viernes, 3 de abril de 2009

Relatos de los Jedi: Caballeros de la Antigua República (IV)

Interior de la Base de los Jinetes Salvajes
Una sala grande, llena a rebosar. Se oye un golpear de varas, y un cántico: "Daw nee sha... daw nee sha..."
Sacerdote: Nos reunimos bajo las cuatro lunas de Onderon para realizar la ceremonia de unión. ¿Quién de entre vosotros se servirá de testigo en este gran evento?
Jinete 2: ¡¡¡Nosotros!!! ¡¡Los guerreros de Oron Kira!!
Jinetes: ¡¡¡Sí, sí!!!
Sacerdote: Entonces seréis testigos de los votos eternos de estas dos personas. Galia, Princesa de Onderon...


Exterior de la Base de los Jinetes Salvajes
La celebración puede oírse, a duras penas, desde fuera.
Sacerdote: (Sólo se oye como un ligero murmullo) ...y Oron de la Casa de Kira...
Ulic gruñe al encaramarse a la puerta.
Tott: ¡Ulic, échame una mano!
Sacerdote: ...bebed de la copa de...
Ulic: Vamos, Tott. Aaaa... (umm) ...rriba. Ya está.
Tott: Por la diosa Twi'lek. Ulic, debe haber 400 Jinetes Salvajes allí abajo.
Ulic: Y está Princesa Galia. Parece que están forzándole a que se case con ese salvaje saco de músculos de pelo largo.
Tott: ¿Cómo vamos a detener la ceremonia?
Ulic: Fácil.
Ulic enciende su sable de luz. Tott hace lo mismo.
Ulic: Se lo pediremos educadamente.


Interior de la Base de los Jinetes Salvajes
Sacerdote: Princesa Galia, en el nombre de las cuatro lunas de Onderon, toma la mano de Oron Kira...
Ulic: ¡¡¡Alto!!!
El cántico y los golpeteos se detienen.
Oron: (A quien conocíamos anteriormente como Jinete 1) ¿¡Quién se atreve a interrumpir la ceremonia de unión!?
Ulic: ¡Yo! ¡Ulic Qel-Droma de los Jedi!
Oron: ¿Un Caballero Jedi? ¿¡¿Aquí?!? ¡¡Guardias, atrapadle!!
Disparos bláster. Ulic los bloquea con su sable. Los guardias gritan cuando las descargas se vuelven contra ellos.
Ulic: ¡¡He jurado rescatar a la Princesa Galia y... umm... nada... uhh... se interpondrá... uuf... en mi camino!!
Oron: Impresionante. ¡¡Pero veamos cómo tus poderes Jedi te ayudan contra mí, Oron Kira!!
Tott: ¡Él no está solo, Jinete Salvaje! ¡Tott Doneeta está junto a él!
Galia: ¡¡¡Quietos!!!
Ulic: ¿Qué...?
Galia: ¿¡Por qué no me dejáis tranquila, Jedi!?
Ulic: ¡Princesa Galia, estoy aquí para rescatarte y llevarte de vuelta a tu madre!
Galia: ¡¡Idiota!! Yo no quiero ser rescatada. ¡¡¡Yo quiero casarme con Oron Kira!!!


