domingo, 7 de febrero de 2010

El honor de los Jedi (64)

64
-Asegúrate de llevarte al menos dos por delante -dice Luke.
Otra andanada de disparos destella sobre sus cabezas, explotando en las paredes y el techo del túnel. Gideon acelera el motor y gira hacia los disparos. Los focos del buggy iluminan cuatro figuras blancas arrodilladas en la boca de un túnel lateral.
El buggy supervisor casi ocupa todo el ancho del pasadizo. Apenas un metro separa los puntales del túnel de los laterales del buggy. Los soldados de asalto abandonan sus rifles y se lanzana a buscar refugio, y entonces el tractor repulsor llega a su posición. El vehículo da un bandazo, y luego rebota. Luke no tiene dudas de que el plan de Gideon ha resultado, al menos en parte.
Se gira en el banco y apunta su lámpara de cabeza al muro izquierdo. Su lámpara descubre a un único soldado pegado a la roca como una araña en un muro. Pulsa el gatillo de su bláster y un destello de energía golpea al imperial en el pecho.
El buggy de supervisión decelera de pronto.
-¿Qué pasa? -pregunta Luke, sin volver la mirada de la boca del pasadizo. Sólo está seguro del destino de uno de los enemigos, y no sería inteligente darle la espalda a ningún superviviente.
Una voz mecánica responde a su pregunta.
-¡Vosotros debéis ser los buenos! -dice-. He estado espiando a esos imperiales durante cinco minutos. ¿Venís a por Dena?
-¿Dena Tredway? -pregunta Gideon.
-Sí. Está en la Estación Médica Uno. ¿Queréis que os lleve allí?
-No hace falta. Conozco el camino.
El buggy de supervisión sale disparado. Luke ni siquiera llega a ver al droide.

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