domingo, 21 de febrero de 2010

El honor de los Jedi (50)

50
–Vayamos por la izquierda –dice Luke–. No me gusta cómo suena lo que haya a la derecha.
–Me parece lógico –dice Gideon.
Un minuto después, pasan el primer elemento diferenciado que Luke ha visto en mucho tiempo. Un muro de duracero bloquea por completo la entrada a otro túnel. Está decorado con el código de designación R-34. Cuando Sidney advierte el interés de Luke, comienza a explicarle.
–Es un depósito de agua. A veces encuentran hielo en el interior de los asteroides. Cuando eso ocurre, lo almacenan. La minería usa mucho agua, y esto es más barato que fabricarla.
Su camino vuelve a convertirse en un laberinto. Con alarmante regularidad, surgen pasadizos a cada lado, o el túnel se bifurca en pasadizos más pequeños. El laberinto no intimida a Gideon. Continúa adentrándose en la mina, eligiendo bifurcaciones o giros con la confianza de alguien que navega por su propio hogar.
Tras conducir durante una hora, vuelven a pasar por R-34. Luke da un golpecito en el hombro a Gideon.
–¡Eh! Hemos pasado ese depósito hace una hora.
Gideon asiente sin detenerse.
–Lo sé. Por un momento, pensé que me había perdido.
–¡Oh, cielos! -dice Sidney–. ¿Hemos estado conduciendo en el círculo?
Gideon detiene el vehículo, luego asiente tímidamente con la cabeza.
–He estado perdido durante 20 minutos.
–¿Cómo has dejado que ocurriera? –pregunta Sidney enfurecido.
–Aquí abajo está oscuro –dice Sidney–. No siempre un tipo puede tomar buenas referencias.
–¿Puedes llevarnos de vuelta al ascensor uno? –pregunta Luke.
–Creo que sí –dice Gideon.
–Intentémoslo. La lanzadera del relevo ya debería haber llegado. Tal vez los imperiales se hayan ido.
–Sin duda –dijo furioso Sidney.
Gideon da media vuelta al buggy de supervisión y acelera hacia la oscuridad. Tras lo que parece una eternidad, finalmente alcanzan las puertas anti-incendios y regresan al nivel principal. De allí, Gideon consigue volver al ascensor principal sin incidentes.
Por suerte, los imperiales se han ido. Luke comprueba su cronómetro, luego agita la cabeza con frustración. Había rescatado a Dena cuatro horas antes. No tienen la menor esperanza de interceptar el asteroide de Ire Eleazari.
–Lo siento, Sidney –dice Luke–. Debemos ir a buscar ayuda para Dena antes de rescatar a Erling.
Sidney asiente.
–Por supuesto. Esperemos que el Parnell vaya lentamente con el Erling.

***
Luke llega a la base rebelde 96 horas más tarde. Al parecer, Mon Mothma ya conocía a ambos Tredways. A regañadientes, da órdenes indicando que Luke debe permanecer alejado de Tol Ado. De acuerdo con sus fuentes, ya es demasiado tarde para rescatar a Erling.

Esta misión no es un éxito para Luke. Vuelve a la sección uno y prueba de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario