lunes, 1 de febrero de 2010

El honor de los Jedi (36)

36
-¡No devuelvas los disparos! -ordena Luke-. No pueden ser disparos imperiales... no son suficientes.
Recupera su lámpara de cabeza, y luego se abre camino cuidadosamente por el borde del túnel. Pronto encuentra un droide inmóvil vigilando la entrada a una galería lateral. Sostiene una pistola bláster en su apéndice de manipulación.
Alguien debía haber ordenado al droide que atacase a los primeros perseguidores que aparecieran por el túnel. Por suerte para Luke y sus amigos, la mayor parte de los droides se auto-destruirían antes de herir deliberadamente a un ser racional, gracias a una característica de seguridad introducida después de la crisis de los droides asesinos de la anterior República.
-Quien sea que estemos persiguiendo, debe estar ahí abajo -dice Gideon.
-Y quien sea que nos persiga a nosotros, no está muy lejos -dice Sidney.
Luke vuelve su mirada al túnel principal. Cuatro soldados de asalto se acercan, usando sus mochilas propulsoras integradas para volar a velocidades que claramente sobrepasan la del buggy de supervisión.
-No podemos ir por esta galería -dice Luke-. Les estaríamos conduciendo directamente hacia quien sea que estemos tratando de salvar.
-Entonces debemos escapar siguiendo el túnel principal -dice Sidney.
-U ocuparnos de ellos aquí mismo -dice Gideon-. Si huimos, nunca encontraremos a quien sea que estuviera protegiendo ese droide.
-¿Pero de qué nos servirá luchar? -objeta Sidney.

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