domingo, 17 de mayo de 2009

Ascensión y caída de Darth Vader (XXIV)

Capítulo 20

-La Fuerza está contigo, joven Skywalker –dijo Darth Vader cuando su presa fue directa a su trampa-. Pero todavía no eres un Jedi.
Luke Skywaker tenía su bláster en la mano cuando entró en la tenebrosa cámara de congelación, pero lo enfundó antes de subir un tramo de escalones para enfrentarse a Vader. Allí, en la plataforma elevada que rodeaba el pozo, Vader estaba inmóvil, esperando que Skywalker hiciera su siguiente movimiento. Cuando Luke alcanzó su sable de luz y activó su hoja azul, Vader notó que realmente era la misma arma que Obi-Wan había arrebatado a Anakin Skywalker en Mustafar. Pero no era el momento de compartir esa información con Luke. Aún no.
Vader activó su propio sable de luz. Luke atacó primero, y Vader bloqueó el golpe con facilidad. El duelo había comenzado.
Luke luchó valientemente, y casi instintivamente, en ocasiones impresionando a Vader con movimientos inesperados. Incluso consiguió salir saltando de la cámara de congelación de carbono, evitando que Vader le dejase completamente inmóvil. Pero Vader le acosó conduciéndole a la sala de control del reactor de Ciudad Nube, usó la Fuerza para arrancar maquinaria pesada de las paredes y lanzarla contra Luke, y por último le condujo a una pasarela que se extendía sobre el pozo del reactor.
Mientras los vientos de Bespin rugían en el pozo, Luke blandió su sable de luz para dar un golpe de soslayo sobre la placa del hombro derecho de Vader. Vader gimió mientras Luke se alejaba más por la pasarela. Manteniendo el equilibrio sobre una estrecha viga, Luke estaba aferrado a un sensor atmosférico con su mano izquierda cuando Vader golpeó fuerte con su sable de luz.
Luke gritó cuando la hoja roja de Vader atravesaba su muñeca derecha, y observó con horror cómo su mano y su sable de luz caían al fondo del profundo pozo del reactor.
-No hay escapatoria –dijo Vader cuando su herido oponente se alejó todo lo que pudo, agarrándose a un conjunto de sensores al final de la pasarela-. No me obligues a destruirte –añadió, incrementando el volumen de su voz para poder hacerse escuchar sobre los fuertes vientos-. Todavía no te has dado cuenta de tu importancia. Sólo has empezado a descubrir tu poder. Únete a mí, y yo completaré tu entrenamiento. Combinando nuestras fuerzas, podemos acabar con esta beligerancia y poner orden en la galaxia.
-¡Jamás me uniré a ti! –gritó Luke como respuesta.
-Si conocieras el poder del lado oscuro –dijo Vader, y decidió que había llegado el momento de revelarlo todo-. Obi-Wan no te dijo lo que le pasó a tu padre.
-¡Me dijo lo suficiente! –dijo Luke entre dientes mientras se aferraba al conjunto de sensores-. Dijo que tú lo mataste.
-No –dijo Vader-. Yo soy tu padre.
Darth Vader no sabía como iba a reaccionar Luke. No podía imaginar que el joven quedaría más impresionado de lo que Vader había estado cuando el Emperador le informó de que Luke era el hijo de Anakin.
-No –gimoteó Luke-. No. ¡Eso no es verdad! ¡Es imposible!
Vader recordó cómo el Emperador le había empujado a aceptar la realidad.
-Examina tus sentimientos –dijo-. Sabes que es verdad.
-¡No! –gritó Luke-. ¡NO!
El viento aulló, y la negra capa de Vader ondeó salvajemente a su espalda.
-Luke, tú puedes destruir al Emperador. Él se ha percatado de eso. Es tu destino. -Se acercó a Luke, invitándole a salir de la pasarela y a ir a su lado-. Únete a mí, y juntos dominaremos la galaxia como padre e hijo.
Aferrándose todavía al conjunto de sensores, Luke echó un vistazo al fondo del pozo.
-Ven conmigo -insistió Vader-. Es el único camino.
Inesperadamente, Luke abrió sus brazos, soltando los sensores y dejándose caer a plomo en el profundo pozo. Vader se inclinó sobre el extremo de la pasarela para ver la silueta de su hijo caer rápidamente dando tumbos en un tubo de ventilación de la pared del muro que se encontraba abierto.
El Señor del Sith estaba seguro de que Luke seguía con vida. Si hubiera muerto, lo habría sentido.
Después de que Vader abandonase el pozo del reactor, los oficiales imperiales le informaron de que el engañoso Lando Calrissian había comunicado a todos los residentes y visitantes que evacuasen Ciudad Nube, y que Calrissian, la princesa Leia y el wookiee ya habían escapado en el Halcón Milenario. Vader sabía que no llegarían lejos, porque los técnicos imperiales ya habían tenido la precaución de desactivar el hipermotor del Halcón Milenario.
Vader envió inmediatamente dos escuadras de soldados de asalto para encontrar a Luke. Seguro de que Luke y la tripulación del Halcón pronto volverían a ser capturados y se los entregarían, se dirigió a su lanzadera y voló de regreso al Ejecutor. Cuando llegó, Vader mantuvo su confianza cuando le notificaron que el Halcón Milenario había regresado a toda velocidad a Ciudad Nube para rescatar a Luke.
Dejad que sus aliados le salven, pensó Luke. Y entonces yo les capturaré a todos.
Mientras el Halcón Milenario trataba de esquivar el bloqueo imperial alrededor de Bespin, Vader usó la Fuerza para llamar telepáticamente a su hijo desde el Ejecutor.
-Luke.
Padre, respondió Luke.
-Hijo -dijo Vader, y sintió un escalofrío al darse cuenta de que Luke había aceptado la verdad.
Cuando el carguero rebelde pasó junto al destructor estelar de Vader, éste sintió la proximidad de Luke y usó la Fuerza para llamarle de nuevo.
-Hijo. Ven conmigo. -Cuando Luke no contestó, Vader añadió-: Luke. Es tu destino.
Pero entonces el Halcón Milenario se desvaneció en el hiperespacio. Y, esta vez, el carguero corelliano no estaba llevando un dispositivo de rastreo imperial.
Una vez más, a Vader le habían arrebatado lo que era suyo.

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