lunes, 23 de febrero de 2015

La construcción del caza estelar ala-B

La construcción del caza estelar ala-B
Bill Slavicsek

Tal y como le fue contado a Voren Na’al por el almirante Ackbar mientras este se encontraba en arresto domiciliario en Coruscant...

¿El caza estelar ala-B? ¿Quieres que te hable de eso? Esto es historia antigua, jovencito. Parece que todo ese asunto ocurrió hace toda una vida. Oh, muy bien. No tengo nada más que hacer ahora mismo... Si mi droide guardián no protesta. ¿No? Bien, ¿por dónde empiezo entonces?
Después de la Batalla de Yavin, el Imperio estaba usando fragatas de escolta con alarmante regularidad. Mientras la flota iba cazando implacablemente las bases ocultas de la Alianza, el Imperio introdujo una nueva fragata para guardar sus convoyes de suministros... la Nebulon B. Por supuesto, como sabes, el Imperio era uno de nuestros principales suministradores; sin la posibilidad de secuestrar convoyes imperiales, la Alianza se habría visto paralizada por falta de material. Esta nueva fragata Nebulon B resultaba una dura rival para nuestros cazas, y amenazaba con eliminarnos la capacidad de capturar naves imperiales. No podríamos conseguir los convoyes imperiales sin sufrir daños excesivos.
Sabía que nuestro único camino era atacarla con naves capitales, de las que teníamos muy pocas en ese momento, o sacarnos de la manga un caza estelar especialmente equipado para usarlo contra ella. Mi plan consistía en la construcción de un nuevo caza estelar, pero para ello era crucial que consiguiera reclutar la ayuda de los verpine, los renombrados constructores de naves del sector Roche.
Aunque no pude convencer a los insectoides de que se unieran a la Alianza, sí que fui capaz de lograr que se comprometieran a realizar el proyecto. Describí la clase de nave que necesitaba, y ellos usaron sus capacidades de diseño únicas para hacerlo realidad. Construyeron dos prototipos para nosotros, y mostraron a mi equipo de ingenieros cómo construir más. Aplicaron el sistema de estabilización de sus naves al ala-B, creando una plataforma de armas segura que contenía la cabina y sobre la que giraba el resto de la nave. Es capaz de una amplia variedad de maniobras, al tiempo que albergaba suficiente potencia de fuego para ocuparse de una Nebulon B.
Por supuesto, el Imperio supo de la operación cuando uno de mis propios hombres resultó ser un traidor. De no ser por los esfuerzos de un intrépido equipo de ataque rebelde, puede que no hubiéramos sido capaces de escapar del sistema Roche con los cazas, por no hablar de nuestras vidas y las de los verpine.

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