Droides astromecánicos

Droides astromecánicos

Pablo Hidalgo

Jhensara reposó sus pies sobre la consola. Las cosas no podían ir mejor. Una buena nave, una bodega de carga repleta, y un destino prometedor. Si al menos su ordenador de navegación estuviera de acuerdo con ella...

Sonaron sirenas de alarma, despertando a Jhensara de su melancólica ensoñación.

-Maldita sea –exclamó-, ¿qué pasa ahora?

Consultó su ordenador de navegación, pero era difícil verlo debido a todo el humo que salía. Jhensara comenzó a cuestionarse el valor del chollo que había obtenido al comprar la nave.

Jhensara miró por la ventanilla a la tormenta de asteroides que tenía por delante. No tardó mucho en darse cuenta que no estaba en el sistema Thrynka.

El agotado ordenador ejecutó su ciclo de diagnóstico y le ofreció conclusiones poco agradables. Amortiguador aluvial... muerto. Impulsores laterales... moribundos. Hipermotores... hipermotores...

Jhensara sintió la necesidad de maldecir de nuevo. Realmente se dejó llevar por el pánico, pero sólo durante un instante.

-Erredós, Errecinco, Erretrés –llamó-. Tenéis trabajo que hacer, muchachos.