martes, 3 de febrero de 2015

De los archivos de Corellia Antilles

De los archivos de Corellia Antilles
Timothy O’Brien

Únase a la Dra. Corella Antilles en una conferencia pronunciada, ante diversos jefes de departamento y grupos interesados, en el  Museo Galáctico poco después del restablecimiento de la Nueva República en Coruscant. La Dra. Antilles es uno de los principales expertos en recuperación de artefactos y consultora jefe en los esfuerzos de la Nueva República para recuperar artefactos peligrosos.

La historia de los pueblos, culturas y civilizaciones de la galaxia es casi inimaginablemente larga. Miles de civilizaciones se alzaron y cayeron antes del desarrollo del viaje hiperespacial, con escaso contacto siquiera con sus vecinos más cercanos. Desde entonces, miles más han salido a la luz en la comunidad galáctica. El total de la historia registrada en la galaxia se estima en unos 500.000 años, y eso es sólo la historia que podemos descifrar. Tal vez otros 500.000 años o más de historia esperan desconocidos, sin descifrar, o simplemente sin registrar. Algunas culturas sólo dejaron ruinas tras de sí, otras dejaron artefactos y objetos manufacturados, y otras sólo dejaron leyendas. La historia estudia los registros escritos. Los xenoantropólogos y xenoarqueólogos estudian los registros físicos no escritos dejados atrás por pueblos desconocidos.
Por supuesto, muchos de los objetos que son dejados atrás tienden a adquirir gran valor para investigadores, museos y coleccionistas privados. Ahí es donde entro yo. Mi nombre es Corellia Antilles, y soy una xenoarquéologa especializada en recuperación de artefactos. Se me ha pedido que analice el estado de los esfuerzos de recuperación del museo después de los saqueos realizados por algunos oficiales imperiales. No estoy aquí para hablar de arqueología o de prácticas en las excavaciones, pero es precisa una breve introducción.
La arqueología es un arte lento y delicado, que requiere paciencia, delicadeza, imaginación e intuición. Excavar un yacimiento puede durar años, décadas, o incluso siglos. La recuperación de registros físicos, habitualmente enterrados bajo años de acumulación de tierra, se realiza más con cepillos y palas de mano que con herramientas de energía y maquinaria pesada. Los sensores de escaneo y el modelado por ordenador aceleran este proceso en un factor de diez, pero la excavación propiamente dicha sigue siendo un proceso físico tedioso y lento. Esto es un mal necesario, ya que muchos de los objetos más importantes e interesantes son frágiles debido a su edad y requieren ser tratados con cuidado. Algunos de los objetos más reveladores que se recuperan son pequeños y difíciles de detectar; recuperarlos requiere una atenta criba.
Aunque este proceso de recuperación cuidadoso es el ideal, a menudo es ignorado por los “alfareros”; saqueadores de yacimientos que roban los objetos de valor más obvio para venderlos en el mercado negro. En los últimos años, este problema se ha acrecentado debido a oficiales imperiales que trataban de expandir sus colecciones de arte, a menudo compuestas por piezas saqueadas de museos y pueblos nativos. Gobernadores locales, moffs, grandes moffs, militares y oficiales de COMPNOR de alto rango, y asesores imperiales arrasaron los yacimientos más prometedores de la galaxia para saciar su hambre de antigüedades. De lejos, el peor de todos ellos fue el propio Emperador, que ordenó decenas de excavaciones, aparentemente en una búsqueda continua de raros y poderosos artefactos Jedi.
Esas excavaciones imperiales fueron muy fructíferas, según su propio criterio: se excavaron cientos de yacimientos, y los artefactos de mayor importancia fueron arrancados de sus lugares de reposo. Los mejores de ellos fueron a parar a colecciones privadas, y el resto fue expuesto en museos públicos a lo largo y ancho del Imperio. Por desgracia, en su premura por obtener trofeos relucientes para sus superiores, a menudo los excavadores pisoteaban pruebas cruciales y destruían sin el menor cuidado objetos de aspecto menos interesante. Esos objetos fueron registrados pobremente, y a menudo mal interpretados. Hay una tendencia a asumir que todo lo que se desentierra es de gran valor cultural, habitualmente religioso, basándose sólo en pruebas escasas. Hay varios casos famosos de esta clase de situación; mi favorito es la excavación del “Templo Voorlach” en Krykis IV, cuyos artefactos recorrieron tres sectores en una exposición itinerante. El “templo” resultó ser un mercado cubierto, y las “reliquias religiosas” se desvelaron como simples bienes de mercado.
La amenaza de objetos de tecnología y función desconocida es más peligrosa. El Emperador fue bien conocido por adquirir objetos místicos. Ciertamente no era el único coleccionista semejante. Muchos de sus adeptos y consejeros aún no han sido capturados, y pueden haber tenido acceso a objetos Jedi, reliquias Sith, artefactos gree, instrumentos tundanos u otras rarezas poderosas. Todos estos objetos representan un peligro incierto para la Nueva República. Docenas, tal vez cientos de estos dispositivos vagan ahora por mercados legales e ilegales, y son activamente buscados por la Nueva República, sus enemigos, y poderosos coleccionistas.
Tales amenazas ya han aparecido bajo la forma del Adepto Oscuro Glynis Tor explotando los tesoros de su maestro, la búsqueda del hechicero tundano Rokur Gepta para apoderarse del poder de antiguas especies, y el intento de Lord Vader de adquirir el Cristal Kaiburr. En la historia, se cree que los infames Krath comenzaron su reinado de terror con la ayuda de reliquias Sith. Sólo cabe esperar que esta tendencia continúe.
Adicionalmente, el saqueo imperial y la laxa aplicación de los códigos arqueológicos han permitido que artefactos culturalmente importantes se hayan ocultado como curiosidades o tesoros artísticos por coleccionistas codiciosos. La devolución de tales objetos puede suponer un peso importante en círculos diplomáticos
Finalmente, está el problema del saqueo general durante la reciente guerra civil en Coruscant. Durante la lucha, algunos ladrones aprovecharon el caos para asaltar almacenes y museos locales, robando todo lo que pudieron. El Museo Imperial de Coruscant no resultó inmune. Aunque muchos de los expositores y vitrinas estaban a salvo tras sistemas de seguridad alimentados por baterías independientes, muchos otros no lo estaban. Miles de piezas de museo fueron robadas por saqueadores durante el breve resurgir del Imperio, cuando Coruscant se encontraba sin una autoridad central. Cientos de ellas han sido recuperadas, pero muchos centenares más siguen desaparecidas.
La Nueva República siempre se encuentra a la búsqueda de más información acerca de tesoros robados y excavaciones saqueadas. A continuación se indican varias de las más importantes ubicaciones arqueológicas y reliquias que nos preocupan actualmente.

Las Tumbas Sith de Korriban
Hace mucho, los Señores del Imperio Sith eran los señores indiscutibles de los mundos bajo su poder. Sabemos muy poco sobre su civilización, que cayó hace unos 5.000 años.
En el planeta Korriban, un mundo sombrío y desértico, pueden verse restos del Imperio Sith en forma de complejos de tumbas monumentales. Korriban es evitado por prácticamente todos los viajeros espaciales, incluso después de que se retirara la prohibición imperial de viajar al planeta. Es remoto, deshabitado, y espeluznante. Los escasos visitantes que recibe el planeta describen vientos silbantes alzándose de las llanuras y aullantes tormentas de arena que atraviesan los valles tallados por el viento y despedazan en cuestión de segundos a cualquier ser viviente. Depredadores salvajes acechan en los eriales, cazando los enjutos roedores y herbívoros que consiguen sobrevivir allí pastando los escasos arbustos. Los inviernos son duros y los veranos ardientes. Es un mundo sin términos medios.
El valle funerario de las Tumbas Sith es sombrío y prácticamente desprovisto de vida. Depredadores especialmente agresivos rondan la zona, aunque no hay agua cerca del lugar y sus presas evitan la zona. Las tumbas sobresalen de las paredes del valle, algunas de ellas talladas en la roca sólida, otras construidas con grandes bloques de piedra. En el centro del cañón hay una gran construcción, aparentemente un templo. Esos monumentos son vigilados por amenazantes estatuas gigantescas de centinelas con armaduras y cascos con cuernos, y de depredadores fantásticos. La leyenda proclama que espíritus y droides guardianes atacan a los ladrones de tumbas. La verdad de esto no se conoce, pero se sabe de muy pocos objetos funerarios Sith que hayan aparecido en el mercado negro.
Registros Sith antiguos, mal conservados e incompletos, afirman que las tumbas están llenas de tesoros funerarios, muebles ornamentales, y los cadáveres de víctimas de sacrificio. Los Señores de los Sith creían en llevarse consigo sus posesiones, y gran cantidad de sus riquezas acumuladas fueron selladas bajo toneladas de roca, incluyendo sus naves personales y sus esclavos favoritos. Este debería ser el patio de juegos de un arqueólogo.
Durante la Antigua República hubo unas cuantas expediciones a los antiguos mundos Sith, pero fueron pequeñas y supervisadas muy de cerca por los Jedi. Con el alzamiento del Imperio, los mundos Sith fueron sellados y vigilados férreamente. Sólo a algunos seguidores del Emperador, escogidos personalmente por él, se les permitía entrar en espacio Sith, y la información acerca de los mundos fue sistemáticamente eliminada de los bancos de datos del Imperio.
Hoy en día nos encontramos amenazados por nuestra propia ignorancia. Muchos de los seguidores del Emperador han evitado su captura. Algunos de ellos han escapado a algún antiguo mundo Sith para estudiar en una fortaleza o biblioteca perdida. Simplemente, no sabemos lo suficiente acerca de esos misteriosos planetas. Una expedición a las Tumbas de Korriban es el punto de inicio obvio.

Las Joyas de la Corona de la Emperatriz Teta
Hace cinco mil años, la semi-mítica Emperatriz Teta unificó el sistema Koros bajo su sabio gobierno. Con el tiempo, el sistema llegó a conocerse como el sistema de la Emperatriz Teta, y luego simplemente como el sistema Emperatriz Teta. Las joyas de la corona tetana, parte de sus objetos personales, son una de las maravillas de la galaxia. Los tesoros reales originales de Teta incluían su corona, adornos, su armadura de combate personal, y un par de dagas de lucha a juego. Teta era tan conocida por sus aptitudes marciales como por su habilidad diplomática, y dirigió personalmente varias batallas durante intentos de golpe de estado y revueltas perpetradas por enemigos políticos y piratas ocultos. En tiempos de guerra, habitualmente llevaba su armadura cuando supervisaba batallas desde su salón del trono convertido en sala de guerra.
Sus herederos fueron menos sabios. En los siglos posteriores a su mandato, llegaron a compartir el poder con intereses comerciales que operaban las minas de carbonita del sistema. La familia real seguía manteniendo plenos poderes ceremoniales y las joyas de la corona, las principales de las cuales eran la armadura y las dagas de Teta. Mil años más tarde, cuando dos de los miembros de la casa real tetana se dedicaron a la magia Sith, se bautizaron a sí mismos como los Krath, derrocaron a sus mayores y establecieron un régimen despótico, las joyas de la corona ceremoniales tetanas desaparecieron, robadas por un lealista tétano. Los Krath consiguieron recuperar algunos objetos, pero la mayoría de las joyas permanecieron ocultas en escondites secretos por todo el sistema. Incluso después de la muerte de los Krath, los tesoros permanecieron ocultos. Durante los siguientes cuatro mil años, la mayoría de esos escondites fueron descubiertos y las joyas de la corona se fueron restaurando lentamente. Hoy en día, sólo unos pocos objetos siguen desaparecidos, siendo el más notable las Dagas de Teta, las hojas a juego que la Emperatriz usaba como sus armas de mano personales. Puede que se encuentren en el sistema Emperatriz Teta, o tal vez ya hayan sido descubiertas y depositadas en una colección privada. La Familia Real Tetana ofrece una recompensa permanente de un millón de créditos por cualquiera de las Joyas Tetanas.

Ossus
El misterioso mundo de Ossus fue en otro tiempo un planeta de paz y aprendizaje; un importante centro Jedi. Hace unos 4.000 años fue abandonado debido a una súbita supernova en el cercano Cúmulo de Cron, durante las Guerras Sith. (La leyenda dice que los Krath detonaron de algún modo las estrellas, pero ningún estudioso serio se lo cree.) Ossus quedó casi totalmente devastado; toda la vida animal y casi toda la vida vegetal murieron. Las criaturas que se encuentran actualmente en el planeta son ajenas al mundo y llegaron a lo largo de los cuatro milenios siguientes.
Ossus nunca fue recolonizado. Se deslizó en la oscuridad tras el velo de la Corriente Cron, los restos nebulosos de las novas que arrasaron el planeta. Los únicos habitantes modernos son los descendientes de las tripulaciones que se estrellaron o naufragaron allí, y algunos asentamientos marginales. Hoy en día el planeta es un erial de sombras, nieblas y ruinas habitado por bandas de semi-bárbaros. Es posible que bajo los escombros y cenizas acumulados en 40 siglos aún se conserven pistas vitales acerca de los Jedi. Fue en Ossus donde Luke Skywalker descubrió un tesoro consistente en antiguos sables de luz, y recuperó antiguos textos Jedi que le ayudaron en su lucha contra el Emperador renacido. Es casi seguro que hay más esperando ser recuperado.
Ossus tiene muchos peligros: atravesar la Corriente Cron es peligroso debido a tormentas iónicas y asteroides descontrolados, las tribus locales de Ossus pueden o no ser amistosas, las ruinas son inestables por naturaleza, se dice que el planeta está plagado de violentas tormentas eléctricas, y es imposible saber cuántos seres sensitivos a la Fuerza han vagado hasta este mundo en un intento de descubrir antiguos secretos.
El Mundo Oscuro de Ossus
Cualquier expedición a Ossus, ya esté compuesta por Jedi, arqueólogos, o arqueólogos Jedi, deberá abrirse camino hasta la remota sección del espacio donde se encuentra Ossus, navegar por la traicionera Corriente Cron, contactar con los nativos (algunos de los cuales no son amistosos), y explorar las ruinas. Una excavación en Ossus probablemente dure un millar de años, por lo que no hay prisa. La expedición deberá asentarse e investigar el pasado del planeta.
No todos los Jedi oscuros o magos de la Fuerza malignos eran sirvientes del Emperador. Algunos de ellos fueron tan perseguidos como los Caballeros Jedi. Uno de ellos, Travgen, escapó de la purga de Palpatine y con el tiempo se estableció en Ossus. Sintió la llegada y partida de Luke Skywalker, pero no salió en persecución del joven prodigio, y quedó aliviado cuando Skywalker partió.
Travgen considera que cualquier expedición que se asiente en Ossus es una seria amenaza. El Jedi oscuro no es ni de lejos tan poderoso como lo era Palpatine, pero sí casi igual de retorcido. Después de veinte años de práctica, meditación, y opresión de las tribus locales, es casi tan poderoso como Luke. Sin embargo, no es ni por asomo igual de valiente, así que comenzaría por enviar a una de sus tribus esclavizadas para tratar de asustar a la expedición y lograr que se vayan. Si esto fracasara, trataría de intimidarles personalmente, pero si le plantaran cara saldría huyendo de la escena rápidamente. Sólo si fuera perseguido a su guarida –las ruinas de viejo centro administrativo- plantaría cara y lucharía. En su guarida jugaría con la ventaja del terreno conocido, ya que el lugar está preparado con sorpresas desagradables que frenarían el ataque de una tribu entera.

