Informe de campo
Eric Trautmann
Del diario de
la tableta de datos de Voren Na’al, Director del Consejo de Investigación de la
Nueva República.
Usando sofisticados droides y ordenadores, los “equipos
de tamizado” de la Nueva República han conseguido elaborar un inventario
parcial de algunos de los asombrosos tesoros almacenados en el Monte Tantiss.
Garv Debble, el xenoarqueólogo al mando de la excavación de Monte Tantiss, ha
escrito un informe acerca de lo que se sabe que ha sido dañado o destruido en
la explosión, aunque admite que no es en absoluto una lista completa.
Hemos tamizado una parte sustancial de los
escombros de las cámaras superiores e intermedias y hemos descubierto varios
artefactos que, aparentemente, el Emperador guardaba como trofeos. Por
desgracia, la mayoría de esas cámaras no disponían de escudos adecuados, y su
contenido ha quedado irremediablemente dañado.
En los niveles superiores –aquellos más cercanos al
complejo del salón del trono- la mayoría de los artefactos parecen ser del
periodo histórico de la Antigua República, especialmente el equipo militar.
Hemos localizado varias armas arcaicas, lanzaproyectiles y hondas de iones. Hay
algunas ojivas de modelos antiguos que estaban en servicio incluso antes de que
se estableciera la Antigua República. La calidad de esas piezas es aceptable
teniendo en cuenta el castigo al que han sido expuestas, y probablemente su
calidad era digna de un museo antes de la explosión.
Una cámara, ubicada justo bajo las cámaras de
clonado en los niveles intermedios, parecía estar dedicada a artefactos Jedi de
algún tipo. Dado que disponemos de tan poca información sobre los Jedi (aparte
de mitos y conjeturas) es difícil determinar qué son muchas de esas reliquias.
Hemos identificado los restos de más de 200 sables de luz de varios estilos,
niveles de potencia y antigüedad, aunque sólo algunos fragmentos sobrevivieron
a la explosión.
Algunas cámaras estaban dedicadas a obras de arte
de diversos mundos, aunque la mayoría parece proceder de mundos con poblaciones
humanas. Esto se corresponde con la información que disponemos acerca del
Emperador Palpatine, quien mostraba “poca afinidad” hacia los alienígenas. Ciertas
cámaras sí tenían algunos ejemplos de arte alienígena –siendo los más notables algunos planograbados de Breta
Yaga y una escultura danzante de Galloa II- aunque no estaban expuestos de
forma tan destacada como el resto de las obras. Ahora, la mayoría de las
pinturas, obras de holoarte y esculturas son poco más que polvo calcinado.
Una de las secciones más interesantes era la bahía
de hangar interior. Este no era el hangar principal que se usaba para
lanzaderas y transportes, sino una bahía de hangar ubicada en las profundidades
del interior de la montaña, sin lugar de lanzamiento o aterrizaje directo.
Albergaba una colección de vehículos clásicos, espaciales y terrestres, que
databan de épocas previas a la República. Este hangar disponía de fuertes
escudos, y un número sorprendente de esas naves han sobrevivido. Algunos de los
ejemplares más interesantes incluyen una antigua “cápsula durmiente” alderaaniana
pre-republicana, una unidad de criocongelación controlada químicamente que es
una de las primeras naves interestelares conocidas. También se encuentra entre
los supervivientes el “vagón flotante” AB-1 original, el prototipo del diseño
de deslizador terrestre en uso hoy en día.
Es una desgracia que Palpatine eligiera albergar
tantos objetos dignos de un museo en un único lugar. Es típico que la
arrogancia del hombre suponga para la galaxia la pérdida de una de las mayores
colecciones de arte y tecnología jamás reunida. Desde luego, una pérdida
trágica.
Sin embargo, me veo obligado a preguntarme si la
pérdida es tan inmensa como parece. Dado el número de mundos que el Emperador
conquistó durante su mandato, parece improbable que el Monte Tantiss –por grande
que sea- pudiera albergar todas las obras de arte y tesoros que deseaba el
Emperador. Dudo que fuera tan selectivo que eligiera sólo piezas que le
complacieran; el hecho de adquirir los tesoros parecía ser su placer principal.
Eso plantea una nueva e interesante pregunta. ¿Es
el Monte Tantiss simplemente una de una red de cámaras del tesoro?
Decididamente, se impone un examen de los fragmentos que quedan de los mapas
estelares del núcleo del ordenador.
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