Relatos del Suplemento
Técnico de la Estrella de la Muerte
Bill Slavicsek
Han Solo, al
timón del Halcón Milenario, cubrió la distancia entre su nave y el caza TIE que huía.
-Le alcanzaré en uno o dos
minutos –informó Solo a sus pasajeros.
-Se dirige hacia aquel pequeño satélite –dijo
Luke Skywalker.
Al acercarse, en la luna
comenzaron a verse cráteres y montañas. Pero había algo extraño en ellos. Los
cráteres tenían un trazado demasiado regular, las montañas eran demasiado
verticales. Había cañones y valles que parecían imposiblemente rectos. La
superficie era demasiado regular para que pudiera atribuírsele una formación
natural.
-Eso no es un satélite –dijo Ben
Kenobi en un suave susurro-. Es una estación espacial.
-No puede ser una estación
espacial –protestó Solo-. Es demasiado grande. No puede ser artificial...
-No me gusta nada lo que está pasando –dijo Luke.
***
Con todos esos TIEs, ¿por qué
vencimos en Yavin?
Un joven piloto alzó la mano
cuando Wedge Antilles hizo una pausa en su charla sobre las tácticas de los
cazas estelares imperiales en la batalla de Yavin.
-Señor –comenzó a decir el joven
piloto-, si la Estrella de la Muerte transportaba tantos cazas TIE, ¿cómo es
que nuestro bando consiguió ganar la batalla?
Wedge sonrió, pasándose de forma
inconsciente la mano por su cabello oscuro.
-Esa es una buena pregunta. Si
he de decir la verdad, ganamos porque la Estrella de la Muerte nunca lanzó más
de un escuadrón contra nosotros.
Los pilotos que abarrotaban la
sala soltaron una exclamación de sorpresa e inmediatamente comenzaron a hablar
entre ellos. Wedge les dejó que lo hicieran durante unos minutos, y luego
volvió a reclamar orden en la clase.
-Según nuestras investigaciones,
parece que el gran moff Tarkin nunca dictó una orden para lanzar sus cazas TIE.
Se conformaba con usar las torres turboláser de la estación contra los cazas
estelares de la Alianza. Eso nos lleva de vuelta a nuestra conversación
anterior acerca del exceso de confianza imperial.
El joven piloto volvió a
levantar la mano.
-Si Tarkin no ordenó que los
TIEs despegaran, ¿quién lo hizo?
Wedge paseó la mirada
nerviosamente por la sala antes de fijarla en el joven piloto.
-El escuadrón que se enfrentó a
nosotros aquel día era nada menos que el escuadrón personal de Lord Darth Vader.
Se enfrentó con nosotros en la trinchera, siguiendo a nuestras naves
principales y tratando de eliminarlas antes de que pudieran disparar al puerto
de escape. Puede que aún pudiéramos haber ganado la batalla aunque todos los
TIEs hubieran despegado, pero desde luego la superficie de la Estrella de la
Muerte habría estado más concurrida.
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