jueves, 12 de febrero de 2015

El Truco del Velo Encubridor

El Truco del Velo Encubridor
Eric Trautmann

Fragmento de un comunicado imperial interceptado

Para: Gran Almirante Thrawn
De: Teniente Rejlii Mithel
Asunto: El Truco del Velo Encubridor

Gran Almirante Thrawn:
Como me solicitó, señor, he estudiado el llamado “truco del velo encubridor” que en el pasado ha sido usado con éxito por la rebelión.
Esta maniobra concreta, tradicionalmente utilizada por contrabandistas y piratas, consta de tres fases: adquisición, velo (o cegado) y fuga.
La fase de adquisición ocurre cuando la nave objetivo ha sido atrapada o casi atrapada en un rayo tractor. En ese punto, la nave objetivo tiene tres opciones: rendirse, suicidarse, o el velo.
La fase de velo consiste en la expulsión de alguna clase de contramedida para confundir los sensores. Las partículas trac-reflexivas son las más efectivas, ya que engañan al bloqueo de objetivo del ordenador de control de un rayo tractor. Un polvo tratado que emita radiación pesada también es efectivo, aunque eso también daña la nave objetivo. También se sabe que la fase de cegado de sensores del velo encubridor fue efectuada con éxito contra un Acorazado de la Autoridad del Sector Corporativo cuando la nave objetivo vertió una gran cantidad de grano en el rayo tractor. Dado que el rayo tractor trata de fijarse sobre miles –incluso millones- de partículas al mismo tiempo, se pierde el agarre sobre el objeto de mayor masa.
La fase de fuga es simplemente lo que el nombre implica: la nave objetivo se aprovecha de la distracción y realiza un salto a la velocidad de la luz. Cuando se emplea adecuadamente, los pilotos de la nave objetivo a menudo pueden programar el salto en el mismo sitio, en lugar de activar coordenadas de salto pre-programadas, ya que los rayos tractores no pueden volver a atraparles hasta que se disperse la nube de polvo.
Se han propuesto varias sugerencias acerca de métodos para frustrar esta táctica, con poco o ningún éxito. Reposicionar la nave perseguidora para evitar el velo es la más común, aunque un piloto avezado puede mantener la nube de polvo entre su nave y la nave perseguidora.
Una estrategia más radical que ha sido empleada en el pasado es la introducción de un “misil de partículas cargadas”. El misil supuestamente podría hacer pasar una carga opuesta por la nube de partículas y obligar a las partículas a agruparse. Entonces, el operador del rayo tractor podría disparar su arma rodeando los “cúmulos de partículas” y atrapar al objetivo. Por desgracia, en operaciones de combate reales este método ha demostrado ser menos que satisfactorio. La cápsula del misil necesita una calibración precisa, y puede quedar desalineado simplemente en su almacenamiento o manipulación. En una prueba de campo, la polaridad de la carga quedó invertida por una mala manipulación, y en realidad expandió el velo, en lugar de contraerlo.
La doctrina imperial actual sugiere fuego de cobertura de turboláser en las inmediaciones generales de la nave objetivo, con la esperanza de obtener un “disparo afortunado”. Esto no resulta de utilidad en una situación en la que un objetivo deba ser capturado con vida.
Almirante, con su apoyo, he intentado emplear el propio rayo tractor para dispersar la nube de polvo cegadora. Cambiándolo al “modo plano de corte” (ver datapágina 87.126 del Manual Básico del Rayo Tractor Imperial) debería ser posible “mover” artificialmente la nube fuera de nuestro camino. Por desgracia, el módulo informático de control de un emplazamiento de rayo tractor estándar no puede manejar las señales de sensor contradictorias de las partículas trac-reflexivas, y entra en un ciclo de apagado, o “bucle infinito”. Dado que no dispongo de la pericia técnica necesaria para reprogramar el ordenador de control, solicito formalmente que se asigne a la tarea un técnico informático de nivel tres, como indico en el informe adjunto. Si la reprogramación tiene éxito, creo que podríamos haber encontrado un modo de frustrar el “truco del velo encubridor”.
Respetuosamente,
 Tte. Rejlii Mithel

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