Base de los Jinetes Salvajes — Poco tiempo después
Una fiesta está en pleno apogeo. Se oye el tintineo de vasos chocándose, entre la alegría general.
Oron: ¡Comed! ¡Bebed! ¡Celebremos todos la boda de Oron Kira, Señor de los Jinetes Salvajes!
Ulic: ¿Qué ocurre, Cay? ¿Por qué no comes?
Cay: Todavía estoy desconcertado, Ulic. Tú y Tott me dejáis solo en la selva arreglando el Nebulon Ranger mientras os marcháis para rescatar a la Princesa Galia. Lo siguiente que sé es que regresas y me cuentas que ¡la Princesa se ha casado felizmente con el líder de éstos Jinetes Salvajes, y estamos invitados a la fiesta! Tott, ¿¿tú le ves sentido a esto??
Tott: La primera lección que aprendí como Jedi, Cay, es que las cosas raramente son lo que parecen.
Oron: Es simple, Jedi. He amado a la Princesa Galia durante años. Y ella me amaba.
Cay: Pero lo que yo no entiendo es... en primer lugar, ¿cómo vosotros dos, de diferentes bandos enfrentados, llegasteis a encontraros?
Galia: Los Jinetes Salvajes han estado entrando y saliendo de la ciudad durante años, tratando en secreto con las bajas jerarquías de los políticos.
Oron: Sí. Estábamos preparando el derrocamiento del gobierno.
Ulic: Nosotros vinimos aquí para prevenir una guerra, Señor de las Bestias.
Oron: Hmm. Estoy preparado para hablar de paz. Pero también estoy listo para hacer la guerra.
Jinetes Salvajes: ¡¡¡Sí, sí!!!
Galia: Pero de cualquier modo, Jedi, Oron y yo íbamos a casarnos.
Oron: Era impensable que la hija Real de Onderon se casara con un Jinete Salvaje.
Galia: Por eso preparamos mi secuestro. Era todo una mascarada.
Ulic: ¡Pero los Jinetes Salvajes mataron a tus soldados durante esa tal mascarada!
Galia: Hombres crueles. Hombres malvados. Merecían morir.
Ulic: Nadie merece...
Galia: Ulic... Yo amo mi ciudad. Yo amo a mi madre y a mi padre moribundo. Pero ya no puedo vivir bajo el manto del Lado Oscuro de la Fuerza.
Ulic se pone en pie de un salto, echando su plato lejos.
Ulic: ¿¡¿El Lado Oscuro?!? ¿¡¿Cómo puede estar el Lado Oscuro en Onderon?!? Habéis tenido tan poco contacto con otros sistemas estelares...
Oron: Hace cuatro siglos, un Caballero Jedi llamado Freedon Nadd trajo el poder oscuro de los Sith a nuestro mundo.
Ulic: ¿Los Sith?
Tott: Sí, Ulic. Los Sith estudiaban el Lado Oscuro. Eran una antigua estirpe de Señor Oscuros, pero ahora están extintos.
Oron: Extintos en tu mundo, quizá. Pero en la ciudad de Iziz, aún son recordados. Este Freedon Nadd murió hace siglos. Pero su memoria es venerada por la Reina Amanoa y el Rey Ommin.
Ulic: E... esto está yendo demasiado rápido para mí. ¿¿¿El Lado Oscuro ha gobernado Iziz durante cuatro siglos???
Galia: Sabes que mi pueblo destierra a los infractores de la ley y los envía al monte.
Oron: Lo que no sabes es que estos infractores de la ley sólo rompieron una ley... desafiaron al Lado Oscuro. Fuimos marcados con hierro como delincuentes y nos desterraron. Todos en esta sala hemos sentido el poder oscuro. Y seguimos desafiándolo.
Jinetes Salvajes: ¡¡Eso, eso!! ¡¡¡Abajo con el Lado Oscuro!!!
Ulic: ¿Un Jedi... un Jedi Oscuro causó todo esto...?
Oron: Pero el fin está cercano. Los ejércitos de todos los Señores de las Bestias se están reuniendo para una gran y definitiva batalla contra esa ciudad maldita. ¿Jedi, nos ayudaréis a derrotar al poder que ha corrompido nuestro mundo, traído por uno de los vuestros?
Ulic: ¿Quieres que nos unamos a una guerra?
Cay: Ulic, ten cuidado...
Ulic: Oron Kira, prometí a mi maestro que usaría la guerra como último recurso. (A Galia) Vayamos con tu madre y revelémosle tu matrimonio. ¡Le haré ver que tu boda debe marcar el fin de esta larga guerra! Quizá ella...
Galia: No conoces a mi madre, Jedi. Y temo que no sepas nada sobre el Lado Oscuro.
Oron: Galia tiene razón. No tienes ni la menor idea de lo que está pasando aquí. Nunca dejaré que Galia ponga un solo pie de nuevo en Iziz.
Ulic: ¡Confía en mí, por favor! Soy un Jedi. Los Jedi tienen que luchar con el Lado Oscuro todo el tiempo. Ambos me acompañaréis. Podemos traer la paz a este mundo maldito.
Oron: (Indeciso) ¿Galia?
Galia: Oron… amor mío... el Jedi puede ser nuestra única esperanza.
Oron: Muy bien. Confiaremos en ti, Ulic Qel-Droma. Pero dime. Cuando tu plan falle... ¿nos ayudarás a hacer la guerra contra el Lado Oscuro?
Ulic: Si yo fallo... no quedará otra alternativa.


