Trezza y Sidious estaban en la alta hierba de la sabana donde Maul había sido visto por última vez. El deslizador que los había llevado al Gora estaba estacionado cerca. Un fuerte viento tiraba de sus ropas, y tenían que hablar en voz alta para evitar que el viento se llevara sus palabras.
-Estábamos siguiéndole hasta que la tormenta estalló y destruyó la mayoría de las cámaras remotas –estaba diciendo el falleen-. Para entonces, ya estaba cerca de la base, y esperábamos que se comunicase pidiendo la evacuación antes de la noche. -Hizo una pausa, y luego añadió-: Nadie que yo haya entrenado había tenido un resultado tan bueno en su prueba en solitario.
-Y aún así Maul ha desaparecido -dijo Sidious.
-El equipo de búsqueda que envié fue capaz de seguirle la pista hasta este punto -dijo Trezza-, pero no hay evidencia de su rastro de aquí en adelante.
Sidious examinó la sabana y la lejana línea de árboles.
-Maul no estaba solo.
Trezza siguió la mirada de Sidious hacia las zonas donde la hierba había sido perturbada y aplastada. Asintió con la cabeza.
-Esto lo han hecho llans. Los rastreadores fueron capaces de identificar las huellas de cuatro animales distintos.
Sidious se volvió ligeramente hacia él.
-Aquí... ¿al mismo tiempo?
-Eso parece.
-¿Sospechas que los llans tengan algo que ver con la desaparición de Maul?
-No hay evidencia para confirmarlo. Pero no hay duda de que Maul y los llans estuvieron aquí al mismo tiempo.
La relación entre el falleen y lo humano venía desde ocho años antes, cuando Sidious ejecutó la orden de Darth Plagueis de trasladar a Maul desde Mustafar a la academia de combate de Orsis. En esa primera visita, Sidious había llegado disfrazado. Ahora simplemente escondía su rostro en las profundidades de la capucha de su túnica. Sidious confiaba implícitamente en el Falleen, y no veía ninguna razón para dudar de él ahora. Sin embargo, la idea de que un cuarteto de bestias llan podría superar a Maul era absurda.
-¿Cuándo has conocido llans que actuasen coordinadas entre sí?
-Nunca -dijo Trezza.
Una vez más, Sidious miró a su alrededor, girando en un círculo completo.
-Esa tormenta...
-También es algo que se sale de lo normal. Surgió de la nada.
Sidious se quedó en silencio durante un largo rato.
-¿Ha llegado o se ha ido alguna nave?
-No en el cráter. El puerto espacial de academia ha visto el tráfico habitual.
-Naves de desembarco de suministros -dijo Sidious.
-Precisamente.
-¿Hay otros alumnos o profesores ausentes?
Trezza pensó en ello.
-Meltch ha estado en un viaje de negocios durante una semana estándar, pero se espera que regrese a lo largo del día de hoy.
Sidious se acarició el mentón.
-El mandaloriano.
-¿Podría Maul haber huido? -preguntó cuidadosamente Trezza.
Sidious se giró para enfrentarse a él, mirando desde la oscuridad de su capucha.
-¿Qué quieres decir?
-¿Podría haber llegado a su límite con... el entrenamiento?
-¿Y decidió cubrir sus huellas después de completar el ejercicio en solitario más brillante que jamás hayas visto?
Trezza desvió la mirada.
-Sólo estoy sugiriendo una posibilidad. Maul no sería el primero en hacerlo.
-Es poco probable que Maul abandonase el único hogar verdadero que ha conocido en su vida. -Sidious levantó la cara hacia el cielo-. Di a tus rastreadores que pongan fin a la búsqueda. Voy a encargarme de este asunto personalmente.
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