Evasión de la cantina (22)

22

Desenfundas tu bláster y lo dejas sobre la barra. El sullustano parece ligeramente sorprendido, luego sonríe y ríe entre dientes para sí mismo. Varios de los parroquianos de la cantina también te están mirando, riéndose. La mujer de cabello rubio platino al fondo de la barra te llama.

-Eh, novato –dice-. Cálmate un poco. Vanb sólo se está burlando un poco de ti. No pretende causarte ningún daño. ¿Por qué no recoges tu bláster y vienes aquí a tomarte un trago? Yo invito.

Te sientes ligeramente estúpido; el sullustano sólo es un camarero echándose unas risas a costa de sus parroquianos. Es relativamente inofensivo. Recuperas tu bláster, lo enfundas, y te diriges al fondo de la barra para echar ese trago.

• Pasa al 25.