El Truco del Velo Encubridor
Eric Trautmann
Fragmento de
un comunicado imperial interceptado
Para: Gran Almirante Thrawn
De: Teniente Rejlii Mithel
Asunto: El Truco del Velo Encubridor
Gran Almirante Thrawn:
Como me solicitó, señor, he estudiado el llamado “truco
del velo encubridor” que en el pasado ha sido usado con éxito por la rebelión.
Esta maniobra concreta, tradicionalmente utilizada
por contrabandistas y piratas, consta de tres fases: adquisición, velo (o cegado) y fuga.
La fase de adquisición ocurre cuando la nave
objetivo ha sido atrapada o casi atrapada en un rayo tractor. En ese punto, la
nave objetivo tiene tres opciones: rendirse, suicidarse, o el velo.
La fase de velo
consiste en la expulsión de alguna clase de contramedida para confundir los
sensores. Las partículas trac-reflexivas son las más efectivas, ya que engañan
al bloqueo de objetivo del ordenador de control de un rayo tractor. Un polvo
tratado que emita radiación pesada también es efectivo, aunque eso también daña
la nave objetivo. También se sabe que la fase de cegado de sensores del velo
encubridor fue efectuada con éxito contra un Acorazado de la Autoridad del
Sector Corporativo cuando la nave objetivo vertió una gran cantidad de grano en
el rayo tractor. Dado que el rayo tractor trata de fijarse sobre miles –incluso
millones- de partículas al mismo tiempo, se pierde el agarre sobre el objeto de
mayor masa.
La fase de fuga es simplemente lo que el nombre
implica: la nave objetivo se aprovecha de la distracción y realiza un salto a la
velocidad de la luz. Cuando se emplea adecuadamente, los pilotos de la nave
objetivo a menudo pueden programar el salto en el mismo sitio, en lugar de
activar coordenadas de salto pre-programadas, ya que los rayos tractores no
pueden volver a atraparles hasta que se disperse la nube de polvo.
Se han propuesto varias sugerencias acerca de
métodos para frustrar esta táctica, con poco o ningún éxito. Reposicionar la
nave perseguidora para evitar el velo es la más común, aunque un piloto avezado
puede mantener la nube de polvo entre su nave y la nave perseguidora.
Una estrategia más radical que ha sido empleada en
el pasado es la introducción de un “misil de partículas cargadas”. El misil
supuestamente podría hacer pasar una carga opuesta por la nube de partículas y
obligar a las partículas a agruparse. Entonces, el operador del rayo tractor
podría disparar su arma rodeando los “cúmulos
de partículas” y atrapar al objetivo. Por desgracia, en operaciones de combate
reales este método ha demostrado ser menos que satisfactorio. La cápsula del
misil necesita una calibración precisa, y puede quedar desalineado simplemente
en su almacenamiento o manipulación. En una prueba de campo, la polaridad de la
carga quedó invertida por una mala manipulación, y en realidad expandió el
velo, en lugar de contraerlo.
La doctrina imperial actual sugiere fuego de
cobertura de turboláser en las inmediaciones generales de la nave objetivo, con
la esperanza de obtener un “disparo afortunado”. Esto no resulta de utilidad en
una situación en la que un objetivo deba ser capturado con vida.
Almirante, con su apoyo, he intentado emplear el
propio rayo tractor para dispersar la nube de polvo cegadora. Cambiándolo al “modo
plano de corte” (ver datapágina 87.126 del Manual
Básico del Rayo Tractor Imperial) debería ser posible “mover”
artificialmente la nube fuera de nuestro camino. Por desgracia, el módulo
informático de control de un emplazamiento de rayo tractor estándar no puede
manejar las señales de sensor contradictorias de las partículas
trac-reflexivas, y entra en un ciclo de apagado, o “bucle infinito”. Dado que
no dispongo de la pericia técnica necesaria para reprogramar el ordenador de
control, solicito formalmente que se asigne a la tarea un técnico informático
de nivel tres, como indico en el informe adjunto. Si la reprogramación tiene
éxito, creo que podríamos haber encontrado un modo de frustrar el “truco del
velo encubridor”.
Respetuosamente,
Tte. Rejlii Mithel
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