Exterior de Onderon
El Nebulon Ranger ruge sobre la selva


Cabina del Nebulon Ranger
Oron: (Por el comunicador) ¿Esa nave tuya no puede ir más rápido, Ulic? ¡Mis Jinetes Salvajes y yo os estamos pisando los talones, y ni siquiera hemos empezado a sudar!
Ulic: (Risas) No me tientes, Oron Kira, o te dejaré apestando a combustión iónica durante semanas.
Cay: ¿No puedes volar con un poco más de cuidado, Ulic? ¡Acabo de reensamblar el Ranger!
Ulic: Lo siento, Cay, pero tenemos que llegar a Iziz antes de que el tiempo se acabe. Oron Kira puede haber accedido a seguirnos en su Bestia alada, pero dejó dicho a su ejército que se preparase para la guerra.
Tott: Bueno, la ciudad está justo enfrente en nuestros visores. Estoy seguro de que estarán contentos de volver a vernos.
Desde la ciudad, comienzan a llegar disparos de cañón
Tott: ¡¡O no!!
Ulic: ¡¿¡Están disparando sobre nosotros!?! (Activa el comunicador) Seguridad de Iziz, aquí el Nebulon Ranger. ¡¡Alto el fuego!! ¡¡¡Alto el fuego!!!
Tott: Escudos resistiendo.
Novar: (En el comunicador) Nebulon Ranger, estás volando en compañía de nuestros enemigos mortales.


Palacio — Sala de seguridad
Novar: Deténganse o serán destruidos.
Ulic: (En el comunicador) ¡¡Esperen!! ¡¡Traemos a la hija de la Reina!! ¡En nombre de los Jedi, convocamos una conferencia de paz entre la Reina Amanoa y los Jinetes Salvajes!
Oficial de seguridad: Tenemos el blanco fijado, señor. ¿Cuáles son sus órdenes?
Novar: Hmm... Permítanles aterrizar. (En voz más alta) ¡Inicien protocolos de seguridad, y avisen a la Reina!
Oficial de seguridad: ¿Cree que Su Majestad aceptará un tratado de paz con los Jinetes Salvajes?


Salón del Trono de Palacio — Poco tiempo después
Amanoa: ¡¡¡¡Nunca!!!!
Ulic: Pero Majestad... si realmente quiere la paz...
Amanoa: (Fríamente, con ira) Eres un necio, Ulic Qel-Droma. ¡¡Tan necio como todos los Jedi!! Y , Galia... mi única hija... ¡¡¡cómo te atreves a traicionarnos!!! ¡¡¡Nunca pertenecerás a un proscrito!!! ¡¡¡¡Antes te veré morir!!!!
Ulic: (Enfadándose) Reina Amanoa.. Represento a los Jedi y a la República Galáctica. ¡Si Onderon quiere dejar atrás sus Edades Oscuras y unirse la comunidad de mundos, debéis dejar a un lado el odio!
Galia: Madre, por favor, escucha a Ulic Qel-Droma. ¡Mi matrimonio con Oron puede marcar el principio de una nueva era! ¡Un fin a este culto de mal, y el principio de una edad de Luz!
Oron: (Con un fuerte tono de advertencia en su voz) Y si no le escucha, Majestad, yo... Oron Kira... juro que los cielos se oscurecerán con las alas de nuestras bestias de guerra.
Amanoa: (En voz muy baja) ¿Quieres oscuridad, Oron Kira? (A voz en grito, retumbante) ¡¡¡¡Yo te mostraré la oscuridad!!!!
El silbido del viento llena el cuarto.
Galia: (Asustada) ¡¡¡Madre!!! ¿¡¿Qué estás haciendo...?!?
Tott: ¡¡Ulic!! ¿¿¿Lo notas???
Ulic: ¡Sí! Un flujo de energía. El Lado Oscuro se está haciendo poderoso.
Amanoa: (Entre ecos) Invoco al espíritu de Freedon Nadd, un Jedi mucho más grande que estos impotentes jóvenes. ¡¡¡¡Que su poder oscuro penetre en míiiiii!!!!
El suelo empieza a temblar.
Tott: El Lado Oscuro... ¡está por todas partes! ¡Ahogando la Fuerza!
Amanoa: ¡Guardias, rodeadlos!
Guardia: ¡Oír es obedecer, Reina Amanoa!
Cay: Ulic... guardias... ¡¡docenas de ellos!!
Ulic: No preocupes, Cay. ¡Tres Jedi valen tanto como cien hombres con blásters!
Amanoa: (Risas) Jedi estúpido, son Adeptos del Lado Oscuro. Adoradores del Señor Oscuro Freedon Nadd. Rivales demasiado poderosos para unos muchachos. Guardias, por el poder del Lado Oscuro, yo os lo ordeno... ¡¡Destruidles!!
Los Jedi encienden sus sables, y comienzan a desviar proyectiles.

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