lunes, 16 de febrero de 2015

Heridas sin curar, prejuicios sin olvidar

Heridas sin curar, prejuicios sin olvidar
Eric Trautmann

Del diario de la tableta de datos de Voren Na’al, Director del Consejo de Investigación de la Nueva República.

Los efectos de las Guerras Clon perduran hoy en día. Las cicatrices aún no han sanado, y el odio y el miedo permanecen en las actitudes y percepciones de muchos de los ciudadanos, tanto del Imperio como de la Nueva República. El hecho de que el Gran Almirante Thrawn estuviera preparado para lanzar un nuevo asalto de las Guerras Clon ha despertado mucho odio hacia los clones en aquellos que eran conscientes de su plan.
Yo mismo debo admitir que tengo ciertos prejuicios respecto a la idea de la clonación. Muchos miembros de mi familia murieron durante las Guerras Clon: abuelos, tíos y tías que ya nunca tendré la oportunidad de conocer. Aunque sé que esta clase de prejuicio es incorrecta, y que es algo que la Nueva República está tratando de eliminar, no puedo evitar mis sentimientos de repulsión y odio. La “gente” creada en fábricas como los soldados que Thrawn estaba tratando de crear fue responsable de incontables muertes, y eso no puede olvidarse fácilmente.
Con el intento de Thrawn por resucitar el proceso de clonación, ha aumentado –al menos en círculos históricos- el interés por las Guerras Clon. Dado que la mayoría de registros de esa época se han perdido, es difícil conseguir un relato detallado de esos tiempos convulsos. Antes de que podamos entender hacia dónde vamos, debemos entender dónde hemos estado. Claramente, es necesario un estudio en mayor profundidad de este trágico periodo.

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