Heridas sin curar, prejuicios sin olvidar
Eric Trautmann
Del diario de
la tableta de datos de Voren Na’al, Director del Consejo de Investigación de la
Nueva República.
Los efectos de las Guerras Clon perduran hoy en
día. Las cicatrices aún no han sanado, y el odio y el miedo permanecen en las
actitudes y percepciones de muchos de los ciudadanos, tanto del Imperio como de
la Nueva República. El hecho de que el Gran Almirante Thrawn estuviera
preparado para lanzar un nuevo asalto de las Guerras Clon ha despertado mucho
odio hacia los clones en aquellos que eran conscientes de su plan.
Yo mismo debo admitir que tengo ciertos prejuicios
respecto a la idea de la clonación. Muchos miembros de mi familia murieron
durante las Guerras Clon: abuelos, tíos y tías que ya nunca tendré la
oportunidad de conocer. Aunque sé que esta clase de prejuicio es incorrecta, y
que es algo que la Nueva República está tratando de eliminar, no puedo evitar
mis sentimientos de repulsión y odio. La “gente” creada en fábricas como los soldados
que Thrawn estaba tratando de crear fue responsable de incontables muertes, y
eso no puede olvidarse fácilmente.
Con el intento de Thrawn por resucitar el proceso
de clonación, ha aumentado –al menos en círculos históricos- el interés por las
Guerras Clon. Dado que la mayoría de registros de esa época se han perdido, es
difícil conseguir un relato detallado de esos tiempos convulsos. Antes de que
podamos entender hacia dónde vamos, debemos entender dónde hemos estado.
Claramente, es necesario un estudio en mayor profundidad de este trágico
periodo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario