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Tu sable de luz
cobra vida con un chasquido y un siseo. Inmediatamente Togarn grita de agonía,
cerrando con fuerza sus ojos.
-¡Luz no! ¡Luz
no! –grita-. Me hace daño en los ojos, me ciega. ¡Oh, apágala!
Tu sable de luz
proporciona suficiente luz para ver más allá de su hinchado hocico. Desde la
cabeza se extiende un cuerpo con forma de babosa, terminado en una cola con
pinchos que se agita de dolor. La caverna no continúa
más allá de la cola de la criatura... y no puedes encontrar ninguna bolsa de
monedas de metal. Realmente, esta es una criatura de la oscuridad, una criatura
que podría haberte engañado y haberte hecho daño. Los Jedi son misericordiosos,
no vengativos. En lugar de seguir atormentando más a esta monstruosidad, te
apresuras a salir de la caverna a la luz del día.
- Exploras otra zona de las ruinas: ve al número indicado en el mapa para esa ubicación (2, 3, ó 4). No puedes regresar a ninguna zona que ya hayas visitado antes.
- Si aún no has encontrado la bolsa de monedas de metal, pero quieres abandonar tu búsqueda, pasa al 27.
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