miércoles, 19 de septiembre de 2012

Comando de la República: Probabilidades (III)


Carguero de operaciones especiales de la República NIT Z766/2, portal Cato Neimoidia, Ruta Hydiana, 461 días después de Geonosis

-Esto no estaba en las órdenes de operaciones -dijo Atin-. Se suponía que íbamos a sabotear la fábrica y volver a la base.
Prudii había ordenado que la nave de interceptación de tráfico se dirigiera al espacio neimoidiano. El piloto no parecía preocupado. Los pilotos de NIT nunca lo parecían.
-Lo sé -dijo Prudii-. Pero esto tiene que ver con la presentación.
-Ni siquiera esta NIT puede detener un transporte blindado.
-Pareces asustado, ner vod. Mírame. Si casco. ¿Acaso me arriesgaría sin mi traje sellado?
Atin consideró la posibilidad de mostrarle a Prudii por las malas dónde podía meterse su evaluación de personalidad.
-Sin embargo, me parece razonable preguntar por qué está presentando un blanco fácil para los Sepas, sólo para acabar con unos pocos miles de droides que de todos modos probablemente sean de un lote saboteado. -Hizo una pausa para respirar-. Teniente.
-No hay necesidad de andar con ceremonias conmigo, vod'ika. -Prudii se encogió de hombros-. Todos somos hermanos. Incluso esos tarugos sin imaginación de los Alpha, que la Fuerza los bendiga. ¿Por qué estoy haciendo esto? Énfasis, ner vod. Énfasis.
Un punto pequeño y brillante se hizo más grande en el visor y se convirtió en un transporte amarillo y gris con barras horizontales de color escarlata. Prudii dejó que se mantuviera a un millar de metros detrás de la NIT.
-Preparad torpedos -dijo.
El piloto tecleó en la consola.
-Torpedos listos.
-Preparado...
El transporte estaba acelerando lentamente hacia el punto de salto.
-Listo...
Estaba calculando el radio de explosión. Atin podía verlo.
-Fuego, fuego, fuego.
-Torpedos fuera.
Un ramillete de seis torpedos de protones surgió de los tubos ocultos bajo el motor de la nave. La NIT se estremeció. Atin se recordó a sí mismo que su armadura Katarn y su traje corporal podían mantenerle durante 20 minutos en el espacio, y luego se dio cuenta de que la ayuda estaría a mucho más de 20 minutos de distancia si algo salía mal. Siempre lo estaba... ¿por qué molestarse? Pero Prudii no tenía su casco. O estaba muy seguro o estaba loco, y siendo un Null probablemente se cumplían ambas cosas.
El primer y segundo proyectil golpearon en secuencia en el costado de estribor del transporte con un resplandor de luz dorada. Atin no vio cómo golpeó el resto porque la NIT aceleró de inmóvil a demasiado rápido en cuestión de segundos, en dirección al punto de salto. Definitivamente fue enfático.
Las estrellas se alargaron y convirtieron en rayas que se extendían ante ellos cuando la NIT saltó al hiperespacio y dejó atrás el transporte atacado. Prudii ni siquiera esperaba confirmar su destrucción. Sonreía mientras la aceleración se estabilizaba y la NIT quedaba estable de nuevo. El piloto bostezó. Atin no dijo nada.
-Vas a decirme lo or'dinii que soy al intentar ese truco, ¿verdad, ner vod? -preguntó Prudii.
-Una bravuconada sin sentido. -Si se ofendía, Atin estaba dispuesto a pegarse con él-. Imprudente, incluso.
-Pero eso es lo que el GER haría si se encontrase con un transporte de droides y no supiera que muchos de los hojalatas eran prácticamente inútiles, ¿no es así? –Parecía como si Prudii considerase al Gran Ejército como algo separado y externo-. No me he jugado los shebs por media galaxia el año pasado para que los sepas puedan averiguar que sus hojalatas ya han sido saboteados. Así que vale la pena el riesgo de hacer que todo parezca real. Si no los volamos por los aires siempre que tengamos la oportunidad, se preguntarán por qué.
Atin trataba con las cosas medibles y sólidas, cosas que podía desmontar para averiguar cómo funcionaban, y cosas que podía construir. Estaba entrenado en camuflaje y fintas de ataque. Pero el mundo en el que se movían los Nulls, el ámbito de las operaciones encubiertas, era una bruma nebulosa de engaño y contra-engaño. Justo cuando pensaba que le había pillado el tranquillo, harían algo que era obvio en retrospectiva, pero que no se le había ocurrido en ese momento.
-¿Cree que son tan inteligentes?
-Nunca subestimo al enemigo -dijo Prudii-. Sobre todo cuando no estoy seguro de quién es el enemigo. –Dio unos golpecitos al piloto en el hombro-. Punto de reunión de Drall, buen hombre, y que sea rápido.
-Ustedes los Nulls son mis chicos favoritos -dijo el piloto, y volvió a bostezar-. Nunca hay un momento aburrido.

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