jueves, 11 de febrero de 2010

El honor de los Jedi (46)

46
Gideon conduce por un laberinto de ondulantes pasillos e intersecciones. Sin ninguna estrella ni elementos del terreno para usar como señales, Luke se encuentra totalmente perdido. Finalmente, Gideon alcanza un corto túnel y aminora. Cuatro luces iluminan una zona ensanchada cincuenta metros más adelante. Un muro de duracero con una única compuerta de seguridad bloquea el final del pasaje.
Un único buggy de supervisión está parado frente al pasaje. Gideon se detiene tras el otro vehículo. Conforme bajan de él, un droide de cuidado diseño sale de detrás del buggy de supervisión y bloquea la compuerta. Alza un juego de apéndices manipuladores.
-La Estación Médica Uno está cerrada -dice el droide.
-¿Quién eres? -pregunta Gideon.
-Decuatrotrescinco, operador de equipamiento serie Geuno.
-Hemos venido a ayudar a Dena Tredway -dice Luke-. Hazte a un lado.
Decuatrotrescinco no obedece.
-Tengo órdenes.
Gideon agarra su bláster y apunta con él al pecho del droide.
-¡Muévete! -dice.
El droide no se mueve.
-No haga eso -suplica-. A esta distancia, quedaré completamente destrozado.
-No nos estás dejando otra opción -dice Luke-. ¿Hay algún modo de que nos dejes pasar?
-No -responde el droide.
-Genial -murmura Luke. Decuatrotrescinco está tan cerca de la puerta que no pueden pasar junto a él. Y moverlo físicamente no es algo a tener en cuenta; aunque la programación del droide evita que haga daño activamente a un ser racional, puede llevar a cabo medidas no letales para asegurarse la ejecución de sus órdenes-. Estoy con la Alianza -dice Luke-. Hemos venido a rescatar a Dena Tredway.
-¿Qué es la “Alianza”? -pregunta el droide.
Luke agita la cabeza con disgusto. Debería haberlo imaginado... los droides mineros nunca fueron niños que soñaron con ser héroes rebeldes. Las máquinas siempre son tan literales. Por supuesto, si pudiera hacer uso de esa literalidad... ¿pero cómo?

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