 14 de mayo de 2009

Ascensión y caída de Darth Vader (XX)

Interludio

Para cuando los oficiales tácticos oficiales determinaron que las lecturas técnicas robadas revelaban un punto vulnerable en su estación de combate, docenas de cazas rebeldes ya habían comenzado su asalto a la Estrella de la Muerte. Tarkin y la mayoría de sus hombres habían considerado a las naves enemigas como poco más que una molestia temporal, pero Darth Vader había sentido que su confianza disminuía de nuevo conforme la batalla avanzaba. Vader nunca había considerado a la Estrella de la Muerte como otra cosa que un juguete letal y sobredimensionado, pero debido a que la costosa superarma era necesaria para los planes del Emperador, su deber le había obligado a protegerla.
Y había fallado
Ahora, mientras el super destructor estelar Ejecutor llegaba al sistema Endor, rememoró lo que había ocurrido en Yavin cuatro años atrás.
Con el sable de luz de Obi-Wan Kenobi sujeto a su cinturón como un trofeo, había pilotado su prototipo de caza TIE con alas dobladas para defender la Estrella de la Muerte. Ninguno de los pilotos rebeldes le había supuesto un desafío hasta que se topó con un único caza ala-X en la trinchera ecuatorial de la Estrella de la Muerte. A pesar de la furia de la batalla espacial, Vader pudo sentir con facilidad que la Fuerza era poderosa en ese piloto de ala-X. Vader había estado a punto de disparar a su esquivo objetivo, cuando un disparo inesperado desde arriba dañó su propia nave y lo envió dando vueltas al espacio. Sólo tuvo un milisegundo para ver que había sido atacado por el mismo carguero que había conducido a la Estrella de la Muerte a Yavin.
Y entonces la Estrella de la Muerte estalló. La conmoción resultante envió su caza TIE dando tumbos, alejándose rápidamente de Yavin. No le costó mucho tiempo recuperar el control de su nave, pero debido a que el carguero había dañado su hipermotor y sus sistemas de comunicaciones, le costó bastante alcanzar un puesto imperial. Vader usó ese tiempo para pensar en los droides que la princesa Leia había enviado a Tatooine, y en el carguero que había transportado a Obi-Wan a la Estrella de la Muerte.
¿Cuánto tiempo había estado Obi-Wan en Tatooine?, se había preguntado Vader. ¿Y por qué?
¿Había estado en contacto con Owen y Beru Lars?
¿Sabía la princesa Leia que él estaba vivo, y que los droides le encontrarían allí?
Y el piloto rebelde que era tan poderoso en la Fuerza... ¿de dónde había salido?
El Emperador no quedó complacido al enterarse de la pérdida de la Estrella de la Muerte, pero no castigó a Vader. Después de todo, Vader no tenía nada que ver con el defectuoso diseño de la estación de combate. Mientras los técnicos de propaganda de Palpatine lanzaban una campaña para desacreditar a la Alianza Rebelde por impedir que una estación de combate imperial del tamaño de una luna llegase siquiera a existir, Vader dirigió su propia investigación para identificar al piloto rebelde que destruyó la Estrella de la Muerte, e ideó un plan para atraer a los rebeldes a los Astilleros Espaciales de Fondor.
Vader fracasó al intentar capturar al espía rebelde que picó el anzuelo en Fondor, pero a través de la Fuerza, Vader sintió que el espía era el piloto que le había esquivado en la Estrella de la Muerte, y que, además, ese individuo había sido discípulo de Obi-Wan Kenobi.
Con el tiempo, descubrió el nombre del piloto.

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