Los Dichos de Uueg Tching
El manuscrito original de los Dichos de Uueg Tching se guardó durante los últimos 3.000 años en el Departamento de Libros Raros de la Biblioteca Histórica Imperial Atrisiana, en Kitel Phard. Uueg, el 54º Emperador Atrisiano, fue famoso por su exitoso gobierno tiránico, que él atribuía a su visión diplomática, su gran estrategia, y su efectivo uso de espías. Uueg hizo crecer el Imperio Atrisiano para gobernar, directa o indirectamente, todo Kitel Phard. Déspota ilustrado, los atrisianos le recuerdan por sus habilidades diplomáticas, bélicas, y para mantener el orden. Uueg era amigo de instruir a sus herederos con una combinación de parábolas, analogías, y órdenes a sangre fría. Sus Dichos fueron registrados a mano por los escribas que le seguían a todas partes.
Los Dichos son un texto académico clásico acerca de la manipulación política, estrategia de alto nivel, gobierno interno, y conquista. Pretendían ser una guía para sus descendientes, pero pocos de los siguientes Emperadores Atrisianos de la Dinastía Tching se molestaron en aprender de sus dichos. Entre los pocos que lo hicieron se encuentran la famosa Emperadora Invisible, Oeana Tching, y Eoaq el Extenso. Este simple manuscrito supuso un gran cambio en las políticas atrisianas, pasando de las grandes guerras sangrientas del pasado (las unidades tácticas y de asalto aún siguen modeladas según los precedentes del Tercer Periodo Atrisiano) hacia sutiles políticas de infiltración, espionaje y asesinato. Hace unos 1.500 años, los Dichos fueron impresos en una pequeña tirada para disfrute de la nobleza atrisiana (una táctica del Emperador Atrisiano para demostrar la superioridad de su renombrado ancestro, y, por extensión, de él mismo). Los Dichos se hicieron disponibles hace 550 años en una base de datos general y en ediciones facsimilares especiales para recaudar fondos y demostrar el poder que el Parlamento Atrisiano había arrebatado al trono.
Hace doce años, el Emperador Palpatine “solicitó” el manuscrito original para el Museo Imperial de Coruscant, por su gran valor histórico para la galaxia. Llegó con cierta ostentación, fue expuesto brevemente, y pronto desapareció en las colecciones privadas del Emperador. El Emperador ya había demostrado su maestría en los caminos de Uueg, y es probable que simplemente quisiera los pergaminos como trofeo.
Durante el asalto a Coruscant por parte de la Nueva República, la mayor parte de los tesoros del Emperador fueron trasladados, según se cree, a fortalezas privadas en varios cargamentos. Se cree que los Dichos se encuentran entre ellos. Al menos uno de esos cargamentos se estrelló, y pocos de los objetos a bordo sobrevivieron. Se desconoce qué ocurrió con los Dichos, aunque estos no se encontraban en el manifiesto de la lanzadera estrellada. Sigue sin saberse nada de al menos otras dos lanzaderas; tres fueron recuperadas, dos se desvanecieron en el Núcleo Profundo, y otro cargamento está bajo control de una facción imperial.
El manuscrito original está escrito a mano en tinta negra sobre varios largos pergaminos. Se realizaron añadidos, aclaraciones y notas con tinta roja. Se cree que esos comentarios con tinta roja son observaciones personales de Uueg, de su propio puño y letra. Según los últimos informes, estaban protegidos en una ornada funda de pergaminos de durelio.
La recuperación del manuscrito de los Dichos sería de gran ayuda para mejorar relaciones con la Comunidad Atrisiana.

Holocrones
Aunque los Maestros Jedi insistían en el entrenamiento individual de sus estudiantes, no eran estúpidos, y no se basaban únicamente en la tradición oral. Aparentemente, los Jedi consideraban que los textos o registros de datos ordinarios carecían de una importante cualidad interactiva, y usaban crónicas holográficas (“holocrones”) pseudo-inteligentes como principal medio de grabación. Este método permitía un nivel de seguridad del que ningún archivo de datos era capaz: los holocrones sólo respondían ante un auténtico Jedi.
Los Jedi debían tener técnicas muy avanzadas para tales dispositivos, ya que sólo recientemente la inteligencia artificial y la holografía han sido capaces de aproximarse al nivel de calidad que se atribuye a los antiguos holocrones. Se dice que Palpatine restó importancia a los holocrones tachándolos de “primitivos”, pero esto puede indicar que tenía dificultades para acceder a ellos; era conocido por expresar desdén por cualquier cosa que no pudiera controlar.
Hasta muy recientemente se creía que todos los holocrones habían sido destruidos o capturados en la purga Jedi de Palpatine. Luke Skywalker descubrió recientemente que al menos unos pocos sobrevivieron en las cámaras del Emperador, y consiguió recuperar uno. Esto ofrece esperanza de que aún puedan recuperarse otros. Es incluso posible que algunos permanezcan ocultos, preservados por los Maestros Jedi que previeron la llegada de los tiempos oscuros.
Los holocrones eran fantásticamente escasos incluso antes del alzamiento de Palpatine. Hoy en día, en una galaxia con un solo Maestro Jedi, son infinitamente más preciados. Por supuesto, hay muchos competidores por tales fantásticas rarezas; los coleccionistas pagarían millones por un dispositivo semejante, aunque nunca fueran capaces de usarlo. Dado que un holocrón no tiene precio, probablemente esos millones de créditos irían destinados a pagar a los ladrones, mercenarios y contrabandistas que adquirirían, guardarían y transportarían el objeto, en lugar de a tentar a cualquiera que pudiera “poseerlo” actualmente.
Y además, están los Adeptos Oscuros, antiguos estudiantes de Palpatine, que arrasarían mundos para evitar que un holocrón cayera en manos de Luke Skywalker. Esos seres retorcidos tienen fantásticos y espeluznantes poderes, ansias insaciables, y ya no tienen un señor supremo ante quien responder. No puedo entrar en detalles, pero puedo decir que los Adeptos del Emperador han perseguido vigorosamente incluso los más débiles rumores acerca de holocrones, dejando un reguero de cadáveres a su paso. No se les debe subestimar.
Los holocrones son generalmente sólidos geométricos simples: cubos, pirámides, esferas, tetraedros, etcétera. Al activarse, un holocrón proyecta la imagen de un Jedi determinado, que responde a las preguntas y puede desarrollar una conversación con el estudiante. La versatilidad y alcance de los holo-Jedi aún está por determinar, aunque los informes indican que la interacción con la imagen parece bastante real, como si se hablara con una persona a través de un enlace holográfico.

La Maza Cirra
La Maza Cirra es una importante arma ceremonial perteneciente al akia Cirra, el más beligerante de los clanes del pueblo aislacionista aramandi en el sector Brak. La maza fue robada por un airado seela (un aramandi marginado por hereje) hace unos 20 años. El ladrón seela fue atrapado antes de escapar del Cúmulo Aramand, pero no antes de que la maza fuera vendida a una tercera parte desconocida. Desapareció durante quince años.
Hace cinco años, la Maza Cirra salió a la venta en el mercado clandestino de Brenn, la mayor de las ciudades de Genesia, también en el sector Brak. Los rumores afirman que la maza fue vendida a un comerciante nalroni. Guerreros Cirra, excepcionalmente fuera de su planeta, registraron la ciudad de un extremo a otro para encontrar la maza, pero se les escapó de entre los dedos. Desde este incidente, los guerreros Cirra consideran que los nalroni son unos ladrones.
Recientemente, vienen circulando rumores de que la maza está en Ciudad Celanon, en Celanon, el planeta natal nalroni. No se tiene noticia de que ningún Cirra haya viajado a Ciudad Celanon para investigar esos rumores, aunque los Cirra se encuentran bastante apartados de los canales de comunicación habituales y puede que simplemente aún no hayan escuchado esos rumores.
La Maza Cirra es una maza de obsidiana negra de 80 centímetros de largo, coronada con esmeraldas y rubíes. No se le asocia ninguna maldición o poder extraño (como a muchos objetos legendarios), pero es importante para las ceremonias religiosas del akia Cirra, de las que sabemos muy poco. Recuperar la maza podría ser un paso gigantesco para mejorar las relaciones diplomáticas entre la Nueva República y el Cúmulo Aramandi, que incluye no sólo el akia Cirra, sino también otros tres akia dispersos por los cinco mundos del Cúmulo.

La Daga Loag
La Daga Loag es el símbolo de los Loag, un culto de asesinos que floreció antiguamente en el planeta Merisee y aterrorizó a la población en los días de la Antigua República. Un grupo de seis Caballeros Jedi llegó a Merisee y quebró el control de los Loag en una campaña que duró un año, durante la cual se apoderaron de la daga ceremonial sobre la que los primeros cultistas Loag y todos los candidatos realizaban un juramento de sangre. Los tres Jedi supervivientes llevaron la daga consigo cuando abandonaron Merisee, depositándola posteriormente en el Museo Galáctico de Coruscant.
Permaneció allí como un recordatorio del servicio de los Jedi a la galaxia (ya que los Loag eran contratados como asesinos por muchos extranjeros y tenían una temible reputación por toda la Antigua República). En el Imperio, la daga permaneció expuesta como ejemplo de cómo los grupos insurgentes podían amenazar el orden público (los Jedi aparecen nombrados únicamente como “Servidores del Orden Galáctico” en la versión oficial imperial).
Cuando se restauró la Nueva República en Coruscant después del resurgir del Imperio, la colección del Museo Imperial tuvo que inventariarse para evaluar el daño causado por los saqueadores. Ese esfuerzo continúa, pero la Daga Loag se encuentra entre los objetos perdidos confirmados. Puede haberle pasado cualquier cosa. Por lo que sabemos, podría estar usándose como cuchillo de cocina, pero definitivamente ha desaparecido.
Lo que hace interesante este objeto en particular es el rumor parcialmente confirmado de que los Loag han reaparecido. Se sospecha que asesinos Loag han sido el instrumento de tres recientes crímenes políticos. Si los Loag han regresado, no se detendrían ante nada para reclamar la pieza central de su culto.
La Daga Loag es un arma de 30 centímetros de largo con una hoja negra, curvada por un lado. La empuñadura está envuelta en cuero oscuro y el pomo está coronado por un rubí rojo oscuro.
Contra los Loag
El culto Loag nunca llegó a desaparecer del todo. Cuando los líderes del culto vieron claro que iban a ser derrotados por los Jedi, los mejores y más capaces de sus asesinos se ocultaron. El resto fue enviado gradualmente a misiones suicidas contra los Jedi, y pareció que el culto estaba extinto.
Solo a ciertas personas fuera del culto se les permitió saber que los Loag continuaban existiendo, y se convirtieron en los contactos entre los clientes y los asesinos. El velo de secretismo continuó con el alzamiento del Imperio. Ahora que tanto los Jedi como el Imperio han desaparecido, los Loag están dispuestos a arriesgarse a ser descubiertos, especialmente si eso significa que pueden recuperar su daga. Eso no significa que vayan a revelar su existencia como si tal cosa.
Los Loag se organizan en células de tres a cinco miembros. El contacto entre células es muy limitado. Si los Loag se ven expuestos, la célula revelada permite ser destruida (los Loag se suicidan para evitar su captura) y las otras células se ocultan en la clandestinidad. Cualquiera que exponga y destruya una célula Loag se convierte en objetivo para otras células, pero no hasta pasados al menos seis meses, durante los cuales los cultistas son ciudadanos puros como la nieve que cumplen las leyes mientras esperan a que el ambiente se enfríe.

Los Santuarios de Kooroo
Dispersos por remotos planetas de ciertas zonas del Borde Exterior, los misteriosos Santuarios de Kooroo, todos ellos construidos con la misma roca natural (incluso en Gelgelar, donde la única roca de la zona es el lecho rocoso a metros o decenas de metros bajo la superficie), son una fuente de interés de eruditos y público en general.
Los santuarios comparten una construcción similar y simple: tres niveles, dos de ellos cerrados y otro, el superior, con un techo alzado sobre una estructura de roca maciza y redonda con función desconocida. El centro de los dos niveles inferiores es sólido, para soportar el túmulo superior. El resto del santuario tiene aperturas y cámaras, cuyas funciones también son desconocidas. Algunas de esas cámaras están cubiertas de jeroglíficos, obras de arte, y, en algunos casos, holografías. Los santuarios están rodeados por obeliscos de roca y monolitos siguiendo un patrón regular, abriéndose en círculos concéntricos separados 100 metros entre sí, alrededor de la estructura principal.
Está generalmente aceptado que los santuarios fueron construidos por una especie alienígena, probablemente con una telepatía limitada. Esta especie no registró ninguna guerra, arma, ni armadura, y por tanto se cree que fue profundamente pacífica. La Antigua República nunca se encontró con la especie kooroo (el origen del nombre es confuso); su planeta natal no ha sido identificado, y parecen haberse extinguido. Los expertos estiman que muchas de esas estructuras tienen más de 20.000 años de antigüedad.
Algunos de los santuarios han sido aprovechados por las especies inteligentes nativas para sus propias ceremonias religiosas, y han sufrido añadidos o reformas. En algunos mundos, los nativos reclaman como propios los santuarios ocupados. En otros son recordados como construcciones de un antiguo pueblo. Sólo unas pocas especies recuerdan que fueron construidos por seres de fuera del planeta. Algunos santuarios fueron destruidos por las culturas locales por considerarlos extraños y aterradores.
Abundan las teorías acerca de los Santuarios Kooroo. Poco después del descubrimiento de los santuarios por la Antigua República circularon historias de sangrientos sacrificios y festivales obscenos. Con el tiempo dejaron de tenerse en consideración, aunque siguieron siendo populares. En tiempos recientes ha aparecido un culto místico, la Hermandad de Kooroo, que proclama haber obtenido una iluminación especial debida a la contemplación y meditación constante en los santuarios. Esto puede ser cierto o no: individuos sensibles a la Fuerza han informado de que los santuarios “resuenan” a sus sentidos, aunque no se conoce ningún uso práctico para este efecto. Se sabe que es cierto que varios líderes de la secta Kooroo están estafando a sus seguidores con palabrería sin sentido y sencillos trucos. Se ha sabido que nueve líderes Kooroo están desviando fondos para su uso privado, y esto sólo en los escasos años desde el establecimiento de la Nueva República.
Una teoría es que los santuarios servían a la civilización kooroo como una especie de red de comunicaciones, potenciando sus poderes telepáticos lo suficiente para poder cubrir vastas distancias interestelares. Esta es una teoría intrigante, pero carece de pruebas.
Otra teoría popular es que los kooroo poseían una tecnología interestelar muy limitada, y usaban los santuarios para visitar mentalmente otros planetas sin viajar realmente a ellos. En esta teoría los santuarios servían como foco para la mente kooroo visitante.
Una idea aún más descabellada es que los kooroo poseían inmensos poderes mentales, y usaban los santuarios como puntos de translocación para moverse mentalmente a sí mismos por el espacio y el tiempo. Generalmente, esto es considerado como pésima ficción.
No se conoce que los santuarios presenten ninguna amenaza en sí mismos, aunque a menudo si puedan causar problemas los impredecibles Seguidores de Kooroo. Aún se desconoce la cantidad exacta de santuarios, y deben ser estudiados cuidadosamente. Por favor, informen a la Oficina de Antigüedades de la Nueva República de cualquier descubrimiento de un nuevo santuario.
Ideas acerca del uso de los Santuarios de Kooroo
La naturaleza y los poderes de los santuarios siguen siendo un misterio, pero estas son algunas de las teorías más habituales:
  • Los santuarios son antiguos nodos de comunicación para telépatas. Cualquiera que use un poder telepático en uno de los santuarios se podrá comunicar con cualquier telépata que se encuentre en cualquier otro santuario. Con práctica, el telépata transmisor debería ser capaz de comunicarse con un telépata concreto en un santuario determinado. Los santuarios podrían funcionar sólo con la telepatía de los kooroo, con poderes concretos de especies determinadas, o con cualquier clase de comunicación mental.
  • Los santuarios son baterías psíquicas establecidas en una red. Usar la Fuerza es mucho más fácil en un santuario. Sin embargo, también aumenta la probabilidad de caer al Lado Oscuro por acciones moralmente cuestionables.
  • Los santuarios son colectores de energía de los antiguos y malvados kooroo, que fueron desterrados al Otroespacio por sus enemigos hace milenios. Los kooroo no necesitaban hacer la guerra; conquistaban planetas mediante puro poder mental. Los kooroo todavía acechan en el Otroespacio, esperando que se abra una puerta de vuelta a este universo. Los ritos y meditaciones dirigidos por la Hermandad de Kooroo alimentan a los kooroo, que planean usar la energía para contactar con algún poderoso usuario de la Fuerza u otro telépata en este lado. Una vez hayan establecido contacto, instruirán al telépata sobre cómo abrir una puerta entre dimensiones; esto requeriría una horrible ceremonia del lado oscuro, larga y difícil, precisaría de materiales extraños y de la cooperación de una congregación de seguidores que celebrasen simultáneamente el ritual en tres o más santuarios.
  • Los santuarios son almacenes del conocimiento y la experiencia de los más sabios de los benevolentes kooroo. Los kooroo sabían que su tiempo se acababa, e impregnaron mentalmente los santuarios con la experiencia recopilada por una única gran mente, algo similar a un holocrón Jedi, para dejársela a las especies más jóvenes. Sólo un telépata adecuadamente instruido puede acceder a esta información, usando una técnica codificada en las obras de arte y los jeroglíficos que decoran los santuarios. Cada santuario requiere una técnica distinta, pero una vez que se descubra la clave, el código debería ser fácil de leer. No es probable que se consiga tener éxito sin semanas de estudio y meditación contemplativa en uno de los santuarios.

El Yate del Emperador
Durante años, tanto el Alto Mando Imperial como el de la Alianza fueron tentados por los rumores de que un proyecto secreto imperial había desarrollado un dispositivo de ocultamiento funcional, un proyecto tan secreto que no se guardaron registros y nadie fuera del equipo de investigación aparte del Emperador sabía nada concreto acerca de él. Desde luego, las naves imperiales han usado tecnología de sigilo durante años (y estos sistemas eran llamados ocasionalmente “de ocultamiento”), pero el objetivo real de la tecnología de sigilo es una ocultación total, un dispositivo que haga indetectable una nave.
Incluso ahora, tras el uso de dispositivos de ocultamiento por parte de Thrawn, tenemos información muy incompleta sobre este proyecto. Sabemos que el Emperador tenía un modelo de ocultamiento operacional. Se cree que algunas de las naves personales del Emperador, incluyendo su yate y su lanzadera, estaban equipadas con ocultación completa. No se sabe cuántas naves más estaban equipadas con ocultación.
La lanzadera personal del Emperador fue destruida en Endor. Su yate, el Sombra del Emperador, estaba bajo el mando de uno de sus adeptos, Jeng Droga, cuando desapareció aproximadamente en la misma época de la Batalla de Endor. Se cree que el Sombra se encontraba en el Borde Medio, cerca de Kaal, cuando desapareció. Por supuesto, es de suponer que una nave equipada con ocultación operativa desaparezca, e Inteligencia de la Nueva República considera que el Sombra es imposible de rastrear; sin embargo, un informe de un equipo negociador de la Nueva República indica que el yate pudo haberse estrellado en Kaal, posiblemente en una zona poco profunda de su océano planetario.
Una nave de la que se sospecha podría haber sido el Sombra fue destruida por una tercera parte interesada para dejarla fuera de la circulación. No hay confirmación conocida de que la nave fuera el Sombra, ni ninguna confirmación de que hubiera instalado un dispositivo de ocultación. Se requiere más investigación. La excavación de un naufragio en Kaal sin duda atraería el interés de grupos imperiales u otros competidores, así que cualquier intento de investigar o de recuperar el Sombra debería realizarse de incógnito o con fuerte vigilancia. La Oficina de Recuperación de Objetos del Museo Galáctico está dispuesta a financiar una expedición de incógnito.
Expedición a Kaal
Pocos años después de Endor, una misión diplomática de la Nueva República a Kaal encontró a un cazafortunas que se hacía llamar Pandis Hart (en realidad se trataba de Talon Karrde), quien estaba buscando el Sombra del Emperador. Uno de sus asociados, Quelev Tapper, localizó bajo los mares de Kaal una nave que podría ser la que buscaban y la preparó para hacerla estallar por control remoto. Cuando fallaron los intentos de Hart por conseguir acceso exclusivo a la nave, la voló en pedazos antes de dejar que cualquier otra persona se hiciera con ella. Esta nave podría tratarse o no del Sombra.
Si el yate se estrelló efectivamente en Kaal, pero Tapper no encontró la nave correcta, sigue aún ahí abajo, esperando ser encontrada. Si el yate se estrelló en algún otro lugar, debería enviarse una expedición a Kaal para descubrirlo y determinar dónde se estrelló.
Por supuesto, las noticias de una misión para recuperar el Sombra llegarían a los remanentes de los servicios de inteligencia del Imperio, y posiblemente a los oídos de una o más de las más poderosas corporaciones. La competición para hacerse con el Sombra será feroz.
El destino del Adepto del Lado Oscuro Jeng Droga sigue siendo desconocido. Estaba afectado mentalmente por la muerte de su maestro; si sobrevivió, es probable que monte guardia ante la nave a su mando hasta recibir la llamada de su maestro. Droga no era el más poderoso de los sirvientes del Emperador, pero era uno de los más leales y no aceptaría de muy buen grado cualquier intento de recuperar el yate.

El Noor de Sharka’k
Los gree son una antigua especie con una civilización de millones de años de antigüedad. Su tecnología, muy distinta de la nuestra, dominó el viaje hiperespacial y la picotecnología eones antes de que la mayor parte de las especies descubriera el fuego. Su época dorada terminó milenios antes de que se fundara la Antigua República. Para cuando la República descubrió un mundo gree, su cultura había degenerado inmensamente.
Aún sobreviven fantásticos objetos, manejados por maestros gree que retienen celosamente el antiguo conocimiento. Algunas de esas reliquias son capaces de realizar acciones en aparente violación de las leyes de la física conocidas. Cada una es única.
Hace unos cuantos años, formé parte de una pequeña expedición secreta al planeta Asation, la puerta de entrada al Enclave Gree. Nuestro intento de adquirir un artefacto gree abandonado fracasó, pero logré abandonar el mundo con  la mente y el cuerpo intactos, a diferencia de la mayor parte de la expedición; los gree son muy celosos de sus secretos.
Recientemente he recibido noticias de que otra expedición tuvo más éxito. Aparentemente, un equipo liderado por el Dr. Ils Ee adquirió un dispositivo conocido como el Noor de Sharka’k. El Noor fue una vez el dispositivo principal de la colección de Sharka’k. Sharka’k murió en Asation sin pasar los secretos del Noor a ningún aprendiz, así que el Noor pasó a ser posesión de los gree de Te Hasa, los Guardianes de los Artefactos. Antes de que los te hasanos pudieran tomar posesión del Noor, el Dr. Ee, una persona de dudosa ética, lo robó. Ee escapó del remoto Enclave Gree y fue visto por última vez en Tujiamoor poco antes de las erupciones volcánicas Talecalle. La cadena volcánica Talecalle había permanecido inactiva durante 3.000 años hasta que entró súbitamente en actividad el mes pasado, matando a 400.000 colonos. Parece razonable sospechar que el Noor activó de algún modo los volcanes. Tal vez Ee estuviera experimentando con el Noor. Tal vez no.
Suponiendo que el Noor proteja de daños a su usuario, Ee probablemente consiguió escapar durante la confusión. Los sensores de control de tráfico espacial fueron interferidos por el flujo de lava y cenizas volcánicas, y Ee fácilmente pudo haber despegado pasando inadvertido. Suponiendo que Ee tratará de dominar el Noor, las partes interesadas deberían observar detenidamente los informes sísmicos de planetas cercanos a Tujiamoor. Debería investigarse cualquier actividad sísmica inusual.
El Noor
El Noor es un dispositivo bastante pequeño, de unos 20 centímetros de largo, compuesto por tres tubos paralelos con extraños glifos grabados a lo largo del tubo central. El tubo central también tiene una pantalla codificada en colores en uno de sus lados. Cada uno de los tubos exteriores tiene cuatro depresiones del tamaño de la yema de un dedo. El Noor fue construido para ser usado por los gree, con sus cuatro tentáculos, y es difícil de manejar para cualquier ser que no sea gree. El Dr. Ee nunca será capaz de manejarlo correctamente. El Noor emite un profundo tono de baja frecuencia que fluctúa en una melodía lenta y quejumbrosa conforme se manejan los controles.
El Noor manipula la actividad geológica. Puede causar o facilitar terremotos, crear nuevos volcanes, sacudir el manto de un planeta, o afectar de otros modos a un núcleo planetario. Puede ser un arma devastadora, por supuesto, aunque principalmente se trata de una herramienta de ingeniería planetaria.
Si los gree descubren la ubicación del Noor, es muy probable que vayan tras él, y disponen de otros dispositivos para ayudarse en su búsqueda; dispositivos, estos sí, cuya función original es servir como armas.

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