Interludio
Darth Vader había querido retomar su persecución de Luke Skywalker, pero el Emperador tenía otros planes en mente para su aprendiz. Darth Vader fue destinado a supervisar la finalización de una nueva superarma, que estaba siendo construida desde hacía algún tiempo en el sistema Endor.
El Emperador debe saber que traté de reclutar a mi hijo para que se uniera a mí en su contra, pensó Vader. Sabe que Luke podría destruirle... y que yo no puedo hacerlo solo.
De modo que el Emperador hizo todo lo que pudo para mantener a Vader ocupado, indicándole que trabajase con el príncipe Xizor, quien controlaba la flota mercante más grande de la galaxia, la cual era necesaria para el Imperio para enviar los cargamentos necesarios a Endor. Xizor era un falleen, y también la cabeza de la organización criminal conocida como Sol Negro. Debido a que Xizor había perdido a la mayor parte de su familia a manos de las acciones genocidas de Vader en el mundo natal de los falleen, había deseado vengarse durante largo tiempo, y planeó desacreditar a Vader y ganar el favor del Emperador. Pero cuando Vader supo que Xizor había descubierto su relación con Luke Skywalker y trataba de matar a Luke, acabó con su acuerdo laboral con el falleen de forma permanente vaporizando a Xisor y su celestial personal -una inmensa nave repulsora- sobre la atmósfera superior de Coruscant. La construcción del Proyecto Endor continuó. Un año después del último encuentro de Vader con Luke Skywalker, el Ejecutor llevó al Señor Oscuro a la superarma aún incompleta.
Contra las objeciones de Vader, el Emperador -siguiendo un plan que había sido concebido por Xizor- había permitido que un ordenador que contenía los planos del Proyecto Endor fuera transportado en un único carguero sin escolta a través del sistema Both. Con la ayuda de los espías bothanos, los rebeldes capturaron el ordenador y descubrieron que la mayor de las nueve lunas de Endor estaba generando un poderoso escudo de energía para proteger la nueva estación de combate “secreta” del Emperador.
El Emperador estaba seguro de que los rebeldes morderían el anzuelo y llevarían su flota a Endor, pero Vader estaba más interesado en qué futuro esperaba detrás de esa probable escaramuza. Aunque había propuesto al Emperador que Luke Skywalker podía ser convertido al lado oscuro, uniéndose a los Señores del Sith, era bien consciente de la larga tradición de la orden Sith de limitar su número a dos: un Maestro, un aprendiz. Uno de nosotros tendrá que morir, musitó Vader.
El Emperador debe saber que traté de reclutar a mi hijo para que se uniera a mí en su contra, pensó Vader. Sabe que Luke podría destruirle... y que yo no puedo hacerlo solo.
De modo que el Emperador hizo todo lo que pudo para mantener a Vader ocupado, indicándole que trabajase con el príncipe Xizor, quien controlaba la flota mercante más grande de la galaxia, la cual era necesaria para el Imperio para enviar los cargamentos necesarios a Endor. Xizor era un falleen, y también la cabeza de la organización criminal conocida como Sol Negro. Debido a que Xizor había perdido a la mayor parte de su familia a manos de las acciones genocidas de Vader en el mundo natal de los falleen, había deseado vengarse durante largo tiempo, y planeó desacreditar a Vader y ganar el favor del Emperador. Pero cuando Vader supo que Xizor había descubierto su relación con Luke Skywalker y trataba de matar a Luke, acabó con su acuerdo laboral con el falleen de forma permanente vaporizando a Xisor y su celestial personal -una inmensa nave repulsora- sobre la atmósfera superior de Coruscant. La construcción del Proyecto Endor continuó. Un año después del último encuentro de Vader con Luke Skywalker, el Ejecutor llevó al Señor Oscuro a la superarma aún incompleta.
Contra las objeciones de Vader, el Emperador -siguiendo un plan que había sido concebido por Xizor- había permitido que un ordenador que contenía los planos del Proyecto Endor fuera transportado en un único carguero sin escolta a través del sistema Both. Con la ayuda de los espías bothanos, los rebeldes capturaron el ordenador y descubrieron que la mayor de las nueve lunas de Endor estaba generando un poderoso escudo de energía para proteger la nueva estación de combate “secreta” del Emperador.
El Emperador estaba seguro de que los rebeldes morderían el anzuelo y llevarían su flota a Endor, pero Vader estaba más interesado en qué futuro esperaba detrás de esa probable escaramuza. Aunque había propuesto al Emperador que Luke Skywalker podía ser convertido al lado oscuro, uniéndose a los Señores del Sith, era bien consciente de la larga tradición de la orden Sith de limitar su número a dos: un Maestro, un aprendiz. Uno de nosotros tendrá que morir, musitó Vader